El pasado viernes, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció que todos los distritos del conurbano regresarán a las aulas desde este miércoles. Debido al descenso de casos de COVID, el conurbano deja la zona de alarma epidemiológica. Según el nuevo DNU emitido por el gobierno nacional varios distritos pasan a la fase 3 o 4
Las clases presenciales habían sido suspendidas el 19 de abril y desde este miércoles todos los niveles educativos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) comenzarán un retorno gradual a la presencialidad cuidada, afirmó en una conferencia de prensa el gobernador bonaerense. Implementarán un plan de vigilancia epidemiológica activa en las escuelas, que incluye la realización de testeos aleatorios.
Según explicó Kicillof: “En el AMBA tenemos 401 casos cada 100 mil habitantes. Eso haría que el Conurbano podrá salir de la situación de alarma en la que se encuentra: en términos del sistema de fases que tenemos en la provincia, esto implica pasar de la fase 2 a la fase 3”.
Por una presencialidad cuidada
Frente a este anuncio, desde el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA) expresaron la «imperiosa necesidad de que se planifique una presencialidad cuidada, organizada, que se retome gradualmente en el transcurso de la próxima semana, siempre en el marco del estricto cumplimiento de los protocolos».
El gremio docente además expresó mediante un comunicado de prensa que valoran la Campaña de Vacunación en la provincia de Buenos Aires. Sostuvieron, además, que es una variable sanitaria fundamental; que se avance en la aplicación de las vacunas a la totalidad de les trabajadores de la educación.
Consideran que esto, junto al estricto cumplimiento del Plan Jurisdiccional; son requisitos indispensables para una vuelta a la presencialidad en la que se priorice la educación y el cuidado de la salud.
Además, creen que los datos epidemiológicos son los que deberán seguir contemplándose; a la hora de la toma de decisiones en relación al regreso a las aulas.
En el transcurso de hoy y de mañana cada escuela deberá realizar el acondicionamiento para esta nueva etapa. El gobierno bonaerense distribuyó 33 mil medidores de dióxido de carbono entre las escuelas públicas.
Este sistema «permite establecer la alarma cuando se ha acumulado mucho dióxido de carbono y de esta manera regular la ventilación de los ambientes”, según explicó Kicillof.