En el día de ayer, Gabriela Sosa, directora ejecutiva del Movimiento de Mujeres de la Matria Latinoamericana MUMALá, junto con Lucía Cavallero, socióloga, investigadora de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) y cooautora del libro Una lectura feminista de la deuda, participaron de una mesa debate. Este fue en torno al Fondo Monetario Internacional (FMI) y la deuda, pero desde una mirada feminista, y estuvo organizada por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi). En esta nota retomaremos los puntos claves de la charla.
“Empezar por la vida cotidiana es una de las principales formas de politización”, señaló la socióloga Cavallero. Desarrolló tres puntos centrales para responder la pregunta de cómo pueden influir las recetas del FMI en la economía doméstica. El endeudamiento externo, explicó la socióloga, se traduce en mayor trabajo y menor reconocimiento del trabajo no remunerado. También en forma de chantaje en la vida cotidiana y, por último, en mayor endeudamiento privado.
El endeudamiento se mete en nuestras casas y la vuelta del FMI
En primer lugar, Cavallero recuperó lo que apuntó la directora ejecutiva de MUMALá acerca de la multiplicación de las tareas de cuidado. Además, agregó que fue una de las principales demandas del feminismo: la visibilización de este tipo de trabajos en las casas y los barrios. La socióloga destacó que la falta de servicios públicos y de remuneración de este tipo de trabajos son clave para comprender la situación. “Las políticas de austeridad y ajuste que llevan los acuerdos con el FMI, en la vida cotidiana de las mujeres significan un incremento del trabajo y del trabajo no remunerado”, explicó Cavallero
“Hay que asociar el terror y la incertidumbre con las formas en las que el endeudamiento también gobierna nuestra vida cotidiana”, señaló en relación al chantaje consecuencia de la deuda. Además, agregó: “A quienes más impacta la inflación es a las mujeres que sostienen economías domésticas”. También apuntó a la necesidad de reconocer “cuáles son las formas de chantaje del capital financiero” que afecta en particular a las mujeres.
Por último, la socióloga destacó que uno de los efectos de las políticas de ajuste es el endeudamiento para comprar bienes básicos. “Esas políticas de austeridad y de recorte además se tradujeron en tener que endeudarse para vivir”, consecuencia de la vuelta del FMI en el Gobierno de Maurio Macri, explica Cavallero.
Violencia de la moneda y 8 M
Otro de los puntos clave que desarrolló la sociología para comprender el profundo impacto que tiene el pago de la deuda en la economía doméstica, es la violencia de la moneda. “En la moneda se concentra una capacidad de poner en acto una violencia”, asegura Cavallero.
También señaló y explicó que la inflación y la devaluación de los ingresos, o el endeudamiento para vivir, son ejemplos del fenómeno. Cavallero apuntó que la progresiva liberación de las tasas de interés es una de las exigencias planteadas por el FMI y se trata de uno de los mecanismos sofisticados de este tipo de violencia.
Finalmente, de cara al 8M Gabriela Sosa apuntó: “No hay separación de lo que se está discutiendo en lo económico con lo que tenemos que decir en el ocho de marzo”. En este sentido, destacó que MUMALá junto con otras agrupaciones participarán con la campaña. “La deuda es con nosotras y nosotres”, concluyó.