“Movilidad Social para una Argentina con igualdad de oportunidades”, una investigación que llevó adelante Martín Trombetta junto a María Fernanda Villafañe, invita a reflexionar sobre la situación del país. Según el documento, el desafío de los Estados es garantizar el acceso equitativo a oportunidades; afirmación que lleva a cuestionar ¿qué pasa con las medidas del actual Gobierno?
“Si bien Argentina se caracteriza por un importante despliegue de políticas destinadas a la igualación de oportunidades (en particular, un amplio sistema público de provisión gratuita de educación y salud); la evidencia empírica señala que todavía es mucho lo que la política pública puede hacer para allanar el camino hacia una sociedad más equitativa”, expresa la publicación.
La movilidad social en Argentina
De acuerdo a la investigación de Trombetta, nuestro país registra niveles de inequidad mucho más bajos que los de casi todos sus vecinos, aunque todavía lejos de los de las economías desarrolladas. Al mismo tiempo, su nivel de movilidad social también es reducido al compararlo con el de los países más prósperos.
Al respecto, los autores de la investigación sostienen que ello “supone un obstáculo potencialmente grande en el proceso de reducción de esas desigualdades”. Sin embargo, el Gobierno actual desplegó en sus pocos meses de gestión una serie de medidas que van en dirección contraria a achicar la brecha.
El trabajo incluye gráficas que representan la movilidad educativa global, y se dividen en cuatro cuartiles. El primero es el que reúne a los países de mayor movilidad: un grupo compuesto, sobre todo, por países desarrollados como Canadá, Australia, Suecia y Finlandia.
Por su parte, el cuarto cuartil reúne a los países con menor movilidad, como Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Portugal, Turquía, India. Argentina, por su parte, se ubica en el tercer cuartil junto a todos los países limítrofes (excepto Bolivia) y también a México, Italia, España, Grecia, Croacia e Indonesia, entre otros.
La importancia de una educación pública de acceso gratuito y de calidad
Con respecto a la movilidad educativa y desarrollo económico, Argentina tiene un nivel de persistencia educativa un poco más alto de lo que predice su PBI. En ese sentido, la investigación señala que debido al nivel de bienestar material, “el país podría aspirar a una movilidad educativa mayor, lo que otorga sustento a la idea de que existen oportunidades de intervención pública”.
Por otro lado, el estudio demuestra que existe relación entre persistencia educativa intergeneracional y el nivel de ingresos, ya que los países más prósperos registran mayores niveles de movilidad intergeneracional (menor persistencia).
No obstante, vale mencionar que el actual Gobierno, con su objetivo de achicar el Estado, lleva adelante políticas que eliminan o atacan derechos de les argentines. Por ejemplo, los recortes en la educación pública, gratuita y de calidad; la salud pública; la falta de inversión en infraestructura; y los despidos masivos.
En línea opuesta, Trombetta afirma la necesidad de fortalecer y enriquecer medidas en pos de una menor brecha de desigualdad. “Un rol clave para la política pública puede encontrarse en intervenciones que favorezcan la acumulación de capital humano en los niños de hogares vulnerables, con especial atención a los hijos que crecen en hogares monoparentales”, asegura la investigación.
En este sentido, se demostró que hay propuestas que tienen impacto positivo para el desarrollo del país. Por ejemplo, la provisión de educación pública aumenta la movilidad intergeneracional del nivel educativo. Del mismo modo, la Asignación Familiar por Hijo (AUH) generó un incremento en la asistencia educativa de niñes de hogares vulnerables, un logro particularmente destacable para un programa cuyo costo fiscal es bajo en relación al de otras políticas sociales.
Además, la provisión de salud pública, en especial las políticas específicas de salud sexual y reproductiva, también tienen un rol central. A pesar de la evidencia, la gestión de La Libertad Avanza decidió realizar un ajuste en programas relacionados al área.
Del mismo modo, la inversión pública en infraestructura puede contribuir de forma positiva a la movilidad social, sobre todo en términos de atenuar las consecuencias de problemas tales como la segregación geográfica o la discriminación estadística.
En la misma línea, la estabilización de los ingresos de los hogares vulnerables es esencial para asegurar que estos puedan invertir en el capital humano de sus hijes. Y de igual manera, promover el empleo de calidad y reducir la informalidad laboral son herramientas esenciales para una política que asegure que la inserción de les jóvenes en el mercado de trabajo conduzca a trayectorias laborales virtuosas.
En contraposición a la afirmación de la investigación, el Gobierno busca eliminar todas las políticas públicas que impliquen una intervención del Estado. Por lo tanto, podría afirmarse que las consecuencias de estas medidas impactarán en la movilidad social de manera negativa.