La “Campaña por una alimentación de calidad y gratuita para todxs, con la participación de la comunidad educativa”, presentó una acción judicial para el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En el marco de una nueva licitación para el sistema de alimentación escolar, la campaña busca que se escuche el reclamo de las familias, cooperadoras y la comunidad educativa, que recibe hace años alimentos de mala calidad nutricional.
En este marco, Nota al Pie se puso en contacto con la ingeniera María Eva Koutsovitis, docente y coordinadora de la Cátedra de Ingeniería Comunitaria; y Jonatan Baldiviezo, abogado por los derechos humanos y fundador del Observatorio por el Derecho a la Ciudad. Ambos contaron más sobre la propuesta de la transformación del sistema alimentario escolar.
El Sistema de Alimentación Escolar
“Lo que hicimos fue organizarnos a partir de una campaña y nos organizamos con las cooperadoras, madres y padres”, contó Koutsovitis. Además, destacó que una de las preocupaciones es la baja calidad alimentaria que reciben les niñes en las escuelas porteñas. “El menú establece que tiene que haber pescado y el medallón que reciben tiene muchísimo más almidón que proteína”, explicó.
La campaña presentó la semana pasada una acción colectiva judicial en amparo cuestionando la Licitación Pública que concesionará por cuatro años más el Sistema de Alimentación Escolar. “También viene a cuestionar el sistema de becas”, comentó Koutsovitis; y agregó que “la realidad es que el acceso al comedor en CABA está arancelado”.
Es decir, las familias deben llenar formularios con información detallada sobre la intimidad de sus hogares. Esto se dificulta con quienes no tienen acceso a conectividad: “Hay que presentar un certificado de pobreza para poder acceder a la beca del comedor; si no, las familias tienen que pagar más de 7 mil pesos al mes por una comida que jamás han elegido”, denunció.
Por ello, la presentación judicial tiene la doble finalidad de, por un lado, detener el proceso de licitación para garantizar que se cumplan los mecanismos de participación ciudadana; y, por otro, busca declarar inconstitucional el sistema de becas porque viola principios de gratuidad y universalidad de la educación pública.
La oportunidad para acercar alimentos de calidad a las infancias y adolescencias
Por su parte, Jonatan Baldiviezo, abogado ambientalista, urbanista y en DDHH y fundador del Observatorio por la Ciudad, explicó que muchas cuestiones que giran en torno a la licitación llevaron al Movimiento la Ciudad Somos Quienes la Habitan a actuar. “La continuidad casi absoluta del régimen anterior va a continuar afectando a las y los niños de las escuelas”, aseguró.
“Hay una vulneración grave de los derechos que tiene que ver con este ejercicio de la democracia participativa que tienen que ver con el derecho de la participación ciudadana como así también considerar a las niñeces como sujeto de derecho”, explicó el abogado.
En materia de derechos, explicó que “el sistema de alimentación escolar es también una política educativa, porque no solamente es alimentar al alumnado sino educar en la alimentación”. Esto lleva a que debe ser gratuita y universal.
Durante la campaña hubo lazos que hicieron posible pensar en la transformación del sistema alimentario, como el trabajo en conjunto con las cooperadoras y las escuelas. De esta forma, los problemas de las escuelas se convirtieron en problemas de la comunidad. “Ese sistema tiene que ser más democratico, más desconcentrado, con prestación de servicio más pequeñas”, agregó Baldiviezo.
El derecho a la salud: comida real, calidad y nutrición
La demanda se tramita en el Juzgado en lo Contencioso y Tributario de la Ciudad N° 22 y fue caratulada como “Asociación Civil Observatorio del Derecho a la Ciudad Y OTROS CONTRA GCBA SOBRE AMPARO – EDUCACION-OTROS”. Ahora esperan que la jueza María Rosa Cilurzo suspenda la licitación y anule el sistema de becas.
En el ámbito político, la legisladora porteña por el Frente de Todos, Ofelia Fernández, presentó un proyecto para transformar el sistema alimentario escolar. “Hoy en jardines, primarias y secundarias la comida intoxica y es de pésima calidad. Hay un negocio con comedores y viandas que condena de hambre a quienes en la escuela hacen su única comida del día”, sostuvo.
En el mismo sentido, Koutsovitis se refirió a la ya sancionada Ley de Promoción de la Alimentación Saludable y opinó que “si se reglamenta posiblemente muchos de estos alimentos no van a poder ingresar a las escuelas o lo harían con una etiqueta frontal”.
“Escindir la discusión educativa de la política alimentaria no tiene ningún sentido. Pensar que la política alimentaria nada tiene que ver con el desarrollo pedagógico es absurdo”, concluyó.