Las 250 familias del Barrio 1° de Noviembre llevan seis meses reclamando a los distintos poderes del Estado por viviendas dignas. Tras los constantes reclamos de la comunidad, el 28 de marzo, la coordinadora de Desarrollo Social de Ciudad Evita, Liliana Warner, visitó el barrio. Sin embargo, las familias aún no recibieron ninguna solución concreta.
Al respecto del reclamo que vienen haciendo les vecines, aclararon que no piden que les regalen tierras: piden un lote para cada familia, y están dispuestos a pagar una cuota social. Están dispuestos a negociar, pero necesitan que sus voces y propuestas sean escuchadas.
Nota al Pie dialogó con una vecina del Barrio 1° de noviembre, Sara Herrera, para conocer los detalles de la reunión y la situación actual de la comunidad.
La visita de Liliana Warner
Al respecto de la reunión con la coordinadora de Desarrollo Social de Ciudad Evita, Sara Herrera comentó: “A Liliana le entregamos la nómina de las más de 250 familias del Barrio, solicitando se respete lo acordado en las distintas reuniones mantenidas con el Poder Ejecutivo local de brindar la asistencia para el sostenimiento de los merenderos”.
Además, detalló: “Liliana nos dijo que iba a tratar de sostener los merenderos, porque desde hace seis meses nosotros no recibimos ayuda del Estado. Se tenían que volver a comunicar con nosotros, pero hasta el día de la fecha no lo hicieron”.
La entrevistada contó que las familias realmente necesitan la vivienda, ya que están en una situación muy difícil; muchos alquilan, “porque la plata hoy en día no alcanza”, aclaró. Además, hizo referencia a les 306 niñes que se encuentran desprotegides.
Estado ausente
Otros reclamos de les vecines del Barrio 1° de Noviembre son que los censen y que accedan a una mesa de diálogo para solucionar la crisis habitacional. “Queremos una mesa de diálogo. Hace seis meses nos dan vueltas”, reclamó Herrera.
A su vez, las familias reclaman que el Estado ayude con alimentos para les niñes, al menos. Esto debido a que la situación de elles en el Barrio es delicada, y no pueden solucionarlo por sus propios medios.
Sin embargo, Sara aseguró que “la única respuesta que reciben por parte del Estado es el hostigamiento y represión por parte de efectivos de la policía de la Provincia de Buenos Aires”.
“Tuvimos una reunión con el secretario de Gobierno de La Matanza, Gustavo Duto, en la cual habíamos llegado a tres acuerdos. Hasta el día de la fecha, tuvimos solamente uno, que fue la visita de Liliana Warner”, señaló la vecina.
Las familias denuncian hostigamiento policial
En total, son 250 familias las familias del Barrio que luchan por una vivienda digna. Sin embargo, las únicas respuestas y soluciones que reciben son: represión, hostigamiento y desalojo.
Entre los diferentes hechos de violencia por parte de los efectivos policiales, se destaca lo sucedido el año pasado y el 13 de marzo del corriente año, cuando quemaron sus merenderos.
En la víspera de Nochebuena, el 24 de diciembre de 2021, la policía desalojó a las familias del barrio. Además, les quemaron el merendero, la comida, ropa y objetos personales.
Ante el hecho, les afectades organizaron una asamblea abierta para repudiar el desalojo, y convocaron la presencia de organizaciones sociales que apoyen la causa.
Por otro lado, el 13 de marzo de este mismo año denunciaron otro hecho de violencia: les prendieron fuego el merendero que alimentaba a todas las familias vulnerables.
Al respecto, Sara Herrera afirmó que continúa el hostigamiento por parte de la policía. Según nos relató, los oficiales se presentan en las cercanías del Barrio, les sacan fotos y los agreden verbalmente; siendo adultos o también menores.
Ante el silencio del Estado, la lucha continúa
En las movilizaciones y reuniones organizadas por les vecines, asistieron diversidad organizaciones sociales que les demostraron apoyo. Algunas de ellas fueron: Libres del Sur, MTR Cuba, las corrientes del FIT-U, Barrio la Nueva Unión, entre otras.
Sin embargo, la ausencia del Estado despierta algunos interrogantes: ¿Dónde está el municipio que debería garantizar los derechos de todes? ¿Qué esperan que ocurra para por fin darles una solución? ¿Qué pasa con aquelles niñes o adolescentes que son excluidos del sistema educativo?
Mientras espera una respuesta, les vecines continuarán unidos por la misma causa y a la espera de recibir ayuda estatal. Una lucha por una vida digna, sin miedo al hostigamiento y la violencia.
“El estado lo único que nos da es quema y desalojo. No nos dan una respuesta concreta. Lo que pedimos es tierra para vivir”, concluyó Sara Herrera.