La consultora Analogías realizó un nuevo estudio de opinión pública nacional donde analizaron cuáles son las opiniones políticas. También se abordó qué expectativas económicas hay de cara al futuro. La encuesta fue realizado entre el 29 y el 31 de octubre; y arrojó algunos números que disparan diversas preguntas sobre el futuro de Argentina.
En principio, el apoyo hacia el Gobierno Nacional recuperó 5 puntos. De esa manera alcanzó los 38 puntos en total y volvió a los niveles de junio. Así, se ubicó en el valor promedio de las últimas 12 mediciones realizadas. Por otra parte, Alberto Fernández recuperó un porcentaje en cuanto a su imagen positiva: llegó nuevamente al 37% anual.
En cuanto a la economía y a las expectativas que las personas tienen con respecto al tema, el optimismo sobre la evolución del país en este sentido ronda el 28% de la muestra. Lo que demuestra que aún no se recuperan los niveles del 2021. Sin embargo, supera los índices del trimestre que fue desde abril a junio de este año, cuando la desorientación política y económica era total, y que culminó con la intempestiva renuncia del ministro de Economía, Martin Guzmán, a principios de julio.
Los datos de la encuesta que muestran la realidad
Las encuestas abordaron varias temáticas como: consumo de información, uso de redes sociales, y las medidas tomadas por el Estado durante la pandemia. A pesar del abanico de temas, los números más importantes son los que hacen referencia a la inversión pública, la recomposición de los salarios y los rumores sobre las propuestas de campaña de la oposición.
El atraso real de los salarios representa un alto nivel de demanda que quedó graficado en el análisis. Casi un 66% de la muestra se mostró a favor de un aumento de suma fija a todos los salarios registrados para producir una adecuación desindexada e instantánea de los sueldos. Según el informe, sólo un 18% respondió que no.
En esta línea, se aclara que les consultades en la encuesta sostuvieron un perfil de respuesta bastante homogéneo. Sin embargo, las preguntas se realizaron en distintos grupos de encuadramiento ideológico autodefinidos como de izquierda o derecha. También participaron quienes no se enmarcan en ningún grupo.
Otro eje central fue la discusión acerca de cómo y cuánto gasta el Sector público. También se incluyó cuánto recauda. De forma similar a como ocurre durante el debate de los proyectos de ley de Presupuesto General de Recursos y Gastos del Estado.
El debate se da en torno a la vigencia o no, de un ajuste contenido dentro del presupuesto nacional. Esto se da en un contexto condicionado por la vigencia del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que intenta pagar el extravagante préstamo solicitado por el expresidente Mauricio Macri.
Como consecuencia, el oficialismo no encuentra discursos para explicar las limitaciones que la estructura económica le impone. Tampoco encuentra una respuesta a cómo la situación no parece mejorar en demasía luego del acelerado ajuste productivo, salarial, cambiario, fiscal y monetario del Gobierno de Macri en 2018 y 2019.
Es así que el sistema político debe compatibilizar una demanda social de mayores o iguales inversiones del Estado, sin tener por ahora acuerdos respecto de donde obtener ingresos adicionales.
Privatizaciones ¿Sí o no?
La insistencia sobre revisar el complejo empresario estatal a la que hace referencia insistente Mauricio Macri, en forma de anticipo o método de legalización de un programa de ajuste radical, no parece encontrar un marco de opiniones que lo acompañe.
Un 55% de personas consultadas en la encuesta respondió que la inversión en empresas públicas debe ser “mayor o igual”; sólo un 26% indicó que se debe ajustar. En este sentido, las respuestas tienen un perfil ideológico bastante claro y quienes piden un ajuste se acumulan en el segmento abiertamente opositor.
Respecto de la privatización, un 42% respondió que las empresas públicas no deben ser privatizadas; el 38% que sí; y el 20% manifestó “no saber”. Esos mismos valores respecto del sistema previsional fueron 63% en contra de la privatización y 19% a favor.
De cara a lo que viene
Las condiciones actuales son adversas para el oficialismo. Sin embargo, los datos recaudados en la encuesta señalaron que, siguiendo las exigencias de la agenda pública, sería posible retomar el diálogo con quienes los votaron, pero luego cambiaron su postura.
El contexto en el que se presentará el proceso electoral del 2023 se ve de antemano polarizado. Asimismo, les representantes parecen no atender a las demandas sociales más estrictas.
En este sentido, la falta de respuesta por parte de les dirigentes alimenta al monstruo de la anti-política. Esta misma parece crecer velozmente mientras busca instalarse en la sociedad, con propuestas inauditas que representan una peligrosa y poco fiable salida.