Finalizó una nueva edición del Concurso de Cortometrajes Inclusivos Eduardo Pavlovsky 2023. El evento de competencia audiovisual fue organizado por la Fundación Pertenecer y la Asociación AFAMP (Asociación de Familiares y Amigos de Personas con Discapacidad Intelectual), quienes apuestan por la inclusión social para que las personas no se queden fuera de la sociedad y puedan participar de diferentes actividades.
Ambas instituciones buscan combatir la exclusión social generando actitudes de cambio a través de herramientas que fomenten el pensamiento crítico y la reflexión.
Para la Fundación Pertenecer, la exclusión social es una situación que dificulta la participación de una persona o grupo de personas en la sociedad. Por eso, junto a la Asociación AFAMP, de España, apuestan por trabajar sobre la inclusión social promoviendo de manera conjunta el desarrollo de actividades, como es el concurso de cortos inclusivos.
La idea principal es generar conciencia social, fomentando una actitud crítica ante los propios actos de cada uno. Según informan, todos los días se posiciona a les demás en determinados lugares. A fuerza de repetición, se produce angustia, padecimiento, aislamiento, identificaciones disfuncionales, resentimiento, y otras formaciones patológicas en las que queda sumido el sujeto y su entorno.
Con la realización de cortos sobre inclusión social pretenden que se planteen situaciones en las que, sin darse cuenta, se excluye a otras personas del entorno. Esto puede ser por considerar que no forman parte del mismo estilo de vida, de la misma forma de pensar, de las creencias y convicciones o que no tienen capacidades suficientes para realizar actos al igual que nosotros mismos.
Cortos Inclusivos en los que todes participan
Durante el Festival de Cortos Inclusivos se proyectaron los 5 cortometrajes más representativos en torno a la inclusión. El Corto Nº 5, “Expectativa vs realidad”, fue realizado por jóvenes y terapeutas del taller de teatro que brinda la Fundación. El audiovisual trata sobre los diversos conflictos sociales que hay en la inserción laboral de las personas con discapacidad.
“Sin risas no hay chiste”, el Corto Nº4, fue realizado por alumnes de la escuela secundaria Instituto MG. Allí abordaron la problemática del bullying dentro del aula, y cómo la discriminación muchas veces esta normalizada en el vocabulario.
Por otro lado, el Corto Nº 3, “Revuelto gramajo” fue codirigido por Mariela Elizabeth Robles y Ulises Milea. Les directores decidieron mostrar el posicionamiento de la mujer y la disminución de la empatía. Se trata de un cortometraje que brinda un mensaje que queda resonando en cada espectadore.
En cuanto al Corto Nº2, “Espaldas dobladas”, dirigido por Hernán David López, se retrata la lucha por el trabajo digno, el dolor y la oscuridad que por décadas se padece.
Por último, el Corto Nº1: “Amor es amor” realizado por Maxi Ricciardi y Leo Bromberg, recuerda lo importante que es el amor y todo lo que brinda esa expansión de pensamientos y ese sentir que se manifiesta en nosotres.
Cortometrajes para incluir
Nota al Pie conversó con Nicolás Quiroga, Coordinador Operativo de Tareas dentro del marco terapéutico de la Fundación Pertenecer.
“El concurso de cortos inclusivos Eduardo Pavlovsky nace en el 2016 con el objetivo de que la comunidad pueda repensar y repensarse en las acciones cotidianas buscando reflexión, planteo y cuestionamiento ante la problemática de exclusión social que muchas personas padecen”, comenzó Quiroga. Además, explicó: “Al realizar un cortometraje sobre inclusión social, intentamos ponernos en el lugar del otro, donde muchas veces excluimos por ser diferente”.
“A lo largo de estos 8 años, el concurso ha ido creciendo. Se recibieron 20 cortometrajes en el 2016 y, en este año, se recibieron 100. No solo fueron de la República Argentina, sino de Latinoamérica en general y países del viejo mundo”, indicó.
Durante estos años, la productora recibió cortos con diferentes problemáticas sociales como violencia de género, homofobia, clases sociales, bullying, obsolescencia, discapacidad, consumo, discriminación.
“Hemos recibido cortometrajes testimoniales donde cuentan sus vivencias e historias grabando con un teléfono celular, siendo partes al igual que cualquier productora audiovisual del concurso”. En ese sentido sostuvo que el proyecto también “ha repercutido en escuelas rurales, centros de día, instituciones, productoras audiovisuales y grupos familiares”.
Un correcto abordaje de la inclusión
La temática central de los cortos es la inclusión. Sin embargo, esta inclusión debe abordarse desde una mirada amplia de la palabra. Esto quiere decir que la inclusión se toma “desde la diversidad sexual, la violencia de género, las clases sociales, las etnias, la discapacidad, entre otras. Cada participante puede abordar el tema con una idea original que aborde la inclusión”, comentó el Coordinador.
Cabe destacar que, entre los 5 cortometrajes presentados en el festival, se tuvo en cuenta que, más allá de la reflexión de la inclusión, los audiovisuales deben realizarse “cuidando que los mensajes realizados no expongan a ningún grupo o minoridad a posiciones vulnerables, contrarias al espíritu de este concurso”, aclaró Quiroga.
Otro aspecto importante es el grado de inclusión comunicativa del proyecto. “Se espera que las escenas tengan una riqueza comunicativa tal, que permitan ser comprendidas por la mayor cantidad de personas. Esto no implica simpleza, sino más bien complejidad, dado que las escenas pueden enriquecerse a modo de tener niveles discursivos, abstractos y simbólicos, al tiempo que concretos y literales, sin perder la profundidad y pluralidad deseada”, finalizó.