
La Facultad de Ciencias Sociales de la UBA será escenario del Primer Congreso Internacional Diego Armando Maradona hasta este sábado 8 de noviembre, un espacio inédito en el que confluirán estudiantes, académicos y especialistas para pensar a Maradona como fenómeno deportivo, cultural y social en un diálogo interdisciplinario que incluye fútbol, medios, política, arte e historia.
Organizado por la revista META y la Cátedra «Diegologías», el evento con entrada libre y gratuita contará con mesas académicas, conferencias de especialistas, presentaciones editoriales y una feria del libro, en la que participarán periodistas, ex jugadoras y preparadores físicos que trabajaron con el astro.
Entre los ponentes figuran nombres como Ariel Scher (periodista y docente), Mónica Santino (futbolista, directora técnica y miembro de La Nuestra Fútbol Feminista Villa 31), Juan Sasturain (escritor y periodista), Pedro Saborido (productor y guionista) y Fernando Signorini (histórico preparador físico de Maradona).
La apertura estará conducida por Mariano Giannotti e incluirá la lectura de textos por parte de Alejandro Apo, luego del cual se dará inicio al primer panel dedicado al origen de Maradona, moderado por Diego Flores (Walking Conurban).
La elección de la Facultad como sede es simbólica: por su trayectoria y compromiso, se presenta como un espacio propicio para reflexionar sobre cómo la figura de Maradona articula dimensiones deportivas, sociales y culturales en la historia reciente argentina.
Breve perfil de Diego Armando Maradona
Diego Armando Maradona debutó profesionalmente en Argentinos Juniors a los 16 años, donde anotó 116 goles en 166 apariciones entre 1976 y 1980. Luego pasó a Boca Juniors, sumando 28 goles en 40 partidos en una de sus primeras etapas con el club, coronándose además del Metropolitano 1981.
En Europa, defendió al FC Barcelona de España (58 partidos / 38 goles) entre 1983 y 1985; y al Napoli de Italia (259 cotejos / 115 goles), donde dejó una huella imborrable al llevar al club a sus primeros títulos en la Serie A. También se le recuerdan sus breves pasos en Sevilla de España y Newell´s Old Boys de Rosario, con el posterior retiro en Boca Juniors.
En el club napolitano, además del fútbol, dejó su nombre escrito en el estadio que lleva su nombre (mismo honor que le confirió Argentinos Juniors en La Paternal en 2003 y más recientemente el Estadio Único / Diego Armando Maradona de La Plata en 2020), además de haber retirado el número 10 en su honor.
Su aporte en la Selección nacional y su memorable Mundial de México ’86
Con la Selección Argentina de Fútbol (a la cuál dirigió entre 2007 y 2010), disputó 91 partidos y anotó 34 goles, lo que lo convierte en uno de los goleadores históricos del país. Su consagración mayor llegó en el Mundial de México 1986, donde comandó al equipo a la obtención del título mundial.
Allí ejecutó la famosa “Mano de Dios” y también marcó el que fue declarado “Gol del Siglo” ante Inglaterra, dos acciones que simbolizan su genialidad y controversia.
Durante ese torneo, participó directamente en al menos 10 goles (5 marcados y 5 asistencias). A esta consagración se le suma la Copa Artemio Franchi de 1993 ante Dinamarca y el histórico Mundial Juvenil Sub-20 de 1979 en Indonesia.
Su legado más allá del fútbol mundial
El legado de Maradona trasciende goles y trofeos: construyó una identidad futbolística marcada por el desequilibrio individual, el genio creativo y el vínculo profundo con sus raíces populares. Su paso por clubes como Argentinos Juniors, Boca Juniors y Napoli evidenció su capacidad de transformar equipos y comunidades.
Además, Maradona instaló un modelo de figura futbolística que combina talento puro con carisma y compromiso social (defendiendo en incansables oportunidades la lucha de los jubilados y la educación pública) convirtiéndose en un símbolo no sólo del deporte sino también de la cultura popular latinoamericana.
Al analizar su impacto, se destaca cómo abrió caminos hacia el reconocimiento de la dimensión simbólica del fútbol, enfrentándose a la corrupción del fútbol desde los altos líderes de la FIFA, formando el primer gremio de futbolistas en 1986, e inspirando generaciones de jugadores que buscan no sólo marcar goles, sino dejar una huella más allá de los triunfos.

