El pasado domingo 1° de enero, Lula da Silva asumió de forma oficial como presidente de Brasil. Durante sus primeros discursos nombró al género como una de las cuestiones principales en su gobierno. En este sentido, se espera que se preste especial atención a la materia, al contrario de lo ocurrido con su antecesor Jair Bolsonaro.
En su primer discurso como jefe del ejecutivo brasileño, da Silva afirmó: “Es inaceptable que las mujeres cobren menos que los hombres por el mismo trabajo”. También, agregó: “Es inaceptable que sean acosadas impunemente en la calle y en el trabajo. Que sean víctimas de la violencia dentro y fuera del hogar”.
Además, el presidente condenó el creciente número de femicidios. Por otra parte, aseguró que su gestión combatirá “todas las desigualdades: las de la riqueza, las del acceso a la salud y la educación y las de género”.
En ese sentido, desde un comienzo se anunció la vuelta del Ministerio de Asuntos de la Mujer, con Aparecida Gonçalves a la cabeza. El mismo reemplazará al Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos de la época bolsonarista.
Desde el 2019, cuando Jair Bolsonaro se convirtió en el presidente del país vecino, los asuntos de género sufren un gran retroceso. ¿En qué condiciones se encuentran las mujeres y diversidades tras el fin de la gestión bolsonarista?
Femicidios y violencia de género en Brasil
Los números de esta problemática en Brasil son alarmantes. Según un estudio del Fórum Brasileño de Seguridad Pública, durante el primer semestre de 2022 se registraron 699 femicidios. Esta cifra equivale a un promedio de 3,8 por día.
Por otro lado, el informe mostró que el número de violaciones de niñas y mujeres en Brasil subió un 4,46 % en el primer semestre de este año, hasta 29.285 casos. De esta forma, el indicador retornó al nivel previo a la pandemia. Con esos datos, se calcula una violación cada nueve minutos.
A través de un comunicado, la directora del Fórum, Samira Bueno, expresó: “Los datos muestran que la violencia contra las mujeres aumentó en los últimos cuatro años“. Agregó que esto ocurrió “al mismo tiempo en que la inversión en políticas públicas para protegerlas fue deliberadamente reducida”.
En 2022, el gobierno brasileño invirtió 5 millones de reales en programas para enfrentar la violencia contra la mujer. Respecto a ello, la organización de Samira Bueno denunció que es el menor valor en los últimos cuatro años.
Cabe mencionar que Brasil cuenta con una ley que penaliza la violencia doméstica o familiar contra la mujer. La misma se denomina Ley “Maria da Penha” y contempla actos de violencia física, psicológica, sexual, patrimonial y moral. En abril de este año, la justicia brasileña decidió, para un caso juzgado, que la legislación proteja a mujeres trans. Pese a ello, se espera que esto siente precedentes para futuros casos.
¿Y las diversidades sexuales?
La situación de las personas del colectivo LGTB+ en Brasil es de una invisibilización aún mayor. En plena campaña electoral, el medio de comunicación Universa analizó cuáles eran las propuestas para la comunidad de les principales candidates a presidente.
Los resultados fueron escasos. En esta línea, la abogada Luanda Pires, especialista en relaciones gubernamentales, derecho antidiscriminatorio y diversidad, sostuvo: “son planes gubernamentales superficiales; que todavía ponen en un segundo plano las necesidades de las personas LGBTQIA+“. “En la práctica, los candidatos entienden que necesitan hablar del tema; pero no se comprometen con esas agendas”, aseguró.
En ese momento, Lula Da Silva habló sobre el derecho a la salud y a la educación, y la lucha contra la homofobia y la transfobia. En cambio, durante el gobierno de Bolsonaro se desmanteló el Consejo Nacional de Lucha contra la Discriminación LGBT+. En esta línea, Universa también destacó que el Ministerio de la Mujer, Familia y Derechos Humanos no invirtió en políticas públicas para garantizar protección o ampliación de derechos.
Cabe recordar que el ex presidente expresó dichos homofóbicos durante su campaña y su mandato. A pocos meses de su asunción, en abril de 2019, declaró sobre su país: «Si quieres venir a tener sexo con una mujer, adelante. Pero no podemos dejar que este lugar sea conocido como un paraíso para el turismo gay. Tenemos familias».
Esa y otras situaciones similares colaboraron con el aumento en la violencia contra las diversidades sexuales. Un informe de la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (Antra) señaló que en 2020 se registraron 184 muertes violentas de brasileñes integrantes del colectivo LGBT+.
Por otra parte, en el 2022 el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) realizó la Encuesta Nacional de Salud (ENS). Por primera vez, el estudio contempló la orientación sexual de les encuestades. Así, se declararon lesbianas, gays o bisexuales más de 2,9 millones de personas de 18 años o más.
Según el IBGE, dicha cifra puede ser inferior a la realidad. El instituto señaló como razones de esto, el estigma y los prejuicios de la sociedad que hacen que las personas no se sientan seguras al declarar su orientación sexual. También, indicaron la falta de familiaridad con los términos utilizados en la encuesta.
En esta edición, el cuestionario sólo abordó la orientación sexual. Es decir, no recogió datos sobre la identidad de género, lo cual no quita que pueda incluirse en próximas ocasiones.
Diversidad de género en la política
El acto de asunción de Lula da Silva comenzó con un guiño a las mujeres y minorías. Quien le colocó la banda presidencial fue Aline Sousa, de 33 años, cooperativista y cartonera desde niña. Es por ello y sus declaraciones que se espera que el nuevo gobierno le preste mucha más atención no solo a las problemáticas de género, sino también a las de las clases sociales más desfavorecidas.
Otro punto a resaltar es la conformación del gabinete, donde 11 de los 37 cargos ministeriales son ocupados por mujeres. Entre ellas están las dos personas que deberán encargarse de una cartera clave en el gobierno de Lula: el medio ambiente y la política climática.
De esta manera, la ex ministra Marina Silva, volverá a dirigir el Ministerio de Medio Ambiente. Junto a ella estará la activista indígena Sonia Guajajara, máxima mandataria del Ministerio de Pueblos Indígenas.
Por su parte, la ministra de Igualdad Étnica, Anielle Franco, quiere reforzar los derechos de la población negra. Cabe mencionar que es hermana de Marielle Franco, política asesinada en marzo de 2018. En tanto, la feminista Aparecida Gonçalves es la nueva Ministra de Asuntos de la Mujer de Brasil.
Completan el equipo femenino Simone Tebet, en el área de Planificación; Nísia Trindade en Sanidad; Daniela Do Waguinho en Turismo; Luciana Santos en Ciencia y Tecnología; Esther Dweck en Gestión; Margareth Menezes en Cultura y Ana Moser en Deportes.