El sábado por la noche, jugadoras de vóley del Club Atlético Temperley que participaban de un torneo, desarrollado durante el fin de semana en Villa Gesell, cenaban en el restaurante Puerto de Palos. Sin embargo, una situación convirtió una jornada normal en una pesadilla.
La hija de una de las competidoras, de tan solo diez años, volvió del baño angustiada y le contó a su mamá que vio un celular que la apuntaba mientras estaba en el baño.
El acusado de filmar es Jorge Guardamagna, un empresario organizador de eventos deportivos. El sospechoso era el único que se hallaba en el baño al momento en que fueron a revisar. Según allegades de la menor, el hombre conocía bien el lugar “porque la filmó desde una ventana interna del baño de hombres que comunica con el baño de mujeres”.
Un fin de semana de terror en Villa Gesell
Cada fin de semana, la ciudad organiza un torneo para una categoría distinta, siendo este el de las competencias para la categoría libre.
En diálogo con Nota al Pie, la coordinadora de vóley del club, Agustina Denuble, explicó: “Estábamos cenando en el restaurante que nos asigna el tour y la hija de mi compañera subió al baño y bajó corriendo gritando que la habían estado filmando”.
Agustina fue de las primeras personas que llegó al lugar de los hechos y fue quien encontró un acceso único al baño de mujeres desde el baño de hombres, el cual se daba mediante una ventana pequeña. “Si sacabas la mano por el baño de hombres ya podías entrar al otro baño”, afirmó la coordinadora.
En el baño de hombres se encontraba Guardamagna, quien habló con las mujeres y les dijo que no vio entrar ni salir a nadie desde que él ingresó. “Le pedimos a Jorge que nos preste el celular para confirmar que no tenía nada que ver; en realidad, no queríamos que así fuese, pero la nena seguía sosteniendo su relato y estaba muy angustiada”, aseguró.
Cuando Guardamagna sacó el teléfono la niña lo reconoció, pero al revisar la galería no encontraron nada. Había eliminado la grabación por lo que, en un segundo pedido del teléfono, hallaron los videos en la papelera del dispositivo. A raíz de esto, procedieron a dar aviso a la policía.
El empresario organiza torneos de vóley de mayores desde hace 30 años y también está a cargo de los certámenes de jugadoras menores de edad. Al momento de revisar su teléfono, luego de ser secuestrado por la policía, se hallaron fotos de otras niñas en ropa interior.
Guardamagna fue detenido por efectives de la Comisaría Primera de Villa Gessell de la Policía Bonaerense, ante la multiplicidad de pruebas en su contra. Sin embargo, Agustina señaló que él “tuvo una actitud nula”, ya que no volvió a hablar ni se defendió.
“La nena todavía no tuvo que declarar, esperamos que con las declaraciones de los demás y las pruebas encontradas sea suficiente”, expresó.
El comunicado de la Federación Metropolitana de Voleibol
A través de un comunicado publicado en sus redes sociales, la Federación Metropolitana de Voleibol (FMV) repudió los hechos ocurridos.
“Las pruebas son contundentes y las acciones realizadas prima facie por el principal organizador del torneo son totalmente inaceptables”, sostuvo. “Nuestra más profunda solidaridad con la menor que resultase víctima y su familia, y nos ponemos a su entera disposición, tanto con ellas como con el club afectado”, remarcó la Federación.
Luego agregó: “Deseamos que la Justicia actúe de forma rápida y contundente, y que de ser encontrado culpable se lo condene con todo el peso de la ley”.
A su vez, explicaron que la federación no participa del torneo, pero sí “presta históricamente colaboración con la organización del mismo, como de tantos otros, ya que muchísimas instituciones afiliadas eligen estos eventos para llevar a competir a sus equipos”.
Para concluir, la FMV manifestó: “Que el accionar totalmente repudiable de una persona, no manche este hermoso deporte. Seguimos y seguiremos luchando por un deporte con un ambiente seguro y sano para todos/as sus participantes”.
La importancia de poder hablar
Hechos como los de este fin de semana son, lamentablemente, moneda corriente en todos los ámbitos donde los niños se desenvuelven. Pese a que es preciso no naturalizarlo, sí es necesario utilizar las herramientas a nuestro alcance para combatir este tipo de delitos.
La implementación de la Ley de Educación Sexual Integral en todos los niveles educativos es, además de un derecho para niñes y adolescentes, promotora de conocimientos científicos y socialmente significativos. Además, ayuda a les chiques a comprender el proceso de crecimiento, los cambios de su cuerpo y a sentirse acompañades en el cuidado de su salud.
En Argentina, según UNICEF, el 80% de los abusos ocurren en el hogar y son cometidos por familiares o personas cercanas a las víctimas. A fines de 2019, el Ministerio Público Tutelar porteño reveló que entre el 70 y el 80% de niñes y adolescentes, de entre 12 y 14 años, que fueron víctimas o testigues de abusos, y que fueron entrevistados en el ministerio, pudieron reconocer el delito tras recibir clases de Educación Sexual Integral (ESI).