Bajo la consigna «La deuda es con el pueblo«, se realizó la presentación anual del Archivo de Casos de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) en Plaza de Mayo. Esta engloba otros reclamos: «Basta de gatillo fácil, femicidios de uniforme, muertes en cárceles y comisarías, desapariciones en democracia y represión a la protesta social».
Según CORREPI, desde 1983 hasta 2021 fueron asesinadas 8 172 personas por el aparato represivo del Estado. Por su parte, específicamente durante el 2021 fueron asesinadas 981 personas en manos del Estado, en sus diferentes modalidades represivas con preeminencia de un considerable aumento de las muertes en lugares de encierro. En la misma línea, en esta 26ª actualización del informe anual, incorporaron 585 casos al Archivo. Dentro de los casos nuevos, 417 ocurrieron en el curso de 2021.
Por otro lado, desde la CORREPI aseguran que hay relación entre los picos de crecimiento y los años de crisis en nuestro país: 1989-91, 2000-2001, 2009/10, 2013 y los cuatro años 2016-2019. En particular, el año 2020 y los primeros once meses de 2021 muestran otro salto importante, debido al crecimiento inusitado de muertes en lugares de detención en pandemia.
¿Qué pasa con la Policía?
Respecto de las muertes en comisarías, es necesario remarcar que la mayoría sigue correspondiendo a personas que no estaban detenidas por acusaciones penales, sino arbitrariamente arrestadas por averiguación de antecedentes o faltas y contravenciones.
En las últimas semanas trascendieron fusilamientos de gatillo fácil y muertes en lugares de detención, las dos modalidades predominantes en el archivo de Correpi. La Policía de la Ciudad de Buenos Aires fusiló a Lucas González en Barracas. Por su parte, la Policía bonaerense a Luciano Olivera en Miramar y un miembro de la Prefectura Nacional asesinó a tiros a Lucas Galván.
En el mismo sentido, Alejandro Martínez murió torturado en la comisaría de San Clemente del Tuyú, y Eric Valdez murió del mismo modo en la comisaría de Concordia, Entre Ríos. A su vez, la Policía del Chubut está reprimiendo ferozmente a las movilizaciones sociales, y en Jujuy crece la represión a les trabajadores.
Imagen 3: Epígrafe: En los últimos años, la CORREPI ha acompañado a les familiares y amigues de las víctimas en el pedido de justicia. Créditos: Instagram Correpi.
Femicidios en manos del aparato estatal
La CORREPI también advierte que los casos registrados de víctimas mujeres se relacionaban con situaciones de violencia machista y patriarcal. La cantidad de mujeres asesinadas por integrantes del aparato represivo estatal, en el marco de ese tipo de violencias, obligó a la organización a sistematizar esas situaciones.
En el caso de los femicidios estatales históricos, los dos primeros casos registrados en la CORREPI se remontan a 1992. Desde entonces, el índice ha sido creciente, hasta llegar hoy a 423 femicidios sobre un total de 722 víctimas mujeres. Esa cifra convierte los femicidios de uniforme en la primera causa de muerte de mujeres a manos del aparato represivo estatal.
Según el informe, también se registraron 51 femicidios relacionados. Es decir, hijes u otres familiares o personas cercanas a la víctima de violencia machista. Por ejemplo, para castigar a la mujer o cuando intentaron defenderla. Casi un tercio de los femicidios relacionados tienen niñes como víctimas.
Siguiendo con las cuestiones de género, en el caso de las personas trans y travestis, encontramos la gran dificultad de que, en los reportes oficiales, especialmente de personas muertas en lugares de detención, pero también en casos de fusilamientos, se consignan los nombres de los documentos de identidad. Así, aunque sabemos que son más, sólo parecen registradas como tales once casos de transfemicidios y travesticidios cometidos por miembros de las fuerzas de seguridad.