El gobierno municipal de la ciudad de La Rioja y el gobierno provincial se encuentran en conflicto desde hace varias semanas. El problema se relaciona con el manejo y la distribución de los recursos y con la forma de ejercicio de poder. Hay camiones y edificios tomados, y protestas que llegan a la violencia. Sin embargo, la justicia Provincial no actúa.
Lo que desencadenó esta pelea fue la designación en planta permanente después de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), de alrededor de 2000 trabajadores por parte de la intendenta. La provincia lo rechaza por “irregulares”, ya que la ley provincial 9782 establece que las decisiones salariales y los nombramientos deben ser “consensuados” con la administración central.
La Rioja cuenta con una ley de coparticipación desde 2016, que la Legislatura provincial sancionó por orden de la Corte Suprema de 2014. La norma establece la distribución de 9,5%, uno de los porcentajes más bajos del país.
Actos de violencia y maltrato
En este marco, Nota al Pie dialogó con Silvia Salzwedel, Arquitecta y secretaria de Obras públicas de la municipalidad. Ella, como otres trabajadores, recibió agresiones durante las protestas. “Después de muchos días que nos tomaran los camiones de basura y las oficinas públicas. El único lugar de operativo que nos quedaba era el CePaR norte, donde armamos el operativo de emergencia de la basura”, contó.
A continuación, explicó: “Nos hemos dividido en tres grupos para evitar que nos sigan sacando los camiones o el lugar. A mí me tocó cubrir el horario de la madrugada, pero tenía reunión de gabinete a la mañana entonces me retiro del lugar. Pero alrededor de las 10 de la mañana nos comunican que nos quieren tomar el lugar.”
Al recordar el momento en el que fue agredida, Salzwedel remarcó la no reacción de la policía. “En el momento de reaccionar e intervenir solo éramos mujeres para evitar la violencia, la policía en ningún momento interfiere”, contó.
En este sentido, aseveró: “Yo quería cerrar la puerta y la primera persona que me la quiere correr, es la misma que me amenaza con un vidrio. Las mujeres que estaban atrás me empujaban y las que estaban afuera igual y ahí es cuando me pegan en la cara”.
Con respecto a las agresiones en las manifestaciones, la entrevistada reflexionó: “Lo que sostengo, es que de ningún punto de vista la violencia tiene que ser el medio de resolver cualquier conflicto”.
Sin diálogo ni recursos
Como si fuera poco, Silvia Salzwedel contó que no se puede hacer mucho por la falta de recursos. “A nosotros solo nos mandan la plata de los sueldos y solo de plantas, porque hay muchos empleados precarizados. Cuando asumimos nos dimos cuenta de que había cerca de 3 mil empleados precarizados. O sea que venía de gestiones anteriores”, aseguró.
En este sentido, remarcó: “No tenemos los recursos ni el diálogo, ni la posibilidad de elegir qué cosas hacer. Y adivinar si esa plata va a sueldos, va a obras, porque deciden por nosotros. Y nadie hace nada”.
Con respecto al ingreso de la coparticipación, la entrevistada explicó: “Nosotros tendríamos que tener 400 millones, pero lo que nos pasan no llega ni a los 200 millones, que apenas alcanzan para los sueldos. Si algún juez tiene y quiere intervenir tendría que ser ahora”.
Para concluir, Salzwedel reflexionó: “Está bien que un trabajador manifieste su malestar, enojo y haga paro. Pero no de la manera que hoy por hoy se manifiestan, sino seguimos en una ciudad que todo da lo mismo”.