
El furor mundial de la miniserie de Netflix, “Adolescencia”, abrió un conjunto de debates que atraviesan varias disciplinas, pero con un denominador común: la relación de este segmento etario con las redes sociales. Según un estudio de la Universidad de Padua, les adolescentes pueden sentirse decepcionades si sus amistades no están siempre conectadas en las redes sociales.
A diario, enfrentan emociones radicales como enojo, frustración y hasta angustia enmarcadas en la búsqueda de una pertenencia característica de la edad, pero sumado al “estrés digital” que afecta cada vez más a la población en general.
El artículo desarrollado por la Universidad y publicado en la revista Frontiers in Digital Health dio cuenta de que entre las amistades hay normas y expectativas alrededor de la cantidad de tiempo y el tipo de comportamiento que se espera que haya en las redes sociales.
Cuando estas normativas no se cumplen, comienza a aparecer el estrés digital, es decir la tensión y ansiedad que surgen del uso constante de dispositivos y plataformas tecnológicas.
Para realizar dicha investigación, el equipo encuestó a 1.185 adolescentes y evaluó qué cambios sufrían las relaciones amistosas en un lapso de seis meses con las redes sociales como mediadoras.
Una serie que incomoda pero invita a reflexionar: cómo se sienten les adolescentes en el mundo del algoritmo
En la serie tendencia, “Adolescencia”, se hace mención a lo que sucede en las redes sociales y la falta de herramienta de las familias para escuchar y conectar. Según la Licenciada en Psicología, Daniela Gasparini, “la serie se masifica porque resulta incómoda y angustiante”.
Sobre el uso de las redes sociales, reflexionó acerca de los estereotipos de belleza que moldean cuerpos, cómo por ejemplo el fenómeno de adolescentes en gimnasios haciendo musculación y abandonando cuerpos de niños.
Al igual que perseguir un ideal de belleza femenino con niñas desde los 11 años que quieren botox o rutinas de skin care con químicos que no necesitan, esta serie “nos viene a mostrar las dificultades que tenemos les adultes para comprender el mundo digital en que están inmersos”, difundió a través de sus redes sociales.
¿Qué es el estrés digital y cómo afecta en la adolescencia?
Siguiendo este panorama mencionado en el estudio, les adolescentes se frustran ante la falta de disponibilidad de amigues en las redes sociales. Dicho en otras palabras, se espera que la respuesta sea inmediata y el intercambio sea un ida y vuelta constante.
A su vez, los autores mencionan que se experimenta una especie de “trampa”, porque esto genera una presión que perciben para estar constantemente presentes para les amigues. Este grupo etario, lo vive como si fuese un fracaso de un elemento clave de la amistad: la reciprocidad.
La “trampa”, entonces aumenta los conflictos en los vínculos al no cumplir las expectativas, lo que va de la mano con lo que exige el mundo actual: la inmediatez en la respuesta.
“Estas dos facetas del estrés digital pueden estar interrelacionadas ya que, como en un círculo vicioso, no recibir respuestas oportunas puede llevar a algunos adolescentes a presionar a sus amigos para que cumplan con sus peticiones”, detallan les investigadores.
Pese a lo complejo del tema, no pierden el optimismo, ya que dedicaron unas líneas a la esperanza: “si bien las redes sociales pueden apoyar las interacciones sociales de los amigos, también pueden crear normas y expectativas sin precedentes para la disponibilidad permanente, introduciendo así nuevos estresores para la calidad relacional”.
En consonancia con las recomendaciones de Gasparini, establecer límites saludables para el uso de tecnologías puede contribuir a disminuir el estrés digital. Pero además es clave la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas y la comunicación abierta con las familias.