El pasado jueves 2 de marzo llegó a las salas nacionales un film ganador de varios premios internacionales. Se trata de “Cómo complacer a una mujer”, una producción con guión y dirección de la australiana Renée Webster.
La directora, desde el humor y la ironía, enseña a hombres y mujeres cómo pueden perfeccionar la comunicación entre sí. Otro de los ejes del film es la sexualidad femenina en la madurez, lo cual genera un espacio de reflexión y debate. Además, plantea que quizá es preferible estar del mismo lado en el deseo de pasarlo mejor, dentro y fuera de la cama.
Sobre «Cómo complacer a una mujer»
La trama de esta sensual comedia se centra en Gina, una mujer de edad media, que se encuentra atrapada en un matrimonio sin sexo y un trabajo agobiante. La protagonista rompe la rutina al practicar natación en el mar con un grupo de amigas. Serán ellas quienes para su cumpleaños le regalen una nueva y desafiante experiencia.
De este modo, un joven y musculoso stripper aparece en su puerta y trata de hacerle un show frente a sus vecines. Gina se ve horrorizada y avergonzada por la situación. Pero su regalo no termina ahí, el hombre le comenta que tiene dos horas de su tiempo para hacer lo que ella quiera. La agasajada, de manera irónica, le expresa que le gustaría que limpiara su casa sin camiseta y el joven acepta. Es en ese momento donde la protagonista descubre que la idea de dominar a un hombre le despierta placer.
Tiempo después, Gina es despedida de su oficina en una supuesta reducción de personal. Por esta razón, compra una empresa de mudanzas que está a punto de ser liquidada. A partir de entonces, crea un negocio en donde los hombres limpian las casas de las mujeres. Sin embargo, pronto se da cuenta que sus clientas buscan otra cosa y amplía el abanico de servicios, ya que si estas últimas lo desean, los muchachos pueden proporcionarles favores sexuales.
Un elenco a su altura
A pesar de ser una producción australiana, quien se encarga de darle vida al revolucionario personaje principal es la actriz inglesa Sally Phillips. Esta decisión resulta un acierto, ya que gracias a ella la película resulta encantadora. Phillips sabe mezclar la cuota justa de drama y comicidad. De este modo logra grandes momentos como cuando se baña en el mar tras ser rechazada por su marido, interpretado con acierto por Cameron Daddo. Una escena que resulta conmovedora y logra darle a este personaje un carácter muy representativo.
Otra interpretación solvente es la de Erik Thomson, quien interpreta al expropietario de la empresa de mudanzas, que se convierte en un inexperto empleado de la nueva compañía de limpieza. Representa un personaje sufrido y, al mismo tiempo, da espacio para que el espectador visualice que el hombre puede cambiar y tomar conciencia del lugar de la mujer.
El resto del elenco está compuesto por Kameron Hood, Alexander England, Myles Pollard, Nina Young, Caroline Brazier y Tasma Walton.
El deseo femenino como terreno de debate
La película a simple vista quizá resulte sexista. Sin embargo, deja al descubierto que el mundo se maneja bajo una mirada e ideal masculino. En este film se busca hablar de sexo de manera honesta, y exponer que las mujeres merecen darse espacio para el placer sexual cuando quieran. Quizá la premisa de esta mujer casada sin suerte en su matrimonio sea en un principio la excusa para plantear y defender el deseo femenino.
El hecho de que ese universo se expanda y muestre los variados anhelos de las mujeres, se vuelve una celebración de lo femenino, en donde todo se plasma con respeto y mucha libertad. En este sentido, ninguna de las mujeres del film se representa como desesperada o indeseable por no ser capaz de conseguir el sexo que desea.
Por otra parte, tal vez sea un error promocionar esta película como una producción para mujeres. Ya que en realidad resulta enriquecedor para toda persona que quiera entender cómo complacer a una mujer.
Desde una premisa liviana, en la película reinan situaciones de parodia, pero también hay giros que otorgan profundidad. No cabe duda de que esta comedia australiana arroja algo de positividad sobre un tema que a menudo se pasa por alto y el hecho de que las protagonistas sean señoras que tengan entre 40 y 50 años la vuelve aún más refrescante. En definitiva, “Cómo complacer a una mujer” es una película que rinde homenaje a las mujeres.