En el marco del Mes de la Mujer, la directora Florencia García Long llega al Cine Gaumont (Avenida Rivadavia 1635, CABA) con la historia de Karina Miguel, la primera mujer gitana en recibirse de abogada. Se trata del film “Ella va de largo”, que tuvo su estreno el pasado jueves 16 y se proyectará hasta el 22 de marzo todos los días a partir de las 20.
“Ella va de largo” y un mensaje sobre la identidad
El film trae a la actualidad la vida de Karina Miguel, oriunda de Chaco pero viviendo en Neuquén, quien fue la primera mujer gitana en recibirse de abogada en la Argentina.
“Ella va de largo” deja ver de manera íntima y especial diálogos entre generaciones de mujeres gitanas que conversan acerca de la transmisión, la pertenencia y la ruptura. Asimismo, es una película donde sus integrantes se observan y analizan sobre quiénes son, y quienes pueden y quieren ser.
Esta historia y su reciente largometraje nace del interés de Florencia García Long por sus raíces gitanas. Además, la directora es licenciada en psicología recibida en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Para conocer en profundidad, Nota al Pie dialogó con ella, quien relató cómo fue crear el guión del film, por qué decidió el nombre de «Ella va de largo” y si el film podría ser también sobre ella y su proceso de identidad.
¿Cómo fue crear el guión del film?
En particular me convocó el camino de Karina, la primera mujer Gitana en recibirse de abogada en el país. Fue un proceso vital de ruptura de mandatos y de transformación, encarnado por una mujer que siempre es más difícil y más aún en una sociedad tradicionalista y patriarcal.
Ser mujer es difícil en general, ya sea para acceder a ciertos lugares, a la legitimación, a portar la voz. Por otro lado, siempre me interesó la exploración de esa diversidad, nos enriquece sumergirnos en ella.
Como mujer me identifico con esa otra mujer que va logrando espacios. Es en esa diversidad donde nos encontramos frente a un espejo que nos permite conocernos más.
Teniendo en cuenta la historia, ¿por qué decidió el nombre de «Ella va de largo»?
“Ella va de largo” es el modo en que las gitanas se refieren a llevar sus polleras largas. Es una manera de hablar de su identidad.
Karina, en cada acto público de reconocimiento, como cuando le dieron el título, cuando fue reconocida como mujer destacada, en el acceso al Consejo de la Magistratura como primera mujer en acceder a ese cargo, ella fue de largo, fue con su ropa gitana. Eso es un acto de afirmación cultural e identitaria.
¿Qué busca generar en les espectadores?
Es una invitación a encontrarse con un universo de intimidad en un contexto distinto, atípico y con otras reglas pero en el que operan, de todas formas, la interioridad, la emocionalidad, los deseos, los proyectos, las búsquedas y las luchas.
Asimismo, visibiliza y le pone voz a mujeres que forman parte de una cultura que está bastante invisibilizada y que a nuestra comunidad, en la que vivimos, le cuesta mucho reconocerla como una cultura propia. La película pretende generar preguntas y sacudir un poco ciertos prejuicios.
¿Se podría decir que el film habla en parte sobre usted y su proceso de identidad?
Transitar la adversidad es algo que marcó a mi familia tras exiliarnos en Suecia en la época de la dictadura cívico-militar que imperaba en Argentina. Pero también transitamos mantener fuerte nuestro núcleo, lugar que nos sostuvo.
Incluso, tanto Karina como nosotros, tuvimos un contexto adverso pero un refugio al fin. En lo personal me sentí muy reflejada en la búsqueda de esos elementos que hacen a la pertenencia.
Indagué una historia para la que justamente esa identidad está en crisis, a la vez que está definiéndose también: se puede ser abogada sin dejar de ser gitana. Hoy Karina se encuentra en un lugar distinto pero igualmente piensa en el legado para las próximas generaciones de mujeres gitanas. Esta lucha es por eso mismo: seguir siendo y lograr experimentar la posibilidad de redefinirse.