
El Spa Colmegna, ubicado en la Ciudad de Buenos Aires (Sarmiento 839), es un emblemático lugar construido en 1895 y ejemplo de la arquitectura italiana de la época. Fue fundado por el masajista italiano Luis Colmegna y diseñado por el arquitecto italiano Francesco Tamburini. El espacio, declarado Patrimonio Cultural de la Ciudad, es exclusivo para hombres, excepto una vez al mes que es mixto.
El imponente sitio fue inspirado en las majestuosas Termas de Caracalla de la antigua Roma. A lo largo de su historia, Spa Colmegna se convirtió en un refugio para la élite porteña, y un lugar de encuentro para personalidades destacadas de la política, el arte y la cultura.
Por sus salas pasaron personalidades como: Marcelo T. de Alvear, Bernardo de Irigoyen, Juan Domingo Perón, Diego Armando Maradona, Carlos Gardel, Astor Piazzolla, Jorge Luis Borges, Mercedes Sosa, Susana Giménez, Eleonora Cassano, Ringo Bonavena y jueces como Norberto Oyarbide.

Spa Colmegna cerró sus puertas al público
En noviembre de 2019, la joya arquitectónica Colmegna sufrió un gran revés provocado por una obra subterránea cercana que dañó su estructura, ocasionando una inundación y daños. Entre ellos, la caída de una pared y la ruptura de los cimientos del edificio. Por este motivo cerró temporalmente por razones de seguridad.
Tras un cambio de dueño, reabrió su atención al público con una renovada imagen, pero conservando la esencia de una construcción con 130 años de historia. Una de las cosas que más se destacan es la piscina del Salón Esmeralda hecha con mármol de Carrara y el agua proveniente de una napa de 110 metros de profundidad.
La renovación
El sitio tiene una alta concurrencia de ejecutivos que tras la jornada laboral acuden allí para poder desestresarse. Las diversas salas de baño con vapor caliente permiten liberar las toxinas y en ellas sobresale un detalle muy sui generis: hay juegos de mesa en el interior de las cabinas con temperatura que pueden llegar a más de 38°. Conservando su tradición, existen salas de masajes, un salón buffet, peluquería, y tratamientos faciales.
El último paso del circuito Colmegna es bañarse en la piscina que mantiene el agua a una temperatura estable, entre los 8 °C y 10 °C, gracias al mármol. El contraste entre el cuerpo caliente y el agua helada provoca una sensación repentina de relajación. Sumergirse sin demora es clave para iniciar un shock térmico que activa la circulación, tonifica la piel y genera una renovada sensación física y mental.

Un sitio con poesía
Según registros de descendientes de la familia Colmegna, en el libro de cuentos más representativo de Jorge Luis Borges “El Aleph” se menciona los baños turcos de la calle Sarmiento y Esmeralda. Asimismo, un mito asegura que Carlos Gardel escribió “Mi Buenos Aires Querido” en el spa.
Además, el cantante Sandro estrenó “Penumbras” en el lugar que evocó y sigue evocando el viajar a la antigua Roma sin tener que viajar.

