“El Plan Cóndor invadiendo mi nido” reza una canción de Residente llamada Latinoamérica y no pudo estar más en lo cierto. Como todo 22 de diciembre, se cumple el aniversario del hallazgo de los famosos “Archivos del Terror”, esta vez, 30 años del descubrimiento.
Los documentos prueban el pacto criminal que coordinó las acciones de represión de las dictaduras militares en Latinoamérica entre los años 1970 y 1980. Estos son considerados como la colección más importante de documentos recuperados sobre el terrorismo de estado en el continente.
La periodista argentina Stella Calloni explicó al detalle cómo se produjo el hallazgo en manos de un juez paraguayo, José Fernández, y el ex prisionero político, Martín Almada. Ellos entraron a la comisaría a buscar los archivos policiales de este último y se encontraron con algo totalmente inesperado.
“Lo que encontraron en su lugar fueron décadas de historia documental sobre la represión en Paraguay y otros países. También encontraron registros de la cooperación de la inteligencia estadounidense con las dictaduras de la región, incluida la paraguaya”, relató Calloni
Ese 22 de diciembre de 1992 se encontraron cerca de 700.000 páginas de documentos secretos, los cuales probaron la existencia del Plan Cóndor y su injerencia directa en las dictaduras de aquella época.
Entre los archivos más destacados, se hallaron: fichas de detenides, detenides-desaparecides, informes confidenciales de delatores, pedidos de búsqueda de gobiernos, autoridades militares y policiales de los países de la región y declaraciones de detenidos.
Además de controles a partidos políticos, grupos estudiantiles, sindicales, religiosos, controles telefónicos y vigilancia domiciliaria, entrega de prisioneros, grabaciones de conferencias, discursos, programas radiales y fotografías de opositores políticos, inclusive de niños y adolescentes detenidos y torturados.
El día después
El hallazgo de estos documentos fue trascendental para avanzar en los juicios contra represores de las últimas dictaduras en este lado del mapa. Almada sirvió como perito en los Juicios contra las dictaduras de Argentina y Uruguay en los Tribunales de París, Francia.
También hizo su aporte al país: Los Juicios por la Verdad en Argentina por la apropiación de niñes contaron con las pruebas provenientes de los Archivos del Terror. Incluso, la Megacausa Cóndor se apoyó en documentos microfilmados presentados por los familiares querellantes.
En esta última mencionada, el veredicto fue certero gracias al aporte de dichos Archivos: “El Cóndor fue un plan sistemático de eliminación de personas que actuó mediante la coordinación de los gobiernos de la región”.
El entramado del Plan Cóndor
El Plan Cóndor actuó en casi todos los países de la región. En Bolivia desembocó la dictadura derechista de Hugo Bánzer en 1971. El golpe de Pinochet de 1973 en Chile interrumpió el experimento socialista de Salvador Allende. Ese mismo año, la prolongada democracia de Uruguay finalizó cuando el presidente Juan María Bordaberry clausuró el Parlamento y encaminó al país hacia la dictadura.
La violencia política tras el retorno y la muerte de Juan Domingo Perón desembocó en la perversa dictadura cívico-militar derechista argentina en 1976 encabezada por Jorge Rafael Videla y Emilio Massera.
En Paraguay, la cosa fue a peor. Desde 1954 el General Alfredo Stroessner, que tomó el poder con un golpe, impuso una estructura social feudal y represiva y ofreció su hospitalidad a nazis sin residencia fija y traficantes de drogas bien conectados. Su dictadura duró nada más y nada menos que 35 años.
Se estima que lo generado por la represión en el Cono Sur fue de unos 50.000 asesinatos, 30.000 desaparecides, la mayoría en Argentina, y 400.000 encarcelades. Entre les asesinades y les desaparecides se cuentan, de manera oficial, 3.000 niñes.