Un nuevo informe emitido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) vuelve a poner en el centro de la discusión la actividad económica mundial. Esta publicación ha dejado en manifiesto una importante preocupación que sigue arrastrando a 54 países en vías de desarrollo: el endeudamiento de esos países.
De acuerdo con el informe publicado este martes por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), los países en los que residen más de la mitad de las personas más pobres del mundo, tienen un riesgo significativo de entrar en bancarrota. Para los expertos esto “podría tener un coste brutal”.
Estos 54 países incluyen a diez países de Latinoamérica y el Caribe. Entre los cuales aparecen Argentina, Ecuador, Venezuela, Cuba, El Salvador o Haití. También figuran países importantes de otras regiones como Ucrania, Egipto, Pakistán, Irak o Afganistán. El grueso del listado lo componen naciones de África Subsahariana.
El programa informó que los rápidos cambios en los mercados financieros, en un momento de contracción fiscal y de subidas de los tipos de interés, están ahogando a numerosas economías en vías de desarrollo.
Además, el informe señala que 19 países están pagando ahora mismo 10 puntos porcentuales por encima de los bonos del Tesoro estadounidense para financiarse. Como consecuencia, esta situación los está expulsando de los mercados de deuda.
El PNUD afirma que los países ricos deben actuar, porque “tienen los recursos para terminar con una crisis de deuda”. Por otra parte, agregaron que dichos países, “se han deteriorado rápidamente en parte como consecuencia de sus propias políticas domésticas”. Esto ha disparado los tipos de interés y ha hecho que muchos inversores huyan de las economías en desarrollo.
Más detalles de la deuda real
Pakistán, Sri Lanka y Túnez encabezan la lista de países más vulnerables. El estudio incluye una lista de aquellos que, si bien no están aún en riesgo alguno, se encuentran al límite. Además, el documento señala los pobres resultados de las anteriores iniciativas para mitigar el endeudamiento soberano.
El administrador del PNDU, Achim Steiner, señaló: “A pesar de que representan la mitad de la población más pobre del mundo, estos [54] países sólo suponen un 3% de la economía mundial”.
“El alivio de la deuda supondría un pequeño esfuerzo para los países ricos, pero el coste de la inacción es brutal para los más pobres del mundo. No podemos permitirnos repetir el error de proporcionar demasiado poco alivio, y demasiado tarde, en la gestión de la carga de la deuda de las economías en desarrollo” agregó Steiner.
Además, según el administrador del PNUD “los problemas de deuda que tienen muchos de estos países no son consecuencia de políticas internas irresponsables”.
También aseguró que se trata de varios factores: la pandemia, la inflación producto de la guerra Ucrania-Rusia, la subida de tipos de intereses para paliar el aumento de precios y la crisis climática.
Quien también tomó la palabra fue el economista principal del PNUD, George Gray Molina. Este se refirió a las reuniones de los ministros de finanzas del G-20 en Washington, antes de las reuniones anuales con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Las reuniones se centrarán en las subidas de tipos de interés, pero la conversación debería centrarse en la reestructuración de la deuda”. Además, insistió en garantizar las condiciones propicias para la reestructuración de las deudas a fin de evitar una crisis a largo plazo. “Debemos actuar ahora, antes de que la situación empeore”, concluyó.