La Provincia de Buenos Aires está implementando un nuevo modelo en materia de salud mental. La iniciativa aspira a reducir la cantidad de personas internadas en instituciones neuropsiquiátricas para que pasen a vivir en dispositivos de residencia comunitaria.
Se trata de un proyecto emprendido desde el Ministerio de Salud provincial que busca reformar las funciones del Hospital Interzonal Especializado Neuropsiquiátrico Colonia “Dr. Domingo Cabred”. En ese sentido, la institución ubicada en la localidad de Open Door, Partido de Luján, está explorando nuevas modalidades de tratamiento y seguimiento de les pacientes.
Hacia una vida en comunidad
Televisión Pública Noticias entrevistó a la subsecretaria de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias de la provincia de Buenos Aires, Julieta Calmels. La funcionaria describió que “tenemos unas 176 casas de externación dónde habitan 480 personas que viven en la comunidad. Son personas que están en el proceso de desmanicomialización con apoyo del equipo de salud”. También mencionó que “en el hospital Cabred tenemos 80 profesionales que trabajan fuera, acompañando a los residentes de esas viviendas, con distintos niveles de apoyo según el grupo”.
En el mismo sentido, Jorge Rossetto, director del hospital Cabred, también apoyó el nuevo modelo en materia de salud mental. “La falta de contacto social genera más padecimientos que salud”, subrayó categóricamente.
A su vez, se refirió a la procedencia de quienes llegaron a la institución. “La mayoría de las personas que todavía permanecen internadas están por un problema social o de desvinculación familiar. Ellos superaron el momento agudo de su padecimiento pero permanecen institucionalizados”, expresó.
Al mismo tiempo, el directivo advirtió que en muchos casos ese espacio no es el más apropiado. “Están en una institución que no les puede ofrecer lo que necesitan, que es una casa que les permita volver a recuperar los contactos sociales y afectivos”, remarcó.
Rossetto también cuestionó las viejas prácticas que existían en materia de salud mental. “Históricamente se había naturalizado la práctica del encierro, del abandono, se creía que las personas tenían que permanecer aquí porque se consideraba que este era el mejor lugar posible”, criticó.
Un sistema de externaciones asistidas que acompañe a los diversos casos
Por su parte, Calmels explicó que en los manicomios existen diversos casos. “Hay personas que están internadas y reciben visitas de sus familiares pero no pueden vivir con ellos. A veces es penoso para los familiares tener que concurrir a un manicomio a ver a sus afectos, puesto que no es lo mismo que una casa”, expresó.
A su vez, la subsecretaria en Salud Mental aclaró que “hay otras personas que no tienen familiares, perdieron esos vínculos o bien no es posible sostenerlos”. Es ante ese panorama que se requiere un abordaje especializado de cada caso puntual. “Nosotros, desde el Estado sostenemos que hay que generar las acciones tendientes para hacer posible la vida en comunidad”, explicó la funcionaria.
Asimismo, la especialista se refirió al entorno de la persona o allegades. “El trastorno mental lo sufre la persona que lo padece, pero también impacta en el núcleo familiar y eso es parte de lo que en las estrategias de salud hay que contemplar”. Al respecto precisó que “los sistemas de externaciones a las casas incluyen también un acompañamiento a los familiares”.
Sin embargo, es importante aclarar que este nuevo modelo en salud mental que otorga a les pacientes un nuevo estilo de vida integrado con la comunidad no deja a les pacientes desvinculades de la institución. “Los profesionales de salud están atentos ante cualquier situación aguda que pueda llegar a presentarse”, advirtió Calmels.
Por una vida con más inclusión en les pacientes
La salida del instituto neuropsiquiátrico también abre nuevas alternativas a aquelles que permanecían internades en él. “En las externaciones empiezan a aparecer intereses que antes estaban aplastados cuando la persona estaba en un manicomio”, señaló Calmels. Al respecto, detalló: “Empiezan a aparecer intereses por aprendizajes y eventualmente algunas inserciones laborales”.
En ese marco, la funcionaria fundamentó su descripción al argumentar que “la vida en el manicomio transcurre con una rutina, se levanta a una hora, se toma la medicación en horarios regulares, se viste con ropa que provee el manicomio. En ese contexto es difícil que aflore la subjetividad de cada uno y sus propios deseos”, subrayó.
Por su parte, Rossetto compartió su mirada sobre el tema. “El cambio es absoluto, se ve en el rostro, en su actitud, en su corporalidad”, describió con gran entusiasmo a la TV Pública. No obstante, el director del Hospital Cabred también manifestó que el bienestar logrado proviene de una acción importante: “Estamos contribuyendo a restituir el derecho a poder vivir en libertad”, sostuvo.
Seguramente el testimonio más importante es el de cada paciente. En el caso de José Luis, quien residió varios años en el neuropsiquiátrico comentó: “No quiero volver a la colonia, no digo que sea un lugar malo, pero es un lugar que nunca me gustó. A mí me gusta estar en una casa, eso es mejor, es donde estoy ahora”, dijo con gran felicidad.
Continúa vigente la posibilidad de internación
Cabe destacar que la implementación de este nuevo modelo de salud mental destinado a algunes pacientes no elimina las internaciones en el hospital. Respecto a ello, Calmels explicó: “La ley de salud mental prevé dos tipos de internaciones. La voluntaria y las que son involuntarias”. Sobre estas últimas puntualizó que “se dan en aquellos casos en los que se presume que hay una situación de riesgo para otros o para la propia persona”.
En este sentido, brindó algunos datos estadísticos. “En los neuropsiquiátricos, en los sectores de pacientes agudos, el 84% de las personas son internaciones involuntarias”, precisó. A su vez, aclaró que se trata de un recurso terapéutico que corresponde aplicar en aquellos casos que lo amerita.
También alertó que “la Ley de Salud Mental establece que las internaciones involuntarias son un acto de salud donde se restringe la libertad de la persona en busca de un bien mayor que es la vida y la integridad”. En ese sentido, advirtió que “hay que avisar a la Justicia para que esta realice un control de legalidad”.