El espionaje internacional realizado con el software Pegasus sumó hoy un nuevo capítulo en la novela de intrigas, hackeos y escuchas.
Reporteros Sin Fronteras, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el mexicano, Andrés Manuel López Obrador, fueron los protagonistas en una jornada marcada por la indignación de los damnificados en particular y la comunidad internacional en general.
¿Qué es Pegasus?
Según informa Télam, el sofisticado sistema explota las vulnerabilidades de los teléfonos móviles inteligentes. Allí, exporta los datos del usuario (correos electrónicos, mensajes, fotografías, conversaciones) hacia páginas de internet creadas por la empresa israelí NSO. Estas se renuevan constantemente para evitar ser detectadas.
La empresa tiene contratos con 45 países y el ministerio israelí de Defensa debe aprobarlos, aclararon desde la directiva de la compañía.
Escándalo internacional
Según la investigación periodística publicada por 17 medios de todo el mundo, se detectaron 50.000 números para ser espiados. Estos fueron seleccionados por clientes de NSO desde 2016.
Le Monde, The Guardian, The Washington Post y los mexicanos Proceso y Aristegui Noticias fueron algunos de los medios que publicaron el informe.
El mismo incluye en la nómina los números de 180 periodistas, 600 políticos, 85 defensores de derechos humanos y 65 empresarios. Gran parte de los posibles espiados serían de México, Marruecos y Arabia Saudita.
Francia y Marruecos
En la lista de los posibles objetivos del software figuran el presidente francés, Emmanuel Macron y miembros de su Gobierno. Además, el rey de Marruecos, Mohamed VI, y su entorno
Le Monde reveló que estos números figuraban «en la lista de los números seleccionados por un servicio de seguridad del Estado marroquí, usuario del software espía Pegasus, para un eventual pirateo». Entre ellos estaban los del ex primer ministro Édouard Philippe.
La Fiscalía francesa anunció hoy la apertura de una investigación contra Marruecos que abarca diez delitos. Algunos de ellos son: «violación a la privacidad», «intercepción de correspondencia», «acceso fraudulento» a un sistema informático y «asociación de malhechores».
Respuestas
El Gobierno de Marruecos rechazó las acusaciones. A la vez que denunció una «campaña mediática» en su contra y reclamó «pruebas tangibles» sobre su participación en estas actividades.
Por su parte, un alto responsable de NSO, Chaim Gelfand, afirmó que el primer mandatario galo «no era un objetivo» del programa Pegasus. Agregó además que «hay algunos casos que fueron revelados, lo que nos plantea problemas y vamos a empezar a revisar los hechos», agregó.
Con respecto al caso Pegasus, la empresa, con sede en Tel-Aviv,
anunció en un comunicado que «no respondería a preguntas de medios”. Y afirmó ser víctima de una campaña «viciosa y calumniosa».
México
Aproximadamente 15 mil números telefónicos de la lista serían de mexicanos. Entre ellos se destaca el del presidente, Andrés Manuel López Obrador y su familia. Además, 50 personas de su entorno, entre ellos su cardiólogo. Los teléfonos fueron intervenidos entre 2016 y 2017 con Pegasus.
«Estábamos sometidos a un Gobierno autoritario, antidemocrático, que violaba los derechos humanos», afirmó el primer mandatario.
La Unidad de Inteligencia Financiera de México informó hoy que el anterior Gobierno, presidido por Enrique Peña Nieto, compró el software por un valor total de 32 millones de dólares.
Pedido a Israel
Reporteros sin Fronteras (RSF) le pidió al Gobierno israelí que frene la exportación del software.
En un comunicado, citado por la agencia de noticias AFP, el secretario general de RSF, Christophe Deloire, declaró: «Hacemos un llamado al primer ministro (israelí) Naftali Bennett para que imponga inmediatamente una moratoria a la exportación de tecnología de vigilancia hasta que se establezca un marco normativo de protección”.
Para finalizar, la agencia Télam detalla que la firma israelí NSO, creada en 2011, fue acusada de colaborar con Gobiernos. En particular desde que en 2016 Ahmed Mansoor, un opositor de Emiratos Árabes Unidos, denunció estas prácticas. Sin embargo, la empresa rechazó las versiones, que atribuyó a «suposiciones erróneas y teorías no corroboradas».