Natalia Verónica Gulino, trabajadora estatal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) con discapacidad visual, lleva años tratando de visibilizar su lucha por un trabajo digno. Su caso, sin lugar a dudas, es uno de los ejemplos más claros de la lógica con la que Juntos por el Cambio lleva adelante la conducción del Gobierno porteño. Nota al Pie dialogó con Gulino para conocer en profundidad su reclamo.
Luego de años de sufrir la insensibilidad de las autoridades del Gobierno de la Ciudad, Gulino denunció penalmente a Horacio Rodríguez Larreta. Los motivos son: incumplimiento de los deberes de funcionario público, discriminacion, maltratos reiterados e, incluso, precarización laboral.
La trabajadora del Estado cuenta con 14 años de labor en la Comisión para la Plena Participación e Inclusión de las Personas con Discapacidad (COPIDIS). También presentó una demanda al Gobierno porteño en conceptos de salarios que no fueron pagados en tiempo y forma.
En este marco, con una situación laboral delicada, Natalia Gulino accedió a conversar con Nota al Pie para contar la lucha contra la injusticia que vive desde hace años a causa de la crueldad de las autoridades de la Ciudad.
Una lucha en terreno inclinado
En diálogo con Nota al Pie, en primer lugar, Gulino destacó las dificultades en el acceso a la Justicia durante estos años. “Tarde mucho en encontrar abogado porque nadie se quiere meter con el Estado”, aseguró la trabajadora. Sin embargo, luego de una ardua búsqueda, Gulino encontró la tutela jurídica del Dr. Luis Tagliapietra, padre de uno de los tripulantes fallecidos del ARA San Juan. También es director del Tags Group Estudio Juridico Integral.
Bajo su representación, Gulino presentó las demandas que pretenden terminar con años de derechos vulnerados por parte del Gobierno porteño. La causa sigue su curso, con las formalidades presentadas en las instancias correspondientes. En este sentido, la trabajadora estatal resaltó que “esta gente (las autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires) no está acostumbrada a que una persona discapacitada se haga valer”.
De esta manera, la denunciante advirtió que la insensibilidad con la que el Estado porteño se manejó durante estos años de reiterados reclamos es un mensaje sumamente negativo. “Si el mismo Estado, con toda la legislación que me respalda, no dignifica mi trabajo, ¿qué puedo hacer en el campo privado?” El Estado tiene que ser modelo para el privado”, afirmó Gulino.
En este sentido, sin mencionar casos individuales más allá del propio, Gulino remarcó que las lógicas de maltrato con los trabajadores estatales en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) “es algo sistemático”. Asimismo, manifestó que “mientras más pobre sos, peor te la hacen”, al mismo tiempo, criticó la responsabilidad de Rodriguez Larreta. Al respecto expresó: “Un tipo que se quiere candidatear a Presidente le está afanando parte de un salario a una trabajadora discapacitada”.
Derechos vulnerados, persecución ideológica e irresponsabilidades
Si bien en materia de Discapacidad la legislación vigente que ampara a Gulino es amplia, el Gobierno porteño tiene la decisión política de mirar para otro lado. En una carta pública, la trabajadora señaló: “La Convención Internacional de los Derechos de las personas con Discapacidad y su Protocolo Facultativo, Ley 26378/2008, adquirió Jerarquía Constitucional en 2014, Ley 27044, pero aun así está lejos de cumplirse”. “En mi caso se está violando toda la legislación vigente: la convención, tratados, pactos internacionales, incluso se vulneran los propios DDHH”, advirtió.
De esta manera, la entrevistada destacó la incoherencia que un organismo como COPIDIS, que tiene la misión de promover los derechos de las Personas con Discapacidad en CABA, se encuentre sufriendo una vulneración de sus derechos. Además, Gulino resaltó la irresponsabilidad de la Comisión de Discapacidad de la Legislatura Porteña, compuesta por diferentes fuerzas políticas. “La realidad es que si estas cosas pasan es porque existen varios cómplices, entre ellos, esa Comisión”, apuntó.
Como si no alcanzara con la discriminacion ejercida con Gulino, a su vez, el caso presenta un grave componente de persecución ideológica. La trabajadora estatal, en reiteradas oportunidades, denunció que las autoridades del Estado porteño, en su horario laboral, le solicitaron realizar actividades partidarias. Su negativa, junto a su militancia gremial, también parecen ser una de las causantes del destrato de Juntos por el Cambio.
En este marco, Natalia Gulino indicó: “La última esperanza que me queda para salir adelante es que me reciba Cristina Kirchner, Máximo, Cecilia Moreau o Alberto Fernández”. “Se trata de poner un poco más de voluntad para resolver mi situación”, finalizó la trabajadora estatal, quien comprometió públicamente a les dirigentes a recibirla.