Desde la mañana de este miércoles, la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT) y el personal del Hospital Pediátrico Garrahan nucleado en la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT), unieron voces en un “Feriazo”. Diversas actividades pusieron en evidencia las grandes consecuencias del uso de glifosato en la salud humana, sobre todo en la infantil, entre otros temas.
Cerca del mediodía, las actividades comenzaron en una de las aulas del hospital, al que Nota al Pie pudo acceder. Allí, los profesionales en salud junto a diferentes representantes de las agrupaciones presentes intercambiaron información detallada y experiencias personales.
Se expuso una presentación con diapositivas donde se informó por medio de datos e informes el pasado y el presente abrumador en el trabajo del campo y sus productos. La agrupación “Naturaleza del Derecho” investigó 48 alimentos desde el 2018 al 2019, en los que se encontraron 80 plaguicidas, 37 de los cuales son altamente tóxicos.
Los agrotóxicos producen, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 200.000 muertes por año. Estos contaminantes ya se encuentran en el suelo, el aire, el agua y en todos los alimentos.
En el mismo sentido, la Sociedad Argentina de Pediatría, explica que constituyen un problema creciente por el elevado uso de estos contaminantes año a año, hasta alcanzar 12 litros de pesticida por año por cada argentine. Pero en las poblaciones expuestas, donde les trabajadores conviven directamente con la contaminación, esta cifra se eleva a 100 litros anuales por habitante.
Disertaciones sobre la Salud Infantil y la propuesta de agroecología de la UTT
La primera en dar su oratoria fue la Licenciada en Nutrición y secretaria general de la APyT, Norma Lezana. “Un proyecto agroecológico es la salida, a lo que nos dicen las corporaciones, que no hay otra forma de producir alimentos para poder saciar el hambre de toda la humanidad”, comenzó.
En este sentido, agregó: “Se debe ejercer el derecho a una alimentación segura, no puede ser que alimentación saludable sea una manzana que tiene agrotóxicos”.
Luego fue el turno de hablar de Lucas Tedesco, referente nacional de la UTT, quien expresó: “Hay un modelo de producción en nuestro país, que pone en riesgo la vida. Además que destruye la diversidad, los montes y los bosques, poniendo la soberanía alimentaria en riesgo continuamente”.
“En los últimos 30 años se profundizó este modelo, que no solo se implementa en Argentina, sino también en América Latina donde estas grandes corporaciones nos usan como laboratorios. Nos bombardean con pesticida día a día, y donde los medios de comunicación esconden esta información”, denunció.
Además, señaló: “Los que producimos realmente los alimentos somos nosotros, los campesinos y campesinas. La realidad es que el alimento que llega a tu mesa, un 60% proviene de la mano de pequeños productores, no de las grandes empresas”.
En este sentido recordó que, sin embargo, “el 40% de la tierra cultivable en nuestro país, está en manos de 1200 familias privilegiadas”. Para concluir, el referente de la UTT comentó “Desde nuestra organización con los feriazos y verdurazos, empezamos a construir la historia del campesinado, un productor que no está atado a estas corporaciones. Que elige otro modelo, su campo para vivir y trabajar, producimos alimentos, somos conscientes que no nos da lo mismo producir alimento que no producirlo”.
La realidad del campo argentino
La cantidad de glifosato que se usa en el campo nacional, posiciona al país en la cima del ranking mundial. Y este está clasificado en el segundo nivel de riesgo de cáncer según la OMS. Cada hectárea del suelo cultivable recibe 15 litros de agro tóxico anual.
Los agronegocios en la Argentina tienen un fuerte impacto socioambiental. No sólo contaminan todo a su alrededor sino que generan el desplazamiento de comunidades enteras.
Además, en los pueblos que son fumigados, el asma representa la enfermedad crónica infantil más corriente. Una patología que produce 400 muertes y más de 15.000 internaciones anuales. A su vez, les habitantes de estas regiones presentan otras enfermedades recurrentes como tumores, malformaciones congénitas y hormonales, abortos, problemas de fertilidad, y afecciones en piel.