“Los Mosqueteros… del Rey” regresa a la cartelera porteña el próximo 24 de agosto a las 20.30, en el Teatro Astral (Avenida Corrientes 1639, CABA). En esta ocasión, la obra será protagonizada por Nicolás Cabré, Fredy Villarreal, Jorge Suárez y Nicolás Scarpino. Las entradas pueden adquirirse en la la boletería del teatro o a través del siguiente link.
Las funciones de este agosto se realizarán el jueves 24 a las 20:30, el viernes 25 a 20. el sábado 26 a las 20, el domingo 27 a las 18:30 y el jueves 31 a las 20:30.
Además. habrán tres funciones en septiembre: el viernes 1 y el sábado 2 a las 20, y domingo 3 a las 18:30. Las entradas van desde $7500 a $8000.
La comedia se estrenó en junio de 1991 con Miguel Ángel Solá, Hugo Arana, Darío Grandinetti y Juan Leyrado. Además, se trata de la primera obra argentina en recibir el auspicio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) por difundir la solidaridad y la amistad.
“Los Mosqueteros…del Rey” comenzó como un espectáculo para las infancias, pero luego se transformó en la pieza preferida de les adultes debido a su humor y ocurrencias.
La trama gira alrededor de 4 actores que tratan de dar inicio a una función. Sin embargo, algunos incidentes, como olvidarse la letra, se los impiden. Dichas complicaciones se incrementan y los protagonistas se ven obligados a tomar una decisión radical.
Una charla con el artífice de la obra
Previo al debut de la obra, Nota al Pie dialogó con su autor y director, Manuel González Gil. El creador del espectáculo es reconocido por tener más de 70 obras en su haber y más de 40 años de carrera.
La primera presentación de “Los Mosqueteros del Rey” fue hace más de 20 años, ¿cómo vivís la mutación de la obra respecto al elenco?
La obra la escribí en 1980 y estrené con el Grupo Catarsis, en el Teatro Presidente Alvear de Buenos Aires. Diez años después la volví a presentar en el Paseo La Plaza con Miguel Ángel Solá, Hugo Arana, Darío Grandinetti y Juan Leyrado. Los convencí de actuar para un público infantil y al mes, la obra se convirtió en un éxito del público adulto.
La vio todo el grupo familiar, estuvo 5 años en cartel con temporadas en Mar del Plata, Buenos Aires, Carlos Paz, y dos giras a nivel nacional. Hace 4 años, la estrené en México con primeras figuras de ese país con excelente repercusión. Este año, el elenco fue muy pensado; estoy contento de haberlos reunido.
¿Los textos tuvieron algún cambio de acuerdo a los tiempos actuales?
Las modificaciones no están dadas por el tiempo, sino por las características de los jugadores. Cada uno de los protagonistas da su impronta y capacidad lúdica.
Es la primera obra argentina en recibir auspicio de la UNESCO por promover la solidaridad y amistad. ¿Qué nos podes decir de eso?
Sí, el proceso de trabajo que hicimos en 1991 tuvo características únicas y propias. Fue un trabajo atípico en cuanto a su elaboración porque fue producida por el mismo equipo creativo y nunca tuvo productores.
Trabajaste anteriormente con Nicolás Cabré y Nico Scarpino, pero con les otres actores es la primera vez
Sí, por ejemplo con Jorge no trabajé aunque lo convoqué para hacerlo no menos de 10 veces. Por suerte, esta vez el personaje de Athos logró tentarlo, pudo y quiso ser del elenco.
Con Nicolás Cabré trabajamos en “Me duele una mujer”. Es un inmenso placer que hiciera de Porthos y aceptó.
Respecto a Scarpino, trabajé muchas veces pero estuvo trabajando en Madrid, y no fue fácil convencerlo. Lo llamé para que formará parte componiendo a D’Artagnan.
A Fredy Villarreal lo conocí haciendo “Los 39 escalones”, le pedí que asumiera el rol de Aramís porque reunía las características para el personaje.
La obra tiene chistes que evocan al humor de antaño…
Sí, un humor sano con el que toda la familia se reirá del mismo chiste sin tener diferentes interpretaciones. La obra es un canto a la amistad que triunfa siempre ante la adversidad.