El escenario político-militar entre Rusia y Ucrania demuestra tener algunas tensiones que pueden llevar a una posible acción militar por parte del país que dirige Vladimir Putin. Pese a esto, Ucrania continúa peleando desde el 2014 con los separatistas prorrusos de la región de Donbás, apoyados por Rusia.
En ese mismo año, Moscú se anexionó la península de Crimea con un referéndum considerado ilegal por la comunidad internacional. Este conflicto dejó más de 13.000 muertos, como respuesta a una revolución prooccidental en Kiev.
Pese a esto, ayer llegaron 90 toneladas de armas y municiones que fueron proporcionadas por Estados Unidos (EUA) a Ucrania, siendo la primera ayuda adicional. El equipamiento aún no fue especificado por dichos países, aunque en diciembre pasado la Casa Blanca aprobó el envío de dicha partida.
Uno de los puntos importantes es que Estonia, Letonia y Lituania manifestaron su interés en enviar sistemas antiaéreos de fabricación estadounidense a Ucrania. Para esto, a fines del 2021 Rusia desplegó miles de tropas en la frontera con Ucrania. Por lo que EUA y La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se vieron obligados a realizar una llamada por temor a una invasión al país europeo.
El lunes pasado se realizó un encuentro en la ciudad de Ginebra con los vicecancilleres de Estados Unidos y Rusia (acordado por los presidentes de ambos países) en donde las demandas no pudieron resolverse.
Cabe destacar que la subsecretaria de Estado norteamericana, Wendy Sherman, solicitó a Moscú iniciar un descenso en la retirada de sus soldados en la frontera con Ucrania. Por su parte, el vicecanciller ruso, Serguei Riabkov, exigió a Washington y a la OTAN la garantía de que Kiev no ingrese nunca a la alianza.
El punto de partida a un conflicto territorial
En 2013 el presidente prorruso de Ucrania, Víctor Yanukóvich, suspendió la firma, prevista para el 29 de noviembre, de un acuerdo con la Unión Europea. Pese al descontento, Rusia propuso algunos acuerdos económicos, como la reducción del precio del gas.
Miles de habitantes de Ucrania se presentaron en las calles contra las medidas del gobierno y se manifestaron en la plaza de la Independencia en Kiev. La manifestación fue reprimida y dejó como saldo cien muertes.
Estas manifestaciones provocaron el derrocamiento del presidente prorruso de Ucrania, Víktor Yanukóvich. La acción se conoce como Revolución de la Dignidad.
Otro de los disparadores fue que, mientras sucedían estos incidentes, en Simferópol (capital de la península ucraniana de Crimea) se concretaba un enfrentamiento entre militantes prorrusos y militantes partidarios de la unidad ucraniana.
Al mismo tiempo, militares rusos camuflados y agentes de espionajes del Kremlin ingresaron en territorio ucraniano para hacer una anexión de Rusia. El 16 de marzo del 2014, se realizó el referéndum en Crimea, en donde el 97 % votó por el vencimiento de dicha anexión.
Dos días más tarde, Vladimir Putin firmó la incorporación de la península como su territorio, pese a que la comunidad internacional no lo reconocía. La OTAN frenó las colaboraciones con Moscú y Estados Unidos, y la Unión Europea emitió sanciones.
¿Se viene una nueva invasión rusa?
Para entender la pelea entre ambos países, cabe destacar que el 10 de diciembre del 2019 tanto Vladimir Putin como el nuevo presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, firman un acuerdo en París para retomar el proceso de paz en Ucrania, esto llevó a la liberación de 200 prisioneros.
Ya para el 2021 Rusia llevó a sus tropas militares a la frontera contra Ucrania. En agosto, 46 estados y organizaciones (dentro de ellas la OTAN) firmaron en Kiev la plataforma de Crimea en donde se le exige a Rusia la devolución de la península ucraniana.
Las sospechas de una nueva invasión son cada vez más grandes y la Unión Europea amenaza a Rusia con grandes sanciones si comete dicha acción. Cabe destacar que se cree que Rusia comenzó con algunas maniobras para sabotear a su enemigo y así lograr una nueva invasión.