En los últimos días circuló la noticia de que vecines de Villa Lugano, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), cortaron la Autopista Dellepiane en un fuerte reclamo luego de cuatro días sin luz y largas horas sin agua. Frente a esta deficiencia de los servicios durante semanas de altas temperaturas, las autoridades no sólo no atendieron los reclamos sino que respondieron con represión policial.
Además de sufrir constantes cortes de energía, les usuaries deberán enfrentar nuevos aumentos en las tarifas. La Secretaría de Energía confirmó incrementos en abril y junio, a causa de la quita de subsidios por la implementación de la segmentación tarifaria.
En este contexto, es preciso resaltar que el ministerio de Economía de la Nación acordó condonar la deuda millonaria de las distribuidoras de energía Edenor y Edesur. Al respecto, el titular de la Asociación de Defensa de los Derechos de Usuarios y Consumidores (ADDUC), Osvaldo Bassano, contó a Nota al Pie el entramado detrás de la operación, que resulta en un servicio caro y deficiente para les usuaries.
La privatización y el negocio de las empresas de energía
El origen de esta problemática se remonta a la privatización de las empresas de energía durante la década de 1990. A partir de entonces, el sistema eléctrico se dividió en tres tramos: generación, transmisión y distribución por región.
En enero, las distribuidoras llegaron a un acuerdo con el gobierno de Alberto Fernández para refinanciar la deuda acumulada. Del total de $219.615 millones, ambas empresas deberán pagar sólo $80.210 millones en 96 cuotas.
El titular de la ADDUC manifestó que “la deuda que tienen Edesur y Edenor con Cammesa es por los precios de generación, que son precios internacionales que subsidia el Estado pero que lamentablemente no son los precios reales. Son una estructura costo del doble, triple, o cuádruple del valor real que si se tomaría el valor de extracción de gas en boca de pozo o la generación de megavatios que es un costo inferior’’.
Por lo tanto, “estas empresas tienen ganancias superlativas y a su vez tienen autopréstamos. Es decir, Edesur y Edenor prestan a sí mismas, porque sus terminales le prestan dinero y de esta manera tienen deudas eternas por valores que no tienen nada que ver con la realidad. El Estado y el consumidor terminan pagando cifras que son excesivas”, explicó Bassano.
Con respecto al entramado detrás de esto, el entrevistado explicó que “por ejemplo, Edesur, tiene autopréstamos a favor de ENEL, que es una empresa internacional administrada por la familia Caputo. Ahora quiere autocomprarse conjuntamente con Macri y quedarse con Edesur para que después no tengamos nunca más energía eléctrica”.
¿De qué manera afecta esto a les usuaries?
Debido a las razones mencionadas, les usuaries pagan “una energía mucho más cara con un servicio muy malo. Edesur, Edenor y todas las empresas distribuidoras han comprado el servicio a valores de garantía de ganancia, con subsidio del Estado y socialización de deudas por la Ley de Gas y la Ley de Energía; entonces las obras las hace el Estado y ellos no invierten”, planteó Bassano.
Esto resulta en que la situación de las empresas sea de un colapso total, “sin empleados, sin mantenimiento y sin estructura, y sin cableado ni maquinarias para mantener el servicio de distribución”. A esto se suma “la estafa energética que significa pagar de más la energía como la estamos pagando”.
A su vez, el diputado nacional electo Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista/FIT Unidad), se pronunció respecto a cómo los cortes de luz afectan a los distintos sectores de la sociedad. “Las empresas privatizadas Edesur y Edenor no garantizan el esencial suministro de luz, fundamentalmente en los barrios populares, afectando al pueblo trabajador, niñas y niños, ancianos y electro dependientes, mientras sí lo hacen en los countries, barrios privados y en las empresas”, denunció.
Los nuevos aumentos
El incremento de las tarifas se verá reflejado en las facturas de usuaries residenciales en dos cuotas, en los meses de abril y junio. Para el Nivel 1, compuesto por población de altos ingresos, los aumentos serán hasta los $410. En el caso de los niveles 2 y 3, de recursos bajos con Tarifa Social y de recursos medios, los aumentos llegarán a los $360. Con esta readecuación de los subsidios, finaliza la segunda etapa de la segmentación tarifaria.
La secretaria de Energía, Flavia Royón, planteó que “el 2023 va a ser un año de transición en donde se van a requerir importaciones de energía. Hacia 2024 y 2025 vamos a tener una matriz energética más competitiva con gas argentino. Tenemos que seguir cuidando la energía. No vamos a tener aumentos hasta octubre para los segmentos de bajos ingresos. Vamos a seguir acompañando a los pequeños comercios”.