El día de les trabajadores de la pizza, pastelería, confitería, heladería y alfajorería se celebra todos los 12 de enero en homenaje al día de creación de su sindicato, en 1946. Hasta ese momento compartieron la organización política de defensa de sus derechos con el gremio de cocineres y panaderes.
Desde Nota al Pie les homenajeamos conociendo un poco más de cada oficio y las delicias que producen en la Argentina.
Moscato, pizza y fainá
La pizza nació en Italia, pero llegó a la Argentina a finales del siglo XIX, de la mano de les inmigrantes italianes. Fue Agustín Banchero, originario de Génova, quien inauguró la primera panadería en la que se vendió la tradicional comida italiana, devenida con los años en argentina. La panadería se llamó Riachuelo, en homenaje a su ubicación en el barrio porteño de La Boca. En 1932, el 28 de marzo, fue su hijo Juan Banchero quien inauguró la primera pizzería bautizada con su apellido y enclavada en la tradicional esquina de la Avenida Almirante Brown y la calle Suárez del pintoresco barrio portuario.
Banchero creció hasta convertirse en una de las más populares y renombradas pizzerías de Buenos Aires, con múltiples sucursales en diferentes puntos del país y un flamante local ubicado en el 6995 de Collins Ave, en Miami Beach.
Por ella pasaron Benito Quinquela Martín, Tita Merello y Luis Sandrini, entre otras destacadas personalidades de la cultura nacional. En 2002 fue declarada Sitio de Interés Cultural por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
En la actualidad son infinitas las variantes de sabores y combinaciones que se pueden encontrar. Algo similar ocurre con lugares emblemáticos a los que se les adjudica “la mejor pizza del país”, como las pizzerías Güerrín o Las cuartetas. En este sentido, la página web La Mejor Pizzería se propone, desde 2010, como un punto de encuentro para compartir con les amantes de la pizza un intercambio de lugares, opiniones e información sobre el popular menú. Con el voto de les usuaries elaboraron un ranking público de las mejores pizzerías, en el que encabeza la nómina La Mezzetta, un local tradicional del barrio porteño de Villa Ortúzar.
Pastelería argentina
No existen muchas referencias bibliográficas sobre la historia de la pastelería argentina, pero diversos especialistas en el tema concuerdan en que podría tomarse principios del siglo XIX como la fecha de sus comienzos.
En el Blog de las 4 pasteleras, LovingPastry, se puede conocer un poco más acerca de la historia. Según cuentan:
“Entre los postres, la ambrosía gana un protagonismo singular. Heredada en parte de las tradiciones españolas, este postre de base láctea se transformó en uno de los clásicos. La preparación era sencilla: un litro de leche que se hervía, 12 yemas de huevo, 6 claras y ralladura de limón. Se cocinaba al fuego y luego al horno. Según cuenta Víctor Ego Ducrot en su libro «Los sabores de la patria», éste era uno de los postres favoritos de Domingo Faustino Sarmiento.
Más allá de cualquier precisión histórica nadie puede discutir que la pastelería argentina es un infaltable de las mesas y encuentros de les argentines.
Helados
La historia del helado en la Argentina se remonta a 1824, cuando se importó por primera vez hielo en barra proveniente de los Alpes Italianos. Sin embargo, fue en 1853 que se inició la comercialización masiva del popular postre. Fue Miguel Fereyra, dueño del Café del Plata (Rivadavia entre Tacuarí y Bernardo de Irigoyen) uno de los pioneros en ofrecerlo.
En la actualidad hablar de helados y gustos es tan subjetivo como las personas que existen en el mundo. Pero si hay algo que destaca la idiosincrasia argentina es la creatividad y la innovación a la hora de pensar en sabores.
Así lo demuestra el artículo “Animate a probar los helados mas raros del país” publicado por el portal Vinómanos. De allí, Nota al Pie tomó información para acercar a sus lectores una variada selección de los gustos más eclécticos.
Sin distinción de pizzas, postres, helados o alfajores, desde Nota al Pie les deseamos un muy feliz día a todes les trabajadores de los diferentes rubros que le ponen sabor a nuestros días.