Todos los 26 de marzo, de cada año, se celebra el Día Mundial de la Prevención del Cáncer Cervicouterino. La fecha tiene como objetivo que todas las mujeres puedan prevenir esta enfermedad, poniendo a su alcance las medidas de cuidado necesarias y el acceso a un diagnóstico temprano.
El cáncer de cuello uterino afecta de forma directa a mujeres con bajos recursos, que son quienes más afectadas se ven frente a un sistema de salud que puede resultarles inaccesible.
Qué es el cáncer de cuello de útero y cómo se contrae
El cáncer cérvico uterino, también conocido como cáncer de cérvix, es un acrecentamiento de células tumorales malignas que revisten la parte inferior del cuello uterino.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud el 99% de todos los casos de cáncer cervicouterino están vinculados con la infección por Papiloma Virus Humano (VPH tal es su sigla en inglés). Este virus se transmite por contacto sexual.
La mayoría de las infecciones con el VPH se resuelven sin mayor inconveniente con un adecuado tratamiento y no causan síntomas, pero la infección persistente puede ocasionar cáncer de cuello de útero.
Este tipo de cáncer ocupa el cuarto lugar entre los cánceres que afectan a las mujeres. Se estima que, en 2018, 570 mil mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de cuello uterino en todo el mundo y unas 311 mil murieron a causa de la enfermedad.
El Virus del Papiloma Humano (VPH o HPV) afecta muy frecuentemente tanto a mujeres como a varones.
Según informa el Ministerio de Salud argentino existen alrededor de 100 tipos de HPV, de los cuales 40 afectan la zona genital y anal.
Se clasifican en 2 grandes grupos:
- Los HPV denominados “de bajo riesgo oncogénico”, que generalmente se asocian con lesiones benignas, como verrugas y lesiones de bajo grado.
- Los HPV denominados “de alto riesgo oncogénico”
El cáncer más frecuente causado por los HPV oncogénicos es el de cuello de útero. La infección por estos virus puede evolucionar a otros tipos de cáncer (cada vez más presentes), como de ano, pene, vagina, vulva y orofaríngeos.
La prevención es la forma más eficaz de combatir la enfermedad
Frente a la gran cantidad de casos que se presenta anualmente, la forma más eficaz para combatir la enfermedad es la prevención.
Las primeras acciones preventivas a tener en cuenta son el uso de preservativos al momento de tener relaciones sexuales y realizarse los controles ginecológicos periódicos: Papanicolau, colposcopia y las ecografías transvaginales de rutina.
Por otra parte, también existen vacunas para prevenir la enfermedad. En Argentina la vacuna contra el HPV se incorporó en el año 2011 para todas las niñas de 11 años nacidas a partir del año 2000, y desde 2017 se amplió para todos los varones de 11 años nacidos a partir del año 2006.
Ante la aparición de alguno de los posibles síntomas de cáncer cérvico uterino, se recomienda recurrir con urgencias o a la consulta médica especializada.
La importancia de un diagnóstico temprano
Es clave que cada vez más mujeres tengan acceso a un diagnóstico temprano, el chequeo regular ayuda a prevenir el agravamiento del caso y amplía la posibilidad de una recuperación exitosa; salvando así, muchas vidas.