La obra de la historietista santafesina Amorela, “Reminiscencia”, fue publicada de la mano de la editorial independiente y autogestiva Estudio Mafia en 2023. Puesto que se trata de un fanzine que toca temas que han estado en boga en los últimos tiempos, resulta pertinente traerlo a Nota al Pie para repensar nuestro presente. La publicación con tapa blanda que cuenta con 32 páginas (formato 15 cm por 21 cm), impresas en risografía a dos tintas y con un encuadernación acaballada.
El fanzine pertenece a la colección Trinchera de Estudio Mafia. Según expresa la misma editorial, se trata de una serie de obras cuyo objetivo es promover la cultura y la edición independiente “en un mundo de una humanidad deshumanizada”. Trinchera es una propuesta diferente, que apela al amor en una realidad caótica y feroz que busca “encontrar refugio para rearmarse y volver a la carga”.
El trabajo de Amorela, corresponde a lo que ya son tres los libros de la colección: «Invitame esta Noche» de Gabicoco y «Ketsuban!», de Valentín de las Casas.
¿De qué trata “Reminiscencia”?
La obra empieza con una reminiscencia, un recuerdo de un pasado lejano de un mundo cuya existencia parece haber quedado muy atrás. Una frase repleta de recursos sensoriales, nos transmite emociones que no logramos comprender del todo, pero que nos recuerdan a un ‘algo’ incierto que no logramos develar.
De golpe, las páginas se ven repletas de unos seres que nos recuerdan a algún personaje del manga japonés, pero con unos rasgos particulares que inspiran una enorme ternura. Así, conoceremos a los protagonistas de esta historia: un grupo de cyborgs que deambulan a lo largo de un mundo postapocalíptico, en el que apenas pueden sobrevivir.
En la mayor de las distopías que nos podemos imaginar, los cyborgs recorrerán el espacio en un tiempo sin tiempo, mientras filosofarán y se enfrentarán al mayor de sus miedos: la pérdida de su memoria.
El miedo al olvido inunda las viñetas. Recordar es lo único que les queda a esos seres que han sido despojados de todo. Tener recuerdos es lo único que les importa y lo que vale la pena.
Pareciera que solo es posible conservar la memoria si se hacen ‘copias de seguridad’. ¿Los cyborgs podrán conservar sus ‘bases de datos’? ¿Habrá alguna posibilidad de retener los recuerdos que sostienen su insignificante existencia?
Pocas páginas que dicen mucho
En sus escasas 32 páginas, Reminiscencia propone una trama profunda que, en un presente líquido como en el que vivimos, nos guiará ineludiblemente a la reflexión.
Vivimos tiempos convulsionados, en el que recibimos muchísima información. Sin embargo, la mayoría de lo que acontece es pasatista y parece desvanecerse. Todo pasa al mismo tiempo y nos cuesta retener lo que acontece, los detalles y las verdades. Lo que les pasa a los cyborgs hace eco en nuestras experiencias: y nos habla del olvido en un presente en el que pareciera existir un cierto interés en que se evite el acto de recordar.
La autora nos hace preguntarnos por lo que le pasa a nuestros cuerpos cuándo nos resulta imposible acceder a nuestros recuerdos. Y esto ocurre porque es una obra que nos retrotrae a un trauma que remite a un pasado muy reciente, que resulta elemental no olvidar. Reminiscencia deja claro que olvidar significa perder el rumbo y el horizonte. La pérdida de la memoria lleva a olvidar quiénes somos, es decir, nuestra identidad.
En el medio de todo este planteo filosófico, están los cyborgs, que nos remiten al tema de la inteligencia artificial. ¿Acaso son esos seres el reflejo de esos ‘bots’ y programas inteligentes que nos preocupan tanto y han llevado a tantas discusiones? Los cyborgs nos preguntan por el límite entre la naturaleza y lo artificial, y por esa dicotomía entre la humanidad y las máquinas, temas muy en boga en estos últimos tiempos.
Una propuesta estética y narrativa cargada de emotividad
Para contar su historia, Amorela apela a una propuesta estética muy delicada y cuidada en la que el color lo es todo. Se trata de un trabajo hecho en risografía, una de las técnicas predilectas de la editorial, a dos tintas, en azul y rosado. Serán esos tonos y sus diferentes mezclas lo que aportará a esa atmósfera distópica pero al mismo tiempo llena de ternura.
Se trata de un trabajo lleno de emotividad. Reminiscencia nos mantendrá al borde de las lágrimas, ya sea por la gestualidad y la mirada de los cyborgs como por las palabras que elige la autora para contar la historia.
Los ojos y todas las poses de los cuerpos inspiran desasosiego. En todas las viñetas, los cyborgs parecen cabizbajos, pensativos y perdidos en el limbo del olvido. Entendemos que todes son una comunidad, algo que veremos en esas viñetas en las que la autora presenta personajes que se enredan para construir un equipo desde la gestualidad. Los entornos que construye la autora hacen lo suyo y representan de manera muy adecuada el escenario postapocalíptico.
El uso de la retórica es un aspecto central dentro de la propuesta estética y artística de la autora. No solo porque pone en palabras las emociones de esos personajes perdidos en su olvido y su memoria, sino porque marca la dinámica y el ritmo de la obra. Es la elocuencia con la que Amorela cuenta la historia lo que lleva a una lectura pausada y sentida; y lo que permite poner el foco en la palabra bella a la vez que disfrutar de la fusión de las tintas y del arte.