En 2016, el mangaka Tatsuki Fujimoto comienza a serializar Fire Punch, un manga que explora la religión y sociedad en un mundo post apocalíptico. Contando con 83 capítulos se publicó hasta 2018 en el sitio Shönen Jump+ de Shueisha. Debido a su éxito fue recopilado en 8 tomos Tanköbon.
Fujimoto comenzó su carrera en 2011, tenía 17 años cuando publicó su primera obra: “Niwa ni wa Niwa Niwatori g aita”. Llevaba publicados ocho títulos One Shot (autoconclusivos) siendo Fire Punch su primer trabajo serializado. Al terminar su serialización en 2018, el autor comenzó su segunda serie, llamada Chainsaw Man.
La historia de Fire Punch
En un mundo asolado por un frío interminable creado por una “Reina de hielo”, encontramos a dos huérfanos, Agni y Luna. Ambos están dotados con lo que se conoce como “bendiciones”, habilidades super humanas específicas. Ambos poseen la capacidad de regenerarse, aunque Agni puede hacerlo con mucha más rapidez. El hambre y la desolación azotan al pueblo en el que viven.
Para ayudar a sobrevivir a sus vecinos, Agni decide cortar su brazo, una y otra vez, aprovechando que se regenera inmediatamente. Cuando un escuadrón de soldados de Behemdorg llegan al pueblo para saquearlo, el líder, Doma decide acabar con todos por ser caníbales. Doma es un bendecido con la habilidad de utilizar una llama que consume todo hasta que solo quedan cenizas.
Agni será el único sobreviviente del fuego de Doma, pero las llamas no se apagarán. Cuando llega a controlar su dolor, emprenderá una cruzada en búsqueda de venganza. En Behemdorg, todos los habitantes responden al mandato de Bendecidos que pueden oír la voz de Dios. Agni no solo buscará a Doma, también a la Reina de Hielo, aquella que hace sufrir al mundo.
Civilización y barbarie
Lejos de romantizar los temas tratados, esta historia es dura, brutal y con temáticas que darían vértigo a los moralistas extremos. El mangaka utiliza el canibalismo, desmembramientos, y hasta la depredación sexual y fetichismos como si fuera algo completamente normal.
Esta distopía oscura creada por Fujimoto explora el comportamiento social en una situación extrema. Teóricamente ambientada en el futuro, encontramos una sociedad que vive en condiciones de enorme precariedad. En un mundo así, la ley del más fuerte se impone, pero así mismo, el poder sin alguien para ejercerlo pierde completo sentido.
La ciudad de Behemdorg (un estado nación con aspiraciones monárquicas) es un refugio para quienes acepten determinadas condiciones. En este caso, la fe de que los “bendecidos” pueden oír la voz de un dios que les dice qué hacer, y son felices de incluso sacrificarse por esto.
Las habilidades que los personajes exhiben son, de igual forma, una bendición y una maldición. Una vez que se crea una mentira tal, hay que sostenerla y someterse a ella. Sin embargo, Fujimoto no contentó con solo narrar una historia de acción. Irá a los fundamentos de la creencia en sí misma.
Se explora cómo los distintos individuos, quienes son conscientes del funcionamiento del mundo, y los que no, se desenvuelven. Se mostrará incluso una religión creada en base a la figura de Agni, el hombre en llamas.
La metaficción como combustible
Un elemento que llama la atención llega de la mano del personaje de Togata, cuya motivación tiene que ver directamente con el cine. Fujimoto utilizará a esta figura en principio como guía para que el lector encuentre verosimilitud en el relato. Togata tiene, al igual que muchos más, la habilidad de regenerarse, y ha vivido por más de 400 años, y añora el mundo en que podía ir al cine.
Las películas serán un factor importante, ya que, a través de la estructura narrativa básica, comprenderemos el rol de cada personaje. Togata está obsesionada con filmar una película y quiere que Agni sea el protagonista. Ciertamente para que el film tenga la intensidad necesaria, se requieren conflictos, y ella se encargará de generarlos.
El elemento del cine como parte de un mundo perdido, llega de la mano de otros personajes también. Esto termina por calar dentro de la psique de Agni quien comienza a hablar en clave técnica en la historia, autoreferenciarse como “protagonista”.
Utilizar todo lo posible
Siendo la primera serie del mangaka, hay un desbalance de temas introducidos. Algunos son más explorados que otros, pero son ubicados de forma coherente, sin embargo, esto no hace que se sumen a la historia. Nombrados muchos elementos, se incluye también la diversidad de género y la sexualidad.
La introducción de estos temas y no desarrollarlos demuestra la inexperiencia del mangaka en historias largas. Una cuestión que corregirá a futuro y que en la presente obra se sienten nombrados sin motivo alguno, más allá del mostrar que el autor es consciente de esto.
Actualmente Fire Punch ha salido a la venta en Argentina de mano de la editorial Ivrea, en edición Tanköbon.