La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) trató por primera vez en una audiencia pública la situación de una mujer a quien se le prohibió abortar a pesar de que su vida corría peligro. El famoso caso ocurrió en 2013 cuando Beatriz tenía 22 años y se le impidió ejercer su derecho a interrumpir voluntariamente el embarazo.
Pero la historia de la joven se remonta un año atrás, cuando con un hijo de 9 meses y severas dificultades económicas, le diagnosticaron Lupus. A los pocos meses se enteró que estaba embarazada por segunda vez y tras las primeras ecografías, 15 médiques le recomendaron abortar, ya que el feto crecía sin cráneo ni cerebro y era un peligro para su salud.
A pesar de los avisos de que si llegaba al parto moriría, el Estado de El Salvador desestimó las recomendaciones de les profesionales. Cabe recordar que en el país de Centro América el aborto está penalizado sin excepciones desde 1998. Es por ese motivo que a Beatriz no se le permitió hacer uso de la interrupción voluntaria del embarazo.
El Salvador acumuló, desde que modificó su Código Penal en 1998 y endureció su legislación sobre aborto, recomendaciones de diversos órganos y hasta de otros Estados. Además, esto incluyó un fallo condenatorio histórico de esta misma Corte IDH. Aún así, la legislación antiaborto más restrictiva del continente condena a las mujeres con penas de hasta 50 años.
En mayo de 2013, 13 semanas después del pedido de Beatriz, la CIDH instó a que terminaran el embarazo y el Estado accedió a practicarle una cesárea. El feto falleció a las cinco horas. Como consecuencia de la intervención tardía, la salud de Beatriz se debilitó de forma extrema y falleció cuatro años después.
Una audiencia histórica
La CIDH convocó a una audiencia pública el miércoles 22 y el jueves 23 de marzo para resolver el emblemático caso. Esto podría significar un antes y un después, ya que obligaría a El Salvador a modificar su legislación en la materia.
A través de un comunicado, la CIDH explicó: “El caso se relaciona con las alegadas violaciones a los derechos de Beatriz y su familia debido a la supuesta prohibición absoluta de la interrupción voluntaria del embarazo en El Salvador”. Y agregó que esto “presuntamente impidió que tuviera la posibilidad de acceder a una interrupción legal, temprana y oportuna al tratarse de una situación de alegado riesgo a la vida, salud e integridad personal”.
En el mismo aseguraron: “Entre otras cosas, se aduce que en el presente caso confluyeron en forma interseccional múltiples factores de vulnerabilidad y riesgo de discriminación asociados a la condición de mujer joven y persona en situación de pobreza”.
Julissa Mantilla Falcón, Comisionada de la CIDH, fue una de las primeras hablantes y aseguró: “La CIDH determinó que el Estado resultó responsable por la afectación desproporcionada de múltiples derechos de Beatriz, por no brindarle tratamientos médicos oportunos y necesarios”.
Además, explicó: “La CIDH realizó un juicio de proporcionalidad y consideró que el marco normativo que criminaliza el aborto implicó la violación de los derechos a la vida, integridad, salud y vida privada de Beatriz”.
Otra de las voces más resonantes del primer día de audiencia fue la de Guillermo Antonio Ortíz, el médique que atendió a Beatriz en sus dos embarazos. En ese marco, Ortíz indicó: “Creo que le hicimos sufrir mucho y creo que tengo ese compromiso con la mamá y con la familia”. Por otra parte, pidió que lo que le pasó a la joven “no le vuelva a pasar a ninguna otra mujer”.
Declaraciones y repercusiones
Afuera del tribunal que lleva adelante la audiencia en San José, Costa Rica, había un centenar de mujeres y manifestantes esperando una resolución positiva. Distintas agrupaciones se nuclearon esperando que la CIDH ordene medidas de no repetición y genere cambios estructurales.
“Al conocer todas las violaciones de derechos que enfrentaron Beatriz y su familia, esperamos que el Estado salvadoreño sea condenado”, declaró en rueda de prensa Sara García, integrante de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico (Acdatee).
“Espero que mi ejemplo sirva para que otras mujeres no pasen por lo que yo sufrí”, escribió Beatriz en una carta a mediados de 2013. Ese deseo, tal vez se haga realidad este año.
Por otro lado, quien se pronunció en sus redes sociales fue Alejandra Coll, abogada perteneciente al colectivo del Centro de los Derechos Reproductivos. “La voluntad de las mujeres en la vida reproductiva es un tema esquivo no solo en el derecho, sino también en la medicina”, escribió.
“Hay mucha mezquindad en el abordaje anti derechos sobre la salud mental. Hoy le echaron la culpa a la familia de Beatriz de las afectaciones a salud mental que ella vivió. Según el Estado sus familiares la “estresaron” porque le decían que iba a morir. Impresentable y ruin”, sostuvo Coll.
Concluidos los alegatos de la defensa y la parte querellante el día jueves, finalizó una audiencia histórica que puede cambiar el curso de la historia de un país. Se prevé que el proceso comenzado en San José de Costa Rica tenga su sentencia en los próximos seis meses.