Activistas de la ONG Anhimalia realizaron una manifestación pacífica frente a una sucursal de la heladería Chungo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Su reclamo exige a la empresa que publique y aplique una política de bienestar animal para su cadena de suministro de huevos.
Quienes se acercaron al local de Villa Urquiza podían ver en la puerta una pieza de arte de protesta. Una gran maqueta de un vaso de helado tenía encima un huevo con manchas de sangre. Además, les activistas mostraron pancartas y repartieron folletos con información.
La ONG Anhimalia le pide a la cadena de heladerías Chungo que anuncie una política de bienestar animal. Esta debería prohibir el uso de huevos provenientes de sistemas que tengan a las gallinas hacinadas en baterías de jaulas.
La campaña también implica una petición en Change.org que explica que “cada año en Argentina 48 millones de gallinas se encuentran en confinamiento como parte de la producción de huevos. Viven toda su vida en un espacio equivalente al tamaño de una hoja A4, sin poder siquiera abrir completamente sus alas”. En este contexto, exige que Chungo asuma un compromiso libre de jaulas, y ya casi 3800 personas la firmaron.
Nota al Pie dialogó con Guido Stramana, director de Anhimalia para conocer más sobre la acción activista. “Decidimos montar una maqueta de un helado con un huevo gigante manchado con sangre. Representa el sufrimiento de las gallinas que son parte de uno de los sistemas de producción más crueles que existen: las jaulas en batería”, explicó.
Diferentes sistemas de producción
Chungo es una cadena de heladerías que tiene locales en CABA y ciudades de la provincia de Buenos Aires. En su página web aseguran: “Desde nuestros inicios asumimos el compromiso de desarrollar productos con la más alta calidad, con ingredientes naturales minuciosamente seleccionados y elaborados a través de cuidadosos procesos productivos acompañados de la mejor tecnología”.
Pero, ¿cómo seleccionan los huevos con los que confeccionan su helado? Pertenecen al estilo de producción que se conoce como baterías de jaulas. “Allí, las gallinas viven hacinadas durante toda su vida, en un espacio menor que el que ocupa una hoja A4”, se lamentó Guido Stramana.
“En estos sistemas, las gallinas no pueden ejercer sus comportamientos naturales, tales como abrir sus alas, perchar y picotear”, continuó. Al respecto, aseveró que “los animales viven en situación de estrés, pierden el plumaje y presentan graves problemas óseos y malformaciones por falta de ejercicio”.
En la petición de Change.org, desde Anhimalia explican que esta clase de producción puede generar enfermedades. Por ejemplo, presenta mayor probabilidad de contaminación por salmonella en los huevos, lo que describen como “un peligro a la salud pública, especialmente para niños y personas mayores”.
No a las jaulas
Stramana puntualizó que existen varios sistemas libres de jaulas con mayores niveles de bienestar animal, tales como los aviarios y los sistemas camperos o de libre pastoreo.
“Si bien entendemos que continúa la explotación animal, estos estilos presentan mejores condiciones para los animales. Pueden ejercer la mayoría de sus comportamientos naturales, algo que no sucede en los sistemas de jaulas en batería”, explicó el activista.
Aunque la problemática existe hace mucho, es de forma reciente que se comenzó a conocer masivamente en la sociedad. Sobre todo gracias a diferentes organizaciones que velan por el cuidado de los animales.
“La mayor parte de la gente desconoce la crueldad detrás de la producción de huevos en nuestro país”, se lamentó el director de Anhimalia. En este sentido, remarcó “la importancia de informar a los consumidores sobre estas prácticas. El 90% de los huevos se consiguen por las jaulas en batería”.
Algunas empresas ya dejaron atrás este sistema. Entre las más conocidas se encuentran Freddo, Havanna y Café Martínez. Desde Anhimalia esperan que, dentro de poco, Chungo se sume a esa lista.
“Como parte de la campaña seguiremos manifestándonos de manera pacífica en diversas locaciones de Chungo”, prometió Stramana. Asimismo, manifestó: “Esperamos que la empresa reconsidere asumir un compromiso libre de jaulas en un futuro cercano”.