El pasado 11 de julio se desplegaron protestas en contra del gobierno en diferentes ciudades de Cuba. Las movilizaciones comenzaron en San Antonio de los Baños, un pueblo rural en la provincia de Artemisa. Luego se extendieron a otras localidades del país, como Güira de Melena y Alquízar (Artemisa), Palma Soriano (Santiago de Cuba), Cienfuegos y La Habana.
Las consignas fueron “libertad”, “abajo la dictadura” y “patria y vida”. Expresaban el descontento del pueblo cubano para con sus gobernantes, en una época en que la pandemia causada por el virus Covid 19 empeoró las condiciones de vida. Las principales denuncias son los centros de salud colapsados y la escasez de alimentos, medicinas y productos de primera necesidad. También una serie de apagones de luz y el corte total de los datos de internet móvil.
Ante esta situación, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, denunció la participación de Estados Unidos en estas acciones desestabilizadoras. También convocó a les simpatizantes oficialistas a defender su gestión.
“No vamos a admitir que ningún contrarrevolucionario, ningún mercenario, ningún vendido al gobierno de EE.UU., al imperio, recibiendo dinero de las agencias, dejándose llevar por todas estrategias de subversión ideológica van a crear desestabilización en nuestro país», afirmó Diáz-Canel en una transmisión por la televisión cubana. Es que el país del norte mantiene un bloqueo económico a Cuba desde hace sesenta años.
Las consecuencias de las manifestaciones
El estallido social en Cuba tuvo repercusiones en todo el mundo. Medios de comunicación de todos los puntos cardinales reflejaron las protestas populares. En ellos, se reflejaron diferentes aristas del conflicto.
Erika Guevara-Rosas es la directora para las Américas de Amnistía Internacional. En diálogo con BBC Mundo denunció que desde su organización han registrado al menos doscientas cuarenta y siete personas que han sido detenidas o que están desaparecidas. También, sostuvo que verificaron imágenes “de gente joven que está recibiendo armas para monitorear la ciudad”.
Unos días después de la protesta del 11 de julio y ante las críticas internacionales sobre la situación del país centroamericano, el gobierno cubano anunció flexibilizaciones.
Por una parte, una resolución publicada en la Gaceta Oficial eximió a las empresas extranjeras “que ejecutan proyectos de generación de electricidad con fuentes renovables de energía, del pago del impuesto sobre utilidades por ocho años”.
Además, el primer ministro cubano Manuel Merrero anunció la libre importación de alimentos, medicamentos y productos de aseo por parte de los viajeros que arriben a Cuba. La medida será hasta el 31 de diciembre, cuando se evaluará la implementación de esa política.
¿Qué dicen los medios de comunicación cubanos?
En 2018 se liberó el servicio de internet móvil en Cuba. Al igual que en otros lugares del mundo, el libre acceso a la nube modificó la vida de les cubanes. Así, las personas pudieron acceder a las redes sociales masivas y generaron nuevos medios de comunicación.
Con respecto a las protestas de esta semana, aseguran que sin internet nada hubiera sido lo mismo. Ya sea a favor o en contra del gobierno, las manifestaciones se convocaron mediante redes sociales. Y es mediante ellas que les habitantes de Cuba muestran al mundo su visión sobre lo que acontece en su país.
Los medios de comunicación cubanos reflejaron las diferentes miradas. Por ejemplo, CUBANET muestra en sus redes sociales lo que denuncian quienes protestan contra el gobierno.
Por otra parte, el medio Cubadebate se acopló a los reclamos de la inmiscución estadounidense en la cotidianeidad cubana.
Cuba más allá de las protestas
Hay varios factores que explican los reclamo del pueblo cubano, tanto en contra de su gobierno como denunciando el bloqueo estadounidense. Son esas diversas aristas las que generaron las movilizaciones masivas de esta semana en Cuba.
Por una parte, el embargo estadounidense. El país del norte mantiene desde hace casi sesenta años un bloqueo comercial a Cuba. Así, las empresas estadounidenses no pueden vender ni comprar productos en la nación caribeña. Además, se intentó generar un cerco que impida las negociaciones comerciales de otros países con Cuba.
Durante la gestión del ex presidente estadounidense Barack Obama, las relaciones diplomáticas con el gobierno cubano mejoraron. Pero la llegada de Donald Trump dio con esos avances por tierra. El actual mandatario Joe Biden parece seguir en la misma línea que su antecesor.
Además la situación económica de Cuba recrudeció. El país se encuentra en su peor momento por la pandemia del virus Covid 19, y el bloqueo estadounidense le impide la llegada de insumos médicos para sus habitantes. Cabe destacar que el principal ingreso económico de la isla es el turismo, que con la cuarentena ha visto una grave caída.
Pero las noticias no son del todo negativas. Cuba fue el primer país latinoamericano en producir una vacuna propia contra el Coronavirus. Son cuatro y se las llama: “Soberana”, “Soberana II”, “Mambisa” y “Abdala”. Es que el país de Centroamérica tiene una larga trayectoria en investigaciones y avances científicos.
No quedan dudas que los conflictos que ocurren en Cuba tienen un origen variado, no se puede determinar una sola causa o culpable. Pero hay algo que es seguro: el pueblo cubano ya no calla, y alza su voz más fuerte que nunca.