El fútbol está lleno de componentes que conforman su esencia y uno de ellos son las cábalas o frases hechas que han permanecido a lo largo de la historia. Se dice desde hace tiempo que el fútbol siempre da revancha y en el ascenso de Italia pueden corroborarlo. El club Catania logró ascender a la Serie C a poco menos de un año de su refundación. De este modo, alcanzó la primera hazaña deportiva tras 452 días desde que se declaró en bancarrota.
En medio de una gran reestructuración deportiva e institucional, el conjunto italiano ascendió a la tercera categoría con seis fechas de antelación. El último fin de semana goleó 4-1 a Canicatti como visitante y así concretó su regreso a la tercera división. La victoria le permitió consolidarse como líder absoluto del Grupo I en la Serie D, donde cosechó 75 puntos. En total, acumuló 24 triunfos, 3 igualdades y 1 derrota, lo que le sirvió para sacarle 22 unidades a su escolta.
Con la idea de retornar a la élite del fútbol italiano, el Catania comenzó a escribir su nueva historia con este ascenso y va por más. El 22 de julio de 2022 tuvo su refundación con el nombre de Catania SSD (Catania Societa Sportiva Dilettantistica) bajo un nuevo propietario.
El Pelligra Group, encabezado por Ross Pelligra, es una empresa australiana dedicada a la construcción que se encargó del renacer de la institución.
Antes de su actual identidad, el club tuvo otros dos nombres, de los cuales el que más tiempo mantuvo fue el de Calcio Catania desde 1946. En su haber se registran varios andares por el ascenso italiano, y en total solo estuvo 17 temporadas en la Serie A. Su última estadía en la máxima división fue en la campaña 2013-2014 y su consagración más importante fue en la Serie B, durante la temporada 1953-1954.
Un destino previsto
Catania nunca estuvo entre los grandes del fútbol italiano pero, tras su quinto ascenso a la primera división en 2006-2007, logró su mayor estadía con 8 temporadas. Es así que superó los seis años que estuvo desde 1960 a 1966, lo que significó, bajo la conducción de Carmelo Di Bella, su segundo ascenso.
Sin embargo, durante su último tramo en la élite demostró tener severos problemas económicos y legales con su mayor accionista, el empresario Antonino Pulvirenti.
Más allá de la popularidad que tomó después de 2010 por las masivas contrataciones de futbolistas argentinos, no pudo evitar lo que se veía venir. Llegó a tener 14 argentinos en un plantel y 25 en total, además de Diego Simeone como entrenador. Con el descenso consumado en 2014, Pulvirenti fue detenido al siguiente año por su presunta implicación en una red de arreglo de partidos.
En 2016, la institución sufrió el descenso a la Serie C y de manera posterior se declaró en concurso de acreedores. En 2020, fue adquirida por un consorcio de empresarios que intentó venderla al dirigente Joe Tacopina, aunque sin éxito.
Las deudas de Catania eran tan grandes que, en diciembre de 2021, se declaró en bancarrota y, 4 meses después, fue expulsado de la liga profesional con dos fechas por disputarse.
Al respecto, fue Francesco Ghirelli, presidente de la Lega Pro, quien informó en aquel momento la decisión de la desvinculación del club: “Con gran pena, debo señalar que la terminación del ejercicio provisional durante la temporada regular causa un daño grave al campeonato de la Serie C”, declaró.
Sobre esto agregó: “Esta es una situación que, como presidente de la Liga, nunca quise vivir”. Por lo que el 9 de abril de 2022, el Tribunal de Etna ordenó la detención de la actividad deportiva de Catania Calcio.
Un fenómeno deportivo que es costumbre en Italia
El fútbol no para de modernizarse con las nuevas tecnologías, pero hay algo en él que no se modifica y es que los clubes aún son manejados dentro de una economía. Esta misma situación puede llevar a la institución a mejorar sus ingresos, como a perderlos y caer en el peor destino posible: la bancarrota.
A lo largo de la historia existieron casos de clubes que quebraron por no poder afrontar sus deudas o problemas legales, aunque en Italia es moneda corriente.
El fútbol italiano cuenta con normas estrictas que se diferencian de otras ligas europeas. Dentro de esas reglas, los clubes no pueden inscribirse para jugar una nueva temporada si no mostrás una viabilidad y continuidad del club.
Lo que implica también el pagar a tiempo los salarios y estar al día con las deudas de la institución. La historia revela que en los últimos 20 años más de 150 clubes desaparecieron a causa de problemas económicos.
Muchos equipos de peso sufrieron ese desenlace fatal o estuvieron cerca de hacerlo. Tanto Milan, como Inter estuvieron al borde de caer en números rojos.
El “Rosoneri” se salvó luego de que en 2017 Silvio Berlusconi dejara el club y lo vendiera en 740 millones de euros a un grupo chino.
Por su parte, el “Nerazzurri” debió recurrir a la venta de dos de sus grandes estrellas para salvarse del abismo económico: Achraf Hakimi y Romelu Lukaku.
Entre las víctimas de las reglas del fútbol italiano están clubes populares como Livorno, Novara, Carpi, Palermo, Hellas Verona y Parma. En el primer caso, la institución peleaba de manera constante la permanencia hasta la temporada 2013-2014, cuando descendió. En 2021 el Livorno quebró, por lo que debió refundarse y comenzar desde cero en la quinta división.
Uno de los casos más resonantes en el país fue el del Parma que se declaró en quiebra en 2015. Actualmente, dicho equipo pudo restablecerse de nuevo en la Serie A, pero en su momento causó mucho revuelo a nivel mundial.
Por su parte, Palermo fue declarado en bancarrota en 2019, tres meses después de ser desafiliado de la Serie B. Debió resurgir desde abajo e iniciar su nueva historia en la Serie D. Sin embargo, en la actualidad está en la segunda categoría.
Por último, Hellas Verona también fue desafiliado en 2021, aunque esta temporada ya está en la Serie A.