De forma reciente, la Bolsa de Comercio de Rosario lanzó un informe del crecimiento del consumo per cápita en Argentina. A partir de ello, el instituto considera que podría haber un aumento del 4,2 % con respecto al 2022.
Según el estudio, cada habitante consumiría en 2023 un total de 4,0 y 3,4 kg por encima de los promedios de los últimos 5 y 10 años.
El análisis se realizó solo tomando al sector asalariado privado, por lo cual no implica el dato de monotributistas, trabajadores autónomes, y el sector público. A su vez, contempla los datos del consumo según la Subsecretaría de Ganadería y Producción Animal, de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Una mejora en el consumo
Para dar cuenta de un incremento, la Bolsa de Comercio rosarina emplea un análisis comparativo de la carne vacuna con otras carnes como la aviar y porcina, las cuales tendrían un rol sustitutivo. Es así cómo explican que desde 2002 la carne vacuna perdió representación en la canasta de consumo. En 2016, el consumo se registró de forma pareja para las tres carnes, mientras que hace 2 años, la carne vacuna retomó la delantera.
Asimismo, consideran que el papel de la capacidad adquisitiva de los salarios con respecto al producto es un indicador del cambio. En 2021, con una remuneración bruta promedio en el sector asalariado se podía comprar 134 kg, mientras que este año cabría la capacidad de comprar 163,5 kg de forma anual.
A partir de esos factores sostienen que hay una recuperación a corto plazo, ya que el poder de compra de las remuneraciones en términos de carne todavía se encuentra casi 10 kg por debajo del promedio de los últimos 10 años.
Si bien el informe no lo menciona, el consumo de carne podría estar debajo de lo que era hace 10 años, debido a que con el correr de los años el consumo de alimentos en Argentina cambió. Además, se puede agregar la cuestión inflacionaria en relación a los precios de la carne, siendo puntera en esta materia la de origen vacuno.
El consumo de alimentos en Argentina
En cuanto a la alimentación en general en el territorio argentino nos podemos encontrar con las estadísticas brindadas por la Fundación COLSECOR. Desde su investigación se pudo observar que el 83% manifestó consumir carne y pollo, y el 90% de les encuestades manifestó consumir verduras semanalmente.
El tipo de carne más consumida fue la vacuna, con un 48%. Sin embargo, no es la que se consume de forma diaria. Este lugar lo ocupa la carne aviar, la segunda más comprada, con un 36%.
En cuanto a otro tipo de alimentos que son ingeridos todos los días el “61% indicó ingerir lácteos, quesos y derivados, mientras que el 59% manifestó comer verduras. En esa línea, el 48% indicó que todos los días come galletas y panificados, el 43,8% frutas y el 35% huevos”.
Asimismo, el consumo de legumbres y frutos secos es elegido solo por el 10% de la población de forma diaria.
Con respecto al comportamiento en los habitos alimenticios, el informe explicó que hay una tendencia a bajar la cantidad de carne en el consumo. En este sentido, arrojó que el 35% come porciones más chicas, mientras que el 28% sustituyó la carne por vegetales y alimentos basados en plantas (como hamburguesas o salchichas) o que selecciona un día en el que no consume carne.
Estas prácticas son más comunes en las ciudades de más de 100.000 habitantes (34% y 30% respectivamente), frente a 18% y 24% en las ciudades de menos de 10.000 habitantes.
Los índices de precios barriales
Uno de los factores que generó el descenso del consumo se debió al alza de los precios en las carnes, de forma puntual en la vacuna. Desde del Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) analizaron las últimas subas de la canasta de alimentos en los barrios populares, lo que brindó información acerca de los desafíos de la clase baja para hacer frente a la inflación.
En ese sentido, el instituto aseguró que mayo fue un mes en el que los precios se moderaron. A pesar de eso, la evolución del salario mínimo y la jubilación mínima continúa en desventaja.
Según el Isepci, en los cinco primeros meses de 2023 el salario aumentó 36,41% , y la jubilación 20,5%; mientras la Canasta Básica Total (CBT) subió 46,35% y los alimentos básicos se incrementaron 49,63%.