La reconfiguración de las relaciones en el mundo continúa dando que hablar, sobre todo en la relación, cada vez más cercana y extensa, que tienen Rusia y China. Esta cooperación nunca fue bien vista por la comunidad internacional y sobre todo por la guerra comercial iniciada por Estados Unidos contra el país asiático.
A pesar de las “sanciones” impuestas a Rusia (más de 10.000), el comercio bilateral entre ambos países creció a pasos agigantados en los últimos años. El volumen total del comercio pasó de 68.000 millones de dólares en el año 2015 a 195.000 millones en el año 2022, creciendo más de 20% por año, según informó PIA.
Más allá de mantener un aliado diplomático en medio del aislamiento internacional en el que se encuentra sumergido, Moscú se apoya en el gigante asiático en un intento por salir a flote de las sanciones financieras impuestas desde Occidente por el conflicto armado con su país vecino.
Steve Tsang, director del Instituto de China de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos (SOAS) en Londres, explicó esta situación: “Dado que las sanciones contra Rusia brindan nuevas oportunidades para China, no sorprende que China esté feliz de participar activa y proactivamente en términos económicos con Rusia”.
En abril de este año, las exportaciones continuaron creciendo, pero esta vez un 153% más que un año atrás, tras haberse duplicado en marzo, según informaron desde las aduanas chinas. Además, se prevé que los envíos de energía de Rusia a China aumenten un 40% este año.
Si la tendencia de crecimiento se mantiene, el objetivo de 200.000 millones de dólares de comercio entre China y Rusia establecido por los líderes de ambos países en 2023 se completará antes de lo previsto, e incluso podría alcanzar los 250.000 millones de dólares.
Palabras y visitas claves
Li Qang, el primer ministro chino, dijo que China está dispuesta a trabajar con Rusia para promover la cooperación en distintos campos y elevarla a un “nuevo nivel sin precedentes”. Las declaraciones se dieron tras la última visita del primer ministro ruso, Mikhail Mishustin.
En una visita previa a Moscú, Li señaló como objetivo “demostrar al mundo exterior la firme determinación de reforzar la cooperación estratégica entre las fuerzas armadas chinas y rusas”, según informó la agencia de noticias AFP.
Por su parte, Xi Jinping enfatizó que China está dispuesta a continuar apoyándose mutua y firmemente con Rusia en las cuestiones tocantes a sus respectivos intereses medulares y reforzar la colaboración en escenarios multilaterales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), los BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) y el Grupo de los Veinte (G20).
«Hoy, las relaciones entre Rusia y China se encuentran en un alto nivel, sin precedentes», afirmó el primer ministro ruso tras firmar una serie de pactos económicos en Beijing, donde fue recibido con honores y sostuvo encuentros con su homólogo Li Qiang y el presidente chino Xi Jinping.
La visita de Mishustin el mes pasado fue de marcado contenido económico. En ella se firmaron nuevos acuerdos comerciales para profundizar la cooperación en materia de inversión en servicios comerciales, exportación de productos agrícolas a China y otro sobre cooperación deportiva, según informó Reuters.
Un salvavidas para Rusia
En medio de la guerra Ucrania y Rusia, este último ha sido bloqueado y sancionado por todo occidente. Cabe recordar el corte de suministro de gas a todo Europa, lo que derivó en una crisis energética; el presunto sabotaje de Estados Unidos al gasoducto Nord Stream en el Mar Báltico, entre otras.
En esta nueva reconfiguración, en febrero de este año Vladimir Putin y Xi Jinping cerraron acuerdos comerciales de un nuevo oleoducto que se ubicará en la Isla de Sajalín situada al norte de la isla japonesa Hakkoaido.
La clave está en que el intercambio comercial entre ambos países aumentó exponencialmente como resultado de la guerra, vendiendo el gas más barato y dejando de lado el dólar estadounidense, centrándose en el yuan como principal moneda.
“Estamos a favor de utilizar el yuan chino para los acuerdos entre Rusia y los países de Asia, África y América Latina”, dijo Putín tras la última reunión. Además, informaron que Rusia seguirá suministrando petróleo, gas natural, así como carbón y electricidad a China.
Por otro lado, Moscú trasladó gran parte de sus exportaciones a China, lo cual elevó el porcentaje del comercio bilateral entre ambos en un 30%. Incluso, se produjo un sorpresivo viaje a China de Emmanuel Macron, presidente de Francia, para llevar a cabo una “asociación estratégica global con China”, según el mandatario.
Las relaciones entre Rusia y China viven un momento “dulce”. Desde la invasión rusa a Ucrania, que China nunca condenó, el comercio entre ambos se disparó, sobre todo movido por las recientes importaciones de hidrocarburos rusos por parte del gigante asiático.