El 18 de septiembre pasado tuvo lugar en el barrio de Palermo, ciudad de Buenos Aires, la primera edición del Festival Nacional del Sánguche de Miga Vegano.
El evento que busca promocionar el veganismo fue un éxito absoluto. Tal es así que decenas de personas no pudieron ingresar al lugar o bien lograron hacerlo pero sin poder degustar sanguches, porque se habían acabado.
En pocas horas, se vendieron más de 5 mil sanguches de miga vegano, tanto tradicionales como en sus versiones más exóticas.
Nota al Pie dialogó con la coordinadora de la actividad, Luja Vega, quien hizo un balance de su primera edición y anticipó detalles de la próxima celebración.
Desde las redes sociales del evento informaron: “Estamos colapsados, anonadados y hasta afligidos por la gente que no llegó a probar sanguches”. En la puerta de entrada al establecimiento se había formado una fila de dos cuadras con personas para ingresar. “Las casas de la cuadra del evento no sabían qué estaba pasando… Acá pasó el veganismo y arrasó”, relataba la cuenta oficial del Instagram del Festival.
En tanto, la actividad tendrá una segunda edición, la cual se llevará a cabo el próximo lunes 10 de octubre, que es feriado. En esta oportunidad, el evento acontecerá en la calle Av. Independencia 2540 en el horario de 13 a 18 hs. Al igual que en el primer festival, lo recaudado se destinará a nueve refugios de animales.
¿Qué balance haces del primer Festival Nacional del Sanguche de Miga Vegano?
El balance es muy positivo, concurrieron alrededor de mil personas. En primer lugar tenemos que destacar que se recaudó mucho dinero para los refugios. En segundo lugar, fue muy positivo porque los emprendimientos vendieron toda su producción. Y en tercer lugar, estamos contentos porque este festival, que es una idea autogestiva y vegana, salió adelante.
¿Vos como organizadora y les emprendedores de los stands esperaban este nivel de convocatoria?
La verdad es que superó todas nuestras expectativas. Esperábamos tener fila al abrir nuestras puertas, pero no tener dos cuadras de fila de forma constante. Nos sorprendió. Tuvimos 15 stands de sanguches de miga veganos que agotaron todo su stock.
¿Qué retroalimentación tuviste del público?
Tuvimos repercusiones de todo tipo. Hubo gente muy feliz que se iba con los brazos llenos de sánguches veganos, agradeciéndonos por haber llevado a cabo semejante locura de evento.
También hubo gente que se enojó mucho porque nos quedamos sin stock. Debo decir que como organizadora, si bien une sabe que nunca puede contentar a todo el mundo, me dejó un sabor amargo en la boca. El festival fue un éxito, pero se descontroló. Mucho comentario con mucha bronca, mucha opinión desmereciendo un gran laburo de parte de gente que se gana la vida como cualquier otra, y que encima colabora con refugios.
Si bien hicimos todo lo que pudimos para que salga lo mejor posible y también, considerando que era la primera edición, para mi no es aceptable que tanta gente se haya quedado sin probar las elaboraciones. Fuimos víctimas de nuestra propia convocatoria. Y por eso está bueno el laburo que estamos llevando a cabo para esta segunda edición.
Aunque las ganas de evolucionar edición tras edición van a seguir existiendo, sentimos que algunas reacciones fueron desmedidas y mucha opinión sin saber. Pero bueno, se viene la revancha de miga. Y lo bueno es que pase lo que pase, ganan los animales.
¿El hecho de que mucha gente no pudo ingresar al festival incidió en la decisión de programar una segunda edición?
No. El segundo festival ya estaba programado. Y la fecha estaba reservada en ese mismo lugar. Pero al ver la convocatoria, nos dimos cuenta que ese lugar nos quedaba chico. Por eso decidimos hacer la segunda edición en un espacio más amplio.
¿Qué comentarios recibiste de las personas que gestionan los refugios ante la donación obtenida?
Estaban gratamente sorprendidas, se logró recaudar en total 90.000 pesos.
Lamentablemente, cuando estás acostumbrade a que te den la espalda cualquier ayuda es súper agradecida. Es lamentable la situación de los refugios. No reciben ninguna ayuda estatal. Sobreviven gracias a donaciones y eventos como éste.
¿Qué diferencia de tamaño hay entre el salón del primer festival y el que usarán en la segunda edición?
En la primera edición era un Centro Cultural que contaba con un solo salón cerrado. Ese espacio tenía capacidad solo para ubicar los 15 stands, la barra del lugar y el escenario.
En cambio, el lugar donde se hará la segunda edición, que es el Centro Salamanca Club Social, es mucho más amplio y contamos con un patio al aire libre.
¿Qué comentarios hubo por parte de les titulares de los emprendimientos veganos ante el gran éxito?
La verdad es que en un principio sospeché que habían traído poca cantidad porque se terminó todo demasiado rápido. Pero luego hice un recuento emprendimiento por emprendimiento sobre la cantidad de migas, tostados, postres, pizzas, y demás preparaciones que trajeron. Debo decir que la producción de todes estuvo realmente a la altura de las circunstancias. Era imposible calcular y elles trajeron toda la mercadería que pudieron.
El sándwich de miga es un producto que no puede hacerse con muchos días de anticipación porque se seca fácilmente. Así que fue todo un reto para nuestros emprendimientos. Y ahora vamos por más.
¿Qué medidas prevén tomar para no quedarse sin stock de sanguches en el próximo festival?
Por un lado, todos los emprendimientos que participaron de la primera edición van a elaborar mucha más cantidad. Y por otro lado, vamos a tener más emprendimientos presentes.
¿Evaluaron la posibilidad de hacer de este festival algo itinerante, que pueda hacerse en distintos puntos del conurbano o del interior del país?
En este momento, con lo complicado que fue encontrar otro lugar que cumpla con las condiciones que necesitamos para llevar a cabo el festival, la vemos difícil. No imposible, pero complicada. Sin embargo, nuestro objetivo es la liberación animal. Y eso nos ha llevado a hacer muchas locuras en pos de difundir el veganismo.
Creamos un supermercado vegano llamado Mini Súpers Veganos, creamos un festival vegano denominado Veganpaluja y ahora creamos el Festival Nacional del Sánguche de Miga Vegano. Así que creo que vamos a seguir embarcándonos en proyectos locos para tratar de darle una vuelta de tuerca a la realidad de todos los animales. De modo que, quien te dice que sale un Festival de Miga Ambulante Vegano… o algo así. Hasta que la última jaula quede vacía, no paramos.