En 1998 DC publicó esta historia corta en 3 números llamada El Clavo, con Alan Davis escribiendo y haciendo el arte. Estaba basado en el poema homónimo de George Herbert, en donde cuenta que por un clavo se perdió un reino, haciendo alusión a la importancia de las cosas pequeñas. Davis explora aquí, cómo sería un mundo sin Superman.
Superman es el primer superhéroe de los cómics, y dentro de lo que es el universo DC, es el pilar fundamental. En base a este hecho radica el planteamiento, ya que este Kryptoniano es quien inspira a todes los demás héroes de este universo. Alan Davis crea esta historia como un Elseworld para tener libertad total en su relato.
Los Elseworlds son, en DC Comics, historias que toman personajes del universo DC y los ubican en situaciones, lugares y épocas completamente diferentes. De esta manera se ha llegado a explorar cómo Batman resuelve quién es Jack el Destripador. Incluso se ha contado qué sucedería si Superman hubiera sido criado en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
La Historia de El Clavo
Según este relato, gracias a un clavo se averió la camioneta de los Kent y al decidir quedarse en casa, jamás encontraron al pequeño Kryptoniano que caía en la Tierra. 20 años más adelante los héroes han aparecido y se organizaron en una liga, pero hay muchos cambios. La auto denominada Liga de la Justicia es un grupo que está más al tanto de la política y la imagen pública que de la gente en sí.
Lex Luthor ha logrado ser elegido como alcalde de Metrópolis y ha instaurado un estado policial, en un principio, festejado por sus electores. Una campaña de odio, que acusa a todos los metahumanos de ser extraterrestres comienza a cobrar importancia. Como consecuencias, la gente está empezando a morir, y los héroes son brutalmente atacados
La Liga de la Justicia enfrentará un problema en su propio seno, y comenzará a desintegrarse. Sin un líder que inspire esperanza, el grupo basa su idiosincrasia casi exclusivamente en protocolos y debates egocéntricos. Lo más extraño de todo, es que pareciera haber una gran relación entre Batman y Green Lantern.
La importancia de las pequeñas cosas
Alan Davis basa y enmascara su propuesta en el poema de Herbert. Si un clavo fue lo suficientemente poderoso para que una nación pierda la guerra, ¿qué pasa cuando el poder está provisto de sentimientos? Aquí la clave es lo que Superman representa para los héroes de la tierra.
Sin esperanza, sin una visión amable, sin la perspectiva de la vida simple de un granjero, la liga está compuesta por personas que ven lo práctico en el poder. Davis aprovecha para crear un paralelismo con los personajes más extremos del grupo: Batman y Detective Marciano.
Batman por un lado, es un vigilante que pone su misión por sobre todo lo demás, incluso el grupo y es el único “totalmente humano”. J’onn J’onzz es un marciano que elige verse antropomorfo para evitar la discriminación. El movimiento de odio crea una imagen de los aliens con la personalidad de Batman y la estética del marciano.
Batman es quien tendrá la desgracia más grande, verá morir a Batgirl y Robin a manos de Joker sin poder hacer nada para evitarlo. J’onn se verá superado por sus emociones al ver cómo asesinan a Metamorfo, un gran amigo suyo.
A diferencia del poema de Herbert, aquí la esperanza existe, porque el status quo pasa a equilibrarse con el aparecer de quien debía convertirse en Superman. Esto quita algo de pesimismo a la obra y la dota de la moraleja que requiere casi toda historia de héroes.
El experimento de Davis, cuenta al lector, qué es lo que podría suceder, en un mundo donde la esperanza y la compasión no son valoradas. Superman es símbolo de esos aspectos tan necesarios para la sociedad, y la obra habla al lector directamente en ese aspecto.
En Argentina, El Clavo fue lanzada como número 30 de la colección de Salvat de DC Comics publicada en 2017.