El músico Ras Musta, oriundo de la localidad de Lomas de Zamora, vuelve al ámbito musical con su tercer disco de estudio titulado Si no suma, que no reste. A través de la combinación de géneros, se introduce en el pop rock y el reggae.
Asimismo, este nuevo álbum está integrado por un total de ocho canciones inéditas. Es un disco que viene acompañado de historias, sentimientos y experiencias, con la música como gran instrumento para su alma y corazón.
Desde el 2004 en el ámbito musical
El joven artista se inició en la música allá por el 2004, con su banda de rock Dueños Del Destino. Años después, en 2007, conoce a Jorge Minetti, tras un anuncio en el que buscaban cantante para un grupo de reggae. De esa unión surge Mustaffa Reggae Metal.
Esta nueva banda le permitió grandes oportunidades, como compartir escenario con grupos musicales como Gondwana, Riddim y Kameleba. Así, se desarrolló como uno de los grandes artistas que empezaron desde abajo a transitar por diferentes proyectos del género.
Sin ir más lejos, en 2015, gracias al DJ Hernán Groove, comenzó su carrera solista como Ras Musta. En diálogo con Nota al Pie, el artista oriundo de Lomas de Zamora, relató su proceso de creación musical e, incluso, por qué combina el reggae y el pop rock. Además, explicó a qué se debe el nombre en el álbum Si no suma, que no reste.
¿A qué se debe el nombre del álbum, “Si no suma, que no reste”?
Si no suma, que no reste es la conclusión de una etapa emocionalmente correcta para pasar a lo incorrecto de ser “egoísta” uno mismo. Incluso, a pesar del amor que uno siente por los demás, “acá me estoy poniendo primero en mis sentimientos y necesidades”. Si no suma es la materialización del amor propio, que por lo general es algo muy difícil de encontrar.
¿Cómo fueron compuestas las ocho canciones?
Por lo general, mi música sale de historias y sentimientos que tengo guardados, aquellos que no tengo presente. En mi proceso de composición uso mucho el improvisar e ir sacando lo que tengo adentro.
Incluso, cada canción es un reflejo de algo que no sabía que estaba pasándome. Uno de los temas del disco dice: “No sé lo que compongo hasta que le doy play”. Para ello uso mucho mi celular como grabador de voz.
Después, hay dos temas del disco que amo mucho porque son de amigos de la vida y quería tener la oportunidad de cantarlos en algún momento. Esos temas son “Perdido” de Nelson Paladea y “Charango” de Jorge Minetti. Para mí es un honor poder cantar temas que ellos crearon tan hermosamente.
¿Qué tipo de inspiración le generó la pandemia? Y, ¿por qué la combinación del reggae y el pop rock?
En mis comienzos en la música, el rock y punk estuvieron presentes. Después, la vida me llevó al reggae, género que amo inmensamente y me trajo muchas alegrías musicales. Pero en este disco entendí que quería hacer toda la música que amo, pero sin tener un género único. Es decir, poder expresarme sin límites.
Por eso decidí volver un poco a mis raíces musicales y combinar ambos mundos. El predominante de mi música son mis vivencias y mis historias. Y, ¿quien no sufrió por amor? De la vida y el amor es de donde sale el material para cada tema que compongo.
¿Qué reacción espera del público oyente?
Mi único propósito es poder tocar el corazón de las personas que se sientan identificadas con mis letras: yo con eso soy absolutamente feliz. En mi caso, la pandemia fue productiva, ya que era una persona que escapaba de estar en casa solo. Incluso me incomodaba estar conmigo.
A decir verdad, todo cambió en esos meses en los que me fui encontrando y aprendiendo a estar conmigo. De aprender a conocerme terminó saliendo Si no suma, que no reste . No sé si fue productivo musicalmente, pero sí lo fue personalmente.