Con motivo del regreso a clases, se llevará a cabo esta campaña solidaria en todo el país hasta el 9 de marzo, con el objetivo de que ningún niñe se quede sin los útiles escolares al iniciar el ciclo lectivo. En un período de crisis económica y política, desde la Cámara de Librerías Independientes aseguran ser un refugio de la cultura.
El librero de <<La gata y la luna>>, Santiago Martínez dio una visión positiva sobre esta colecta: “Creemos que puede ayudar a la comunidad en general y entendemos que va a ser muy bien recibido y con alegría”.
Esta idea surgió a partir del proyecto de las librerías de La Plata, el cual rápidamente tuvo una fuerte repercusión y fue compartido de inmediato en el grupo de la Cámara de Librerías Independientes con gran aceptación.
«Es necesario recomponer los lazos de solidaridad en los distintos ámbitos de nuestro pueblo, es más que importante. Son lazos solidarios más que necesarios ante estas ideas individualistas y del <<sálvese quien pueda>>»,, señaló Martínez.
En ese sentido, para contribuir a la causa, podrán donar útiles escolares y guardapolvos nuevos y usados en buen estado. El objetivo de esta iniciativa será destinado a las instituciones y organizaciones de cada comunidad.
«La campaña se está llevando a cabo en todo el país con la participación de varias librerías que han brindado su consentimiento. La idea es que las librerías de una localidad o barrio se reúnan para recopilar útiles escolares y guardapolvos, los cuales serán entregados a cooperadoras escolares y otras instituciones de cada una de las distintas localidades», afirmó Santiago Martínez.
Ante un panorama económico desolador, Martínez, dueño de una librería, se refirió a la situación actual de la inflación: «Yo ya no tengo hijes en edad escolar, pero veo que está realmente muy complicado. En la librería notamos que la gente pregunta por los precios y muchas veces termina sin comprar libros».
El Gobierno actual del presidente Javier Milei ha cuestionado aspectos de la cultura, incluida la Ley del Libro. Al respecto, Santiago Martínez señaló: “Creo que hay un afán por la desregulación absoluta, sin importar las consecuencias. En el fondo, vemos una ofensiva neoliberal para acumular ingresos en los sectores más concentrados de la economía y perjudicar a aquellos que cuestionan, ya sea desde los ámbitos culturales del pensamiento o de las organizaciones sociales y políticas”.
Los libros de la buena memoria
Siguiendo esta línea, se sabe que la Ley del Libro no tiene costos para el Estado, sin embargo, se ha puesto en tela de juicio esta norma que protege a autores, editoriales, librerías y también a los consumidores garantizándoles el acceso a poder comprar libros.
“Creo que tiene que ver con permitir a los mercados concentrados, como hipermercados de grandes superficies o servicios de venta por internet con entrega a domicilio, hacer mayores negocios en detrimento de las librerías independientes y de las librerías en general. Hay una ofensiva contra la cultura en distintos planos y este es uno de ellos”, explicó Santiago Martínez.
Además, resaltó que “es un ataque contra la educación en su conjunto, en todos los niveles”. “Las universidades sin presupuesto, lo mismo que el CONICET es un problema para el desarrollo de la ciencia, la investigación y la formación de nuevas y nuevos profesionales”, opinó sobre el arancelamiento a estudiantes del extranjero, Santiago Martínez.