El Mercosur y la Unión Europea llegaron a un acuerdo de asociación en el marco de la 65° Reunión de la Cumbre que se desarrolló en Montevideo. Su ratificación deberá pasar por los países europeos, donde existe la posibilidad del derrumbe de lo previamente acordado.
Del encuentro participó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quién se reunió con los mandatarios de los Estados miembros del Mercosur. Por el lado de Argentina, estuvo el presidente Javier Milei, quien en su discurso aprovechó para desprestigiar el bloque que representa e instó por los Tratados de Libre Comercio (TLC) con terceros, por fuera del bloque.
Los otros participantes fueron Lula da Silva (Brasil), Luis Lacalle Pou (Uruguay) y Santiago Peña (Paraguay). Además, participó Bolivia por primera vez como miembro pleno, con la presencia de su presidente, Luis Arce.
El principio de acuerdo entre los bloques busca la apertura de mercados a partir de una reducción arancelaria y de las barreras comerciales a modo de fomentar las exportaciones entre las partes.
En consecuencia, el Mercosur y la UE emitieron una declaración conjunta: “Teniendo en cuenta los progresos realizados en las últimas décadas hasta junio de 2019, el MERCOSUR y la Comisión Europea han estado involucrados, desde 2023, en un intenso proceso de negociaciones”, recapitularon.
Y agregaron: “En los últimos dos años, ambas partes han participado en siete rondas de negociaciones, entre otras reuniones, y se comprometieron a revisar cualquier asunto relevante”.
Para concluir, expresaron que a raíz del avance durante 2023, “el Acuerdo de Asociación entre el MERCOSUR y la Unión Europea está ahora listo para revisión legal y traducción. Ambos bloques están decididos a llevar a cabo tales actividades en los próximos meses, con vistas a la futura firma del acuerdo”.
En la misma sintonía, se pronunció la presidenta de la Comisión Europea, von der Leyen, a través de X: “Hemos concluido las negociaciones para el acuerdo Unión Europea-Mercosur. Es el comienzo de una nueva historia. Ahora espero discutirlo con los países europeos”.
Milei señaló que el Mercosur es como “una prisión”
Durante la reunión en la Cumbre del Mercosur en Montevideo, los presidentes representantes tomaron la palabra y Javier Milei, una vez más, se mostró a contramano del bloque en pos de lograr un acercamiento con Estados Unidos.
En favor de los Tratados de Libre Comercio con terceros países, por fuera de lo acordado en el Mercosur, el libertario fue tajante: “Consolidarnos en un bloque común no solo no nos hizo crecer, sino que nos ha perjudicado”.
En tanto, consideró que el Mercosur “nació con la idea de profundizar nuestros lazos comerciales”, pero que terminó “convirtiéndose en una prisión que no permite que sus países miembros puedan aprovechar sus ventajas comparativas ni su potencial exportador”.
Por otra parte, Milei aseguró: “Durante los últimos 20 años, nos hemos perdido la oportunidad de nuestras vidas, fuimos a contramano del mundo durante el ciclo de mayor integración comercial de la historia global”.
Y justificó: “Mientras el resto del planeta se expandía gracias al comercio, nosotros le dijimos que no a Estados Unidos, que ofrecía un acuerdo de libre comercio en todo el continente”, en referencia del No al ALCA en 2005.
Por último, el libertario pidió que “aceptemos que este modelo está agotado y busquemos una nueva fórmula que nos beneficia a todos”, por fuera de las “anteojeras ideológicas”.
El acuerdo necesita la ratificación europea
Si bien el Mercosur y la Unión Europea alcanzaron un principio de acuerdo histórico tras más de 20 años de discusiones, el mismo tendrá un arduo camino para lograr la ratificación.
La presidenta de la UE, Úrsula von der Leyen, se llevó un triunfo tras lograr el acuerdo pero se sabe que ahora deberá someterlo dentro de Europa. Ahora, la Comisión deberá llevar el texto para someterlo a votación entre los ministros europeos, lo que podría demorar varios meses.
Aunque se prevé que la mayoría de los países europeos votarían a favor del acuerdo, el mismo se aprueba por mayoría cualificada, donde las abstenciones cuentan como votos negativos.
La resistencia por la negativa al acuerdo la comanda Francia, quien busca recolectar apoyo y cuenta con países como Austria, Bélgica, Irlanda, Polonia y Países Bajos. Otro que podría sumarse es Italia, a través de Giorgia Meloni.
En caso de sortear esta instancia, el acuerdo pasaría a manos del Parlamento Europeo, donde existe una presumible votación cerrada. Tras una hipotética aprobación, la misma alcanzaría entrada en vigor provisional.
La última instancia pasaría por los parlamentos nacionales, nueva instancia donde se decidiría el futuro del acuerdo, cuestión que está lejos de resolverse.