En el marco de la XII Reunión de Consultas Políticas de Alto Nivel entre Argentina y Francia, desarrollada en París, se realizó el intercambio de copias de archivos diplomáticos. De la instancia participaron el vicecanciller Pablo Tettamanti y su par francesa, la embajadora Anne-Marie Desôtes. Además, en el encuentro participaron Michèle Ramis, directora para las Américas y el Caribe de la Cancillería Francesa; Claudio Giacomino, director de Europa; y Leonardo Constantino, embajador argentino en Francia.
La cooperación en derechos humanos se encuadra en un extenso recorrido entre ambos países. El mismo involucra el caso de los represores Alfredo Astiz y Mario Sandoval.
Archivos desclasificados
Durante el encuentro, Desôtes le entregó al embajador argentino “documentos que contienen información valiosa relativa a violaciones de los derechos humanos cometidas en nuestro país”, informó Cancillería.
Dicho intercambio forma parte de un acuerdo sellado entre Francia y Argentina, firmado por el canciller Santiago Cafiero en la última reunión Unión Europea-Celac.
El Ministerio de Relaciones Exteriores resaltó el compromiso conjunto con el país galo en la promoción de los derechos humanos. El mismo es un eje que el Estado trabaja como política estratégica en las relaciones internacionales. “Constituye un aporte al esclarecimiento de hechos que conllevan una violación de los derechos humanos en el pasado reciente”, indicó el Palacio San Martín. A su vez, agregó que este tipo de acciones “serán de gran utilidad en la continuidad de los procesos de Memoria, Verdad y Justicia”.
Por otra parte, durante la reunión, los diplomáticos conversaron sobre cambio climático, diversidad, seguridad alimentaria, comercio bilateral y cooperación antártica. En ese sentido, el encuentro fue de utilidad para intercambiar visiones sobre el contexto geopolítico y la coyuntura latinoamericana, en un marco de crisis internacional.
Astiz y las monjas francesas
Alfredo Ignacio Astiz, conocido como el “Ángel Rubio”, es un militar argentino condenado por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar. Integró el Grupo de Tareas 3.3.2 que funcionaba en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y se infiltró en las organizaciones de derechos humanos como espía.
En este marco, fue autor del secuestro de doce personas y también responsable de la tortura y desaparición de dos monjas francesas, Alice Domon y Léonie Duquet, cometidos en diciembre de 1977 en la ESMA.
A fuerza del trabajo coordinado de los organismos de derechos humanos, avanzó la causa con la cooperación de Francia. El ex marino fue juzgado a partir del método jurídico del proceso penal «en ausencia». Esta herramienta se emplea en diferentes sistemas judiciales y se basa en la posibilidad de juzgar al imputado hasta la sentencia en los casos en que no se presenten ante el juez o tribunal correspondiente.
De esta manera, en 2011 Astiz fue condenado a perpetua por la Justicia argentina. A propósito de ello, a nivel nacional se avanza para incorporar esta figura en su sistema, lo que favorecería el desarrollo de las causas por crímenes de lesa humanidad, por ejemplo.
Sandoval y su huída a Francia
Mario Sandoval es el ex subinspector de la Policía Federal, juzgado por crímenes de lesa humanidad también durante la última dictadura cívico-militar. Autor del secuestro y la tortura del militante peronista Hernán Abriata, quien continúa desaparecido desde el operativo realizado en octubre de 1976.
A partir del restablecimiento democrático en 1983, Sandoval huyó a Francia cuando se iniciaba el proceso de investigación sobre el Terrorismo de Estado. Allí obtuvo la ciudadanía y se diplomó en temas de seguridad e inteligencia económica.
Familiares de Abriata presentaron una denuncia en su contra y el juez federal Sergio Torres presentó en 2012 la demanda en Francia para extraditar al ex policía. Aprobada por el Tribunal de apelación de París y el Tribunal de Casación francés, Sandoval fue trasladado el 16 de diciembre de 2019. Cabe mencionar que un año antes confirmaron ambas sentencias.
La Cancillería nacional expresó que su extradición fue expresión de “arduas gestiones diplomáticas” realizadas en conjunto entre áreas del Estado y la Embajada de la República de Francia desde el año 2012.