
El pasado viernes 16 de mayo comenzaron las audiencias del debate oral en torno al crimen de Johana Ramallo. La joven desapareció en 2017 en La Plata y sus restos fueron hallados en 2018 en las costas de Berisso.
El juicio es llevado a cabo en el Tribunal Oral Criminal Federal Nº 2 de La Plata, presidido por los jueces Andrés Basso, Germán Castelli y Nelson Jarazo. Ocho son las personas acusadas de narcotráfico y explotación sexual.
La lluvia incesante no logró frenar que distintas agrupaciones acompañaran a Marta, madre de Johana, en su pedido de justicia. Antes de las 9 se juntaron en la puerta de tribunales al grito de «Johana presente ahora y siempre«.
Estuvieron presentes familiares de víctimas que forman parte de la asociación Atravesados por el femicidio, entre ellos familiares de Lucia Pérez, Natalia Melmann y Nicol Ruiz. También acompañaron a Marta agrupaciones estudiantiles y la ministra de Mujeres y Diversidad de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz.
Las audiencias continúan el próximo viernes 30 de mayo a las 9 horas, de manera presencial. Allí se espera que declare Marta, madre de Johanna. A su vez, la familia espera que la causa sea caratulada por narcofemicidio con complicidad policial.
La audiencia
El acompañamiento a la familia de Johana hizo que el juicio comenzará a sala llena y habilitaran el hall. Alrededor de las 10 de la mañana inició la audiencia en la que se leyó la elevación a juicio y se le dio la posibilidad de declarar a los acusados: todos se negaron.
Desde la querella pidieron que Marta estuviese presente para la lectura de los requerimientos iniciales. Dado que es testigo no puede presenciar el juicio hasta declarar. Sin embargo, le permitieron ingresar. En ese momento hubo aplausos al grito de «tu lucha es nuestra lucha«.
Los imputados están acusados, entre otras cosas, de mantener el control de la zona roja en la ciudad. Entre los acusados está Carlos “El Cabezón” Rodríguez, señalado como líder de la organización criminal; Hernán D’Uva Razzari, Hernán Rubén García, Carlos Alberto Espinosa Linares y Mirko Alejandro Galarza Senio.
Además, Celia Benítez, Paola Erika Barraza (“Tormenta”) y Celia Giménez, también están imputadas. Mientras los primeros llegaron detenidos al juicio, las mujeres llegaron con prisión domiciliaria o excarceladas.
Desde la fiscalía afirmaron que «las personas imputadas se aprovechaban de múltiples vulnerabilidades de las víctimas» y agregaron que “el control no solo se ejercía desde la actividad prostituyente sino de los estupefacientes que consumían y eran obligadas a comercializar».
El juicio no solo pone el foco en el caso de Johana sino que atraviesa las problemáticas de la llamada «zona roja» de la ciudad de La Plata. Entre los detalles, las acusaciones muestran un modus operandi donde las mujeres debían ejercer la prostitución para pagar la deuda de droga y también mencionar el falso vínculo amoroso que los captores simulaban tener con sus víctimas.
Antes de comenzar las indagatorias a los imputados, sus defensores pidieron que no se tomen imágenes de los imputados mientras declaraban. El juzgado accedió al pedido pero, de todos modos, el proceso continuo siendo transmitido por YouTube. Pasadas las 13 finalizó la primera audiencia.
La historia de Johana
Johana fue vista por última vez el 26 de julio de 2017. Ese día le prometió a su madre que volvería para cocinar juntas. Cuando no llegó Marta salió a buscarla y desde entonces no dejó de reclamar primero su aparición y luego justicia.
Johana nació el 25 de noviembre de 1993, la mayor de siete hermanos. Hincha de Gimnasia, era parte del programa “Ellas hacen” y se encontraba terminando sus estudios secundarios en el programa “FinEs”. Había sido madre joven, tuvo a su hija a los 16, la cual tenía seis años cuando su madre desapareció.
A partir de ese momento, la investigación transcurrió en dos fueros distintos, sin que se hayan esclarecido las causas exactas de su muerte. En agosto de 2018, partes de su cuerpo fueron halladas en la costa de Berisso y recién en octubre de 2023, el expediente fue parcialmente elevado a juicio por delitos vinculados a la explotación sexual y el tráfico de drogas.
La investigación reveló una red que operaba en la denominada “zona roja” de La Plata entre 2016 y 2017, dedicada a captar mujeres en situación de vulnerabilidad para su explotación sexual y a promover el consumo de drogas como método de control.