La provincia de Corrientes se encuentra hace casi dos semanas conmocionada por la desaparición seguida de muerte de Lautaro Rosé, por cuyo caso ya hay 11 policías acusados. Los efectivos están imputados por el abandono de persona del joven de 18 años, quien era buscado desde el 8 de noviembre luego de una persecución policial en la costanera de la capital provincial. Dos días después, unos pescadores encontraron su cuerpo sin vida en el río Paraná.
En diálogo con Télam, la madre de Lautaro, Juana Sotelo, expresó: “Quiero que caigan presos, que no tengan la libertad los que me quitaron a mi hijo, porque le arrebataron la vida”.
Según adelantó a la Agencia Nacional de Noticias la jueza de Instrucción 3, Josefina González, la mujer declarará este miércoles 24 como testigo en la causa de su hijo. En este sentido, Sotelo denunció que les policías “están para cuidarnos no para matarnos. No voy a dejar de pedir Justicia hasta que caigan los que me sacaron a mi hijo”.
Por su parte, el fiscal de Instrucción a cargo de la causa, Gustavo Robineau, explicó a la misma agencia que los imputados son 11 porque se sumaron evidencias que involucran a otros dos policías, además de los nueve ya acusados.
Los delitos por los que se imputa a los efectivos de la fuerza provincial son abandono de persona seguido de muerte, apremios ilegales e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Según Télam, fuentes judiciales señalaron que “se buscará determinar el grado de responsabilidad de cada uno de ellos”.
Con respecto a las declaraciones de testigos, imputades, y el estudio de imágenes de cámaras de seguridad de la zona, Robineau explicó a Télam que “la semana que viene se empezarán a producir las pruebas del expediente”.
Sobre Lautaro Rosé
En una entrevista realizada por Télam, Sotelo manifestó sobre su hijo: “Todavía no caigo, siento que todavía anda por ahí y que en cualquier momento va a llegar”. Además, la mujer destacó la multitudinaria marcha que se realizó en pedido de justicia por el joven.
“Espero que cada vez haya más gente, para que no le pase lo mismo a otro chico, porque no tiene que haber ningún Lautaro más”, expresó la madre del adolescente.
La mujer también contó cómo fue el día en el que su hijo desapareció. “Fui a la casa de su amigo, me contó que los persiguió la Policía. Fui a la comisaría segunda, me dijeron que espere”, relató. Al respecto, manifestó: “Sentí que los policías se rieron de mí, porque mientras yo lo buscaba con desesperación ellos ya sabían lo que había pasado”.
La madre del adolescente también recordó que era muy querido en el barrio Galván, porque era “muy solidario”. En este sentido, comentó que “les servía la merienda y les hacía chipá cuerito los chicos en el merendero de la esquina”.
“No tengo palabras para expresar lo que significa la ausencia de Lautaro para nuestra familia. Él era la alegría de la casa, le gustaba bailar, sacarse fotos, escuchar música”, concluyó Juana Sotelo.
En cuanto al motivo de la muerte del joven, el informe de la autopsia que difunfió la Fiscalía indica que falleció por “asfixia por sumersión”. En este sentido, el abogado de la querella, Hermindo González, explicó a Télam que según el relato de testigos, a Lautaro y a su amigo de 16 años los persiguieron policías que disparaban balas de goma. Además, el letrado contó que el adolescente “no sabía nadar y terminó en el río” y que los efectivos “no lo rescataron cuando pedía auxilio”.