Soy trabajador del sistema penal juvenil. Hace varios años, junto con otros compañeros y compañeras, armamos una serie de iniciativas a la que denominamos Proyecto Cisne, muchas de ellas bancadas desde nuestros propios bolsillos y, muchas veces, utilizando el tiempo que deberíamos dedicar a nuestras propias familias.
El sistema penal juvenil hoy no está pensado para construir sujetos críticos de su propia realidad, y mucho menos para lograr la tan mentada «reinserción» que proponen quienes defienden el negocio de la cárcel. Hoy, los ex institutos de menores solo representan un sistema de castigo cruel.
Miles de trabajadores y trabajadoras, compañeros y compañeras, fueron despedidos en áreas clave del Estado, aquellas que garantizaban, promocionaban y protegían a los y las más débiles en nuestra patria. Virtualmente, han quedado vaciadas áreas como la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) o espacios de niñez como el Unzué.
Anoche, en la apertura de las sesiones legislativas, el presidente volvió a arremeter contra los más débiles y, en especial, contra los pibes y pibas. Javier Milei no entiende ni quiere entender la multicausalidad del «delito» juvenil. Tampoco comprende que esos pibes y pibas son primero víctimas y luego victimarios. Ningún pibe nace chorro, ninguna piba se levanta un día y, de la nada, decide salir a afanar.
Hay mucha crueldad en las políticas del gobierno y en la falta de políticas. Pero hay más crueldad aún cuando se usa como caballito de batalla una supuesta «solución» que solo traerá más dolor y violencia a una sociedad ya muy golpeada.
No podemos, ni como trabajadores ni como militantes, quedarnos estupefactos frente a la crueldad. Debemos tomar la ternura y reconstruir la esperanza.
La foto que utilizo es de un cuadro que nació desde tres pibes que están privados de su libertad, de poder ser empáticos con el otro/a y de verse reflejados en las Madres de Plaza de Mayo como si fueran sus propias madres. Para mí, eso tiene un valor maravilloso y es la verdadera pelea ganada.
«Es necesario hacer un mundo nuevo. Un mundo donde quepan muchos mundos, donde quepan todos los mundos.»