Esta semana, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó un informe en donde evaluó el panorama de la economía mundial de cara al 2024. En ese marco, el trabajo sobre la Situación y Perspectivas de la Economía Mundial (WESP) determinó que el crecimiento va a disminuir un 2,4%.
Estos números difieren en comparación con la tasa de crecimiento del 3 % establecido en el informe emitido antes de la pandemia. Según la ONU, se vienen tiempos complejos a raíz de la escalada de los conflictos internos y bélicos, un comercio internacional deprimido y el aumento de los desastres climáticos. Para la entidad, estos hechos implicaría un reto para el crecimiento mundial.
Asimismo, consideran que será un periodo que va a estar atravesado por los costes del endeudamiento. Ante eso plantean la necesidad de más inversiones para reanimar el crecimiento, luchar contra el cambio climático y acelerar el avance hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Pese al informe, “2024 debe ser el año en el que salgamos del atolladero. Mediante el desbloqueo de inversiones grandes y audaces impulsamos el desarrollo sostenible y la acción climática y situamos a la economía mundial en una senda de mayor crecimiento para todos”, declaró en el comunicado de prensa, António Gutierres, Secretario general de las Naciones Unidas.
La economía, en pausa
La organización sostiene que las economías desarrolladas como la de Estados Unidos van a desacelerarse este año debido a los elevados tipos de interés, la disminución del consumo privado y al debilitamiento de los mercados de trabajo.
Para las zonas como Asia Oriental, Asia Occidental, América Latina y el Caribe también se prevé un decrecimiento en el corto plazo por los ajustes de las condiciones de financiación, la reducción del espacio fiscal y al debilitamiento de la demanda exterior.
Asimismo, plantea que las economías que tengan rentas bajas y vulnerables se enfrentarán a la presión sobre la balanza de pagos, además de un mayor riesgo para la sostenibilidad de la deuda.
Paradójico: la inflación, según la ONU,disminuyó
En cuanto a la inflación, el informe asegura que la inflación mundial disminuyó en 2023, pero se mantuvo por encima del promedio de 2010-2019. La inflación general habría sido de 8,1% en el 2022, mientras que en el 2023 sería del 5,7%. En ese sentido, estipulan que en el 2024 habrá una disminución al 3,9 %.
A su vez, consideran que más allá de la reducción inflacionaria en las economías desarrolladas, los rangos continúan siendo relativamente altos con respecto a periodos anteriores. En tanto, las economías menos desarrolladas alcanzaron su punto máximo en 2023 y pronostican que esto se modere en el 2024.
“La inflación tiende a la baja, pero la recuperación de los mercados laborales sigue siendo desigual” asegura el informe. Según se explaya el documento, desde enero de 2021 los países que tienen una economía en desarrollo tuvieron una elevación general de los precios del 21,1 %. Esto redujo los avances económicos producto, en parte, de la pandemia por Covid-19.
“La persistencia de una inflación elevada ha hecho retroceder aún más los progresos realizados en la erradicación de la pobreza, con impactos especialmente graves en los países menos desarrollados”, declaró Li Junhua, secretario general adjunto de las Naciones Unidas para Asuntos Económicos y Sociales.
Asimismo, agregó: “Resulta del todo imprescindible reforzar la cooperación mundial y el sistema multilateral de comercio, reformar la financiación al desarrollo, responder a los retos que plantea la deuda y aumentar la financiación destinada al clima, con el fin de que los países vulnerables aceleren el camino hacia una senda de crecimiento sostenible e integrador”.