El domingo, a través de un comunicado publicado por el Consejo Nacional para la Protección de la Patria, Níger celebró “el nuevo paso hacia la soberanía” luego del anuncio de que tanto las tropas francesas como el embajador de Francia en ese país, Sylvain Itté, se retiraran de su suelo a finales de este año. Según el gobierno del Estado africano, el hecho representa “un momento histórico que atestigua la voluntad del pueblo nigerino”.
En este sentido, el Consejo señaló que “las fuerzas neocolonialistas e imperialistas no son bienvenidas en territorio nacional” e indicó que “cualquier persona, estructura e institución” que amenace los intereses de Níger “tendrá que abandonar la tierra de nuestros antepasados, les guste o no”.
La retirada francesa
En una entrevista con France 2, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció este domingo el retiro de suelo nigerino tanto del emisario francés como de las 1.500 tropas francesas estacionadas en la región. “En las próximas horas, nuestro embajador en Níger, junto con el personal diplomático, regresará a Francia”, declaró el mandatario europeo.
Del mismo modo, Macron explicó la decisión tomada por su gobierno al alegar: “No estamos aquí para ser rehenes de los golpistas”. Al mismo tiempo, detalló que la retirada de las tropas francesas se organizará en las próximas semanas para terminar con la presencia militar en Níger a finales de 2023.
En esa clave, el Jefe de Estado francés sostuvo que su país continuará respaldando al continente africano en la lucha contra el terrorismo pero sólo “si es a petición de autoridades elegidas de manera democrática”. Sin embargo, Macron también reconoció que su país no puede ni debe intervenir en asuntos internos de los países africanos e indicó que “el África francesa no existe”.
Ese mismo domingo, antes del anuncio francés, el gobierno nigerino tomó la decisión de cerrar el espacio aéreo a los anuncios provenientes de la nación gobernada por Macron. No obstante, la tensión entre ambos países tuvo su máximo pico cuando, a finales de agosto, la junta militar de Níger retiró las credenciales e inmunidad diplomática del embajador francés.
Una alianza en el Sahel
El pasado 16 de septiembre, las juntas militares de Níger, Burkina Faso y Mali anunciaron la creación de la Alianza de Estados del Sahel (AES), una coalición defensiva de carácter regional. El acuerdo, de enorme trascendencia e importancia, abre también la posibilidad de que otros Estados que compartan las mismas realidades geográficas, políticas o socioculturales puedan incorporarse a la flamante alianza.
Del mismo modo, se estableció una arquitectura de defensa colectiva, incluida la asistencia mutua, como así también la firma de un compromiso para combatir el terrorismo en todas sus formas en la región. Según expresó la organización, uno de los objetivos más importantes es no sólo la prevención sino también la resolución de cualquier tipo de ataque armado en la zona.
“Cualquier ataque a la soberanía o a la integridad territorial de una o más partes firmantes será considerada como una agresión contra las otras partes, dando lugar a un deber de asistencia, incluído el uso de la fuerza armada para garantizar la seguridad”, sostiene una de sus cláusulas.
De esta manera, mediante el acuerdo se consolida e institucionaliza una alianza que había dado sus primeras muestras de unidad regional frente a la amenaza de intervención militar en Níger por parte de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), un espacio aliado de Occidente.