De 1986 a 2016: treinta años ininterrumpidos de Encuentros Nacionales de Mujeres (ENM). De norte a sur, de este a oeste, las mujeres recorrieron todos los puntos cardinales. Hablaron sobre trabajo, sexo, familias, religión, culturas originarias, género, estudio y muchísimos tópicos. Los ENM fueron una gran plataforma de visibilización de luchas por diferentes derechos.
Desde hace siete fines de semana, en Nota al Pie contamos la historia de los Encuentros. Pasamos por todos los años: el primer ENM en 1986, los años de débil democracia a fines de los ochenta, los neoliberales noventa, el nuevo milenio y la cercanía al 2010. Este fin de semana nos acercamos al final. Particularmente en esta nota, haremos una aproximación a los Encuentros sucedidos entre el 2013 y el 2016.
Una paloma que emprende vuelo
Los ENM tienen estructuras fijas. Duran tres días, se realizan en octubre y su corazón son los talleres en donde les participantes debaten sobre un tema a elección. En cada edición hay eventos irremplazables: la marcha del Encuentro, la feria artesanal y la peña.
Otra de las cosas que desde 1986 no cambió fue el logo. Las mujeres de la comisión organizadora del primer ENM eligieron una paloma, sobre la que se ve el símbolo de la mujer. Desde ese momento, esa imagen fue la elegida para representar a los Encuentros.
Cada año se realiza un concurso en el que quienes lo deseen pueden presentar una versión del dibujo original. La forma de la paloma nunca cambia, pero si la ilustración en su interior. Las versiones elegidas son las que mejor representan el espíritu de la vida de las mujeres, sus opresiones y luchas.
En la actualidad hay dos colores que no pueden faltar: el verde y el violeta. El primero representa la lucha por la despenalización del aborto, el segundo, la pelea contra la violencia de género. En los últimos años hubo otras dos características que se integraron al logo: la plurinacionalidad en les integrantes y la diversidad de sus identidades.
Hacia un nuevo nombre
La década de 2010 al 2020 en los Encuentros Nacionales de Mujeres estuvo marcada por consignas bandera. Una de ellas era la despenalización del aborto. Otra se trataba del fin de la violencia de género en todas sus formas. Pero fue en estos años también que se visibilizan las realidades de personas que hace tiempo participaban en los ENM.
El 28° Encuentro Nacional de Mujeres se realizó en 2013, en la Provincia de San Juan. Participaron más de veinte mil personas y en la programación había cincuenta y ocho talleres. Entre ellos, por primera vez se incluyó el de Mujeres Trans, que venía siendo reclamado hace años.
Una de las coordinadoras fue Verónica Araya, integrante de la Asociación de Travestis Transexuales Argentinas. En la lectura de las conclusiones del taller hizo referencia a su situación de marginación y expresó que “la discriminación a las mujeres trans es violencia de género”. Ante la puesta en duda de la continuidad del taller, Araya afirmó: “este taller vino para quedarse, para seguir concientizando“.
Y no se equivocaba. Al año siguiente su voz se escuchó aún más fuerte. El 29° Encuentro Nacional de Mujeres tuvo como sede a la Provincia de Salta. Allí, del 11 al 13 de octubre de 2014, entre treinta y cuarenta mil personas se hicieron presentes. Por primera vez en tres décadas, las mujeres trans tuvieron participación en la comisión organizadora. Dos representantes del colectivo subieron al escenario en el acto de inauguración y dieron la bienvenida a las compañeras trans de todo el país.
No fue hasta 2019 cuando el nombre del Encuentro Nacional de Mujeres cambió hacia una denominación más amplia e inclusiva: Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Bisexuales, Travestis, Trans y No Binaries. Pero para eso todavía faltaban algunos años de maduración de los debates internos.
“A pesar de todo les hicimos el Encuentro”
Este cántico es popular en los Encuentros, y en el 30° ENM se hizo más real que nunca. Fue en la ciudad bonaerense de Mar del Plata, en el año 2015. La asistencia de más de sesenta mil mujeres que coparon la localidad balnearia tuvo un final amargo.
En el año del #NiUnaMenos, los medios de comunicación denunciaron dos femicidios aquel fin de semana. Fueron allí, en Mar del Plata, donde miles y miles de mujeres, lesbianas, no binaries y trans reclamaban para que no faltara ninguna más.
Otras denuncias agravaron la situación. Por un lado, un ataque a una activista feminista a manos de un grupo de skinheads. Por otro, la acusación de una violación a una de las asistentes que dormía en el campus universitario.
Ese fin de semana fue el primer Encuentro en treinta años en el que hubo represión policial hacia las participantes. Durante años, la marcha por las calles de la ciudad sede pasa por delante de su catedral o iglesia principal. Allí, las encuentreras reclaman las actitudes misóginas de la Iglesia Católica. Los fieles o sacerdotes de esta fe se apostan en las puertas del edificio, a veces rezando, otras contestando a los reclamos.
En Mar del Plata, la situación pasó a mayores. Las mujeres de la organización Socorristas en Red denunciaron ser agredidas a golpes por miembros del grupo nacionalista Foro Nacional Patriótico. La policía intervino y el saldo fueron varias mujeres heridas por balas de goma y gases lacrimógenos. Tres manifestantes fueron detenidas en el interior de la catedral.
#NiUnaMenos
El 3 de junio de 2015 las mujeres del país salieron a las plazas bajo esa consigna. No era una manifestación de tinte partidario, sino que eran personas autoconvocadas cansadas de la violencia.
Desde allí, el movimiento feminista en Argentina creció de forma exponencial. Sobre todo fueron las pibas, adolescentes y jóvenes que desde allí salieron a luchar. Se acoplaron a las consignas que otras tenían como propias hacía bastante años.
Por eso, se cree que el Encuentro de 2016 fue el resultado de esa masividad. Se realizó en Rosario y la marcha de cierre contó con entre setenta y noventa mil personas. Además aparecieron talleres que reflejaban nuevos debates: mujeres y cannabis medicinal, mujeres afrodescendientes y activismo gorde. Los episodios violentos se repitieron.
Hubo conflictos entre un grupo de manifestantes y la policía, lo que desembocó en media hora de disparos de balas de goma y varias personas heridas. Sin embargo, esto no frenó la marea feminista que en Argentina ya no tenía vuelta atrás.
La palabra de las protagonistas
El recorrido histórico de Nota al Pie llega a su fin. Mañana se emitirá la última entrega, en donde recorreremos los años más recientes. Pero con un agregado especial: ¡las trabajadoras de Nota al Pie relatan su paso por los Encuentros! No te pierdas esta próxima emisión, con la voz de las protagonistas.