El cannabidiol (CBD), un componente no psicoactivo del cannabis, está emergiendo como un prometedor bloqueador de virus. Un equipo de investigación de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) realizó un estudio que no solo demostró la eficacia del CBD contra el virus Zika (ZIKV), sino que también reveló su capacidad para combatir una variedad de la enfermedad, lo que abre un nuevo camino en la búsqueda de tratamientos antivirales.
El equipo liderado por Cybele García, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y directora del Laboratorio de Estrategias Antivirales (LEA) de Exactas UBA junto a Agostina Marquez, Bioquímica graduada de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), descubrieron que el CBD no ataca directamente a los virus, sino que altera las células al modificar las membranas celulares
Esto las hace más rígidas al desplazar el colesterol, lo que dificulta tanto la entrada de virus en las células como su salida después de replicarse. En este sentido, que el CBD actúe directamente sobre las células podría ser el principal mecanismo de su actividad antiviral de amplio espectro.
Además, el equipo de investigación confirmó que el cannabidiol no solo inhibe la replicación del virus Zika en diferentes tipos de células en cultivo, sino que también tiene un efecto similar en otros similares como el dengue y el virus de la fiebre amarilla. De manera sorprendente, el CBD también demostró su eficacia contra virus de estructuras muy diferentes, como el herpes, el poliovirus y el adenovirus.
Aunque se requieren más estudios para confirmarlo, la investigación representa la primera demostración in vitro de la efectividad del CBD como antiviral. Además, la realización de ensayos clínicos del cannabis y su autorización para uso terapéutico en varios países podría allanar el camino para la aplicación del cannabidiol como tratamiento antiviral.
El CBD actúa modificando las células
El equipo de investigación compuesto por Cybele García y su estudiante de doctorado Agostina Marquez reveló el potencial del cannabidiol (CBD) como un prometedor candidato antiviral.
El proyecto original de Marquez se centraba en la búsqueda de estrategias antivirales dirigidas al virus Zika. Sin embargo, el panorama de la investigación dio un giro inesperado con la llegada de la pandemia de COVID-19.
Durante el período de aislamiento, Márquez, quien originalmente tenía planeado mudarse a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) para realizar su doctorado en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, se vio obligada a quedarse en Mar del Plata, donde se dedicó a llevar a cabo simulaciones bioinformáticas.
Fue durante este tiempo que sus investigaciones condujeron a un descubrimiento inesperado: el cannabidiol como un posible candidato para bloquear el virus Zika. Aunque este hallazgo no fue inicialmente contemplado y se basó en una lista de compuestos naturales con potencial inhibidor del virus, motivó al equipo a profundizar aún más en esta nueva dirección de estudio.
A pesar de que varios estudios respaldan que el cannabidiol estimula la respuesta inmunológica celular al promover la producción de interferón, una sustancia generada de manera natural por nuestro sistema inmunológico, el equipo dirigido por García llevó a cabo experimentos adicionales y observó que el cannabidiol también actúa como agente antiviral en sistemas celulares donde este compuesto no se produce.
Al darse cuenta de que el interferón no podía ser el responsable del efecto antiviral del cannabidiol, surgió la idea de que debía tratarse de un factor restrictivo común para todos los virus. En su búsqueda de respuestas, tras revisar extensamente la literatura científica y examinar numerosos artículos, encontraron un estudio biofísico que proporcionaba una posible explicación.
El mismo sugería que el cannabidiol se inserta en las membranas celulares desplazando el colesterol y, como consecuencia, disminuyendo la fluidez de dichas membranas, volviéndolas más compactas y rígidas. Con el propósito de validar esta suposición, llevaron a cabo investigaciones utilizando técnicas de microscopía en las que efectivamente se confirmó que las membranas tratadas con cannabidiol presentaban una permeabilidad alterada a los virus.
El CBD inhibe los virus Chikungunya y Zika
En los últimos años, el cannabidiol captó la atención por su notable capacidad antioxidante y su impacto en diversas funciones biológicas. Por otro lado, el virus Zika, transmitido principalmente por mosquitos Aedes aegypti, causa preocupación debido a su conexión con enfermedades neurológicas graves, como la microcefalia y el síndrome de Guillain-Barré. A pesar de un aumento reciente en brotes de este virus, hasta ahora no se han desarrollado vacunas ni tratamientos específicos para combatir la infección por ZIKV.
El objetivo principal del estudio reciente fue investigar la capacidad antiviral del CBD en el contexto del ZIKV y, además, ampliar la investigación para evaluar su efectividad contra otros virus. Esta investigación se llevó a cabo en cultivos celulares, donde se infectaron células con diferentes tipos de virus, algunos con envoltura y otros sin ella, y luego se trataron con concentraciones de CBD que no resultaron tóxicas para las células. Se buscaba determinar cómo el CBD afectaba la replicación viral y si tenía algún efecto sobre el sistema inmunológico.
Los resultados del estudio fueron asombrosos. El CBD demostró una potente actividad antiviral contra todos los virus probados, incluido el ZIKV, en diversas líneas celulares. Además, las concentraciones efectivas indicaron que el CBD fue eficaz en dosis relativamente bajas.
En este sentido, se observó que el CBD tiene un efecto inmunomodulador positivo durante las infecciones por ZIKV, estimulando la producción de interferón-beta, una molécula clave en la respuesta antiviral, sin inducir respuestas inflamatorias perjudiciales.
Otro hallazgo importante fue que el CBD afectaba las membranas celulares, lo que tenía un impacto en la multiplicación de los virus. Las células tratadas con CBD mostraron cambios en la intensidad de fluorescencia de sus membranas, y también se observó una reducción en los niveles de colesterol intracelular, lo que influyó en la replicación viral.