El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha impactado, al igual que en todo el mundo, en la economía del sudeste asiático que se enfrenta a la inflación en artículos cotidianos. En este marco, los gobiernos de Singapur, Malasia, Indonesia y Tailandia decidieron reforzar el bolsillo de la gente.
La ayuda financiera es una medida que se ha dado a lo largo del mundo ante la aparición del COVID-19 y las consecuencias económicas de la pandemia. Sin embargo, en esta ocasión es meramente producto de la inflación en aumento que se da en Asia.
La situación en Singapur
La ayuda que estipuló el Gobierno de Singapur se trata de una inyección económica de 1.500 millones de dólares locales (SGD). Esto equivale a 1.070 millones de dólares, según informó la Agencia Nikkei.
Este bono está dirigido a las personas que perciben menos de SGD$34.000 al año; recibirán hasta SGD$300 en el mes de agosto. Por ejemplo, los taxistas recibirán entre 150 y 300 dólares locales ante el alto precio de los combustibles.
También anunciaron que el Gobierno otorgará subsidios para pequeñas y medianas empresas y minoristas de alimentos que utilicen equipos de bajo consumo de combustible. Además, facilitarán un crédito de servicios públicos para los hogares de SGD$100.
Estas medidas se dan en un contexto de aumentos de precios al consumidor de un 5.6% en mayo. Es el ritmo más rápido en los últimos diez años, consignó Nikkei.
El anuncio de Lawrence Wong
En este contexto, el ministro de Finanzas y viceprimer ministro de Singapur, Lawrence Wong, presentó un anuncio. “Las medidas de apoyo en este paquete están inclinadas a ayudar a nuestros grupos vulnerables y de bajos ingresos. Porque son ellos los que se ven afectados de manera desproporcionada por los efectos de la inflación”, justificó Wong.
“Tienen mi palabra de que si la situación empeora significativamente, estaremos preparados para hacer más, especialmente para brindar ayuda específica a los grupos de bajos ingresos”, expresó ante legisladores.
Se prevé que los SGD$1.500 millones destinados a paliar la inflación se financien con ingresos fiscales adicionales. En este sentido, el Gobierno adelantó que continuarán con los planes de aumentar el impuesto nacional a las ventas hasta el 2024, pese a las presiones inflacionarias.
En tanto, Wong fue designado sucesor del primer ministro Lee Hsien Loong. Por este motivo, el ministro de finanzas es quien encabeza estas medidas.
Las medidas en el resto del sudeste asiático
Tal como ocurre en Singapur, en otras áreas del sudeste asiático se debieron tomar medidas similares ante el aumento de precios para el consumidor.
El primer ministro de Malasia, Ismail Sabri Yaakob, anunció que aquellos hogares que se encuentren en el nivel inferior del 40% de ingresos recibirán cobros de 100 ringgit (valor por 22,65 dólares). En tanto, las personas en ese mismo nivel recibirán pagos de 50 ringgit.
Se trata de un aporte total de 630 millones de ringgit, con alcance a 8,6 millones de personas. A su vez, decidieron hacer un congelamiento de las tarifas en electricidad y agua.
En tanto, dentro del presupuesto para el 2023, se aclara que los subsidios no serán universales. El Gobierno malayo se propone hacer énfasis en que las ayudas sean destinadas para la gente vulnerable de menores ingresos.
En Indonesia, las ayudas serán destinadas para unos 20 millones de hogares. Además de 2,5 millones de vendedores ambulantes de alimentos a causa del aumento del precio del aceite de cocina, afirmó la agencia Nikkei.
Por su parte, Tailandia ya venía con ayudas económicas para su población y no hizo más que prorrogar por tres meses la asistencia, hasta septiembre. El Gobierno tailandés otorga también un subsidio de gas para cocinar, apuntado a les más necesitades.
En consecuencia, las medidas del Gobierno se dan en el marco de un aumento del 7,66% en junio respecto al año pasado; la cifra más elevada en los últimos 14 años.