Esta semana se reunió el Consejo de Mujeres Indígenas de la localidad de Embarcación, distrito de General José de San Martín en la provincia de Salta. El encuentro se efectuó para analizar las medidas a tomar ante lo que denuncian como un intento de usurpación de un terreno propiedad de dos mujeres de la etnia wichí. Sostienen que el espacio fue ocupado indebidamente por un ciudadano oriundo de ese poblado cercano.
La historia de la propiedad
Nota al Pie dialogó con Romelia Zamora integrante del Consejo quien relató que “el territorio pertenecía a la señora Mirtha Lucrecia Herrera, la dueña antigua quien por el golpe de Estado y dado que era perseguida política se alejó e hizo entrega del espacio a Lorenzo Escalada para que lo cuidara”.
La líder comunitaria comentó que “la señora volvió tiempo después e hizo los papeles para transferir la propiedad a Lorenzo para que quedara para él”. También explicó que “el señor Escalada murió en julio del año 2017, dejando como propietarias a su señora esposa Angela Luna y su hija, ambas miembros de la comunidad wichi”. Y agregó que “un tiempo antes de que falleciera el señor Lorenzo le permitió a un ciudadano amigo que lo utilizará a modo de préstamo, un pedazo de lote para criar sus animales” y detalló que “esa persona es oriunda de Embarcación y es de apellido Maidana”.
El origen de la disputa
Romelia Zamora comentó que “el problema surgió con posterioridad cuando la señora Angela Luna dejó de concurrir al territorio”. Ella tenía allí una siembra de zapallito y choclo pero que dejó de atender. Contó que esa falta de concurrencia se debió a que “ella perdió a un hijo en un accidente en la ruta y por su dolor deja de lado el cuidado del terreno, situación que fue aprovechada por el señor Maidana para usurpar el lugar”.
Según describió, esto se realizó mediante la colocación de un alambre perimetral y un cartel de prohibición de acceso al lugar. La referente indigena comento que “ya nadie puede ir a sacar leña o ir a buscar yerbas medicinales allí”.
Modificaciones en el predio
Zamora, observó que el lugar ha cambiado considerablemente y que han detectado una edificación. Señaló que “el nuevo terrateniente aprovechó la situación de cuarentena del año pasado, construyó un quincho y armó un mini camping familiar”.
Señaló también que “se han desmontado árboles nativos como algarrobo y cedro por eso ya no hay lo que había antes”. La referente indigena explicó que el señor Maidana logró estos avances “aprovechando que las hermanas no movían los trámites de titularidad del sitio ni reclamaban nada. Él hizo unos papeles de apropiación del territorio”.
Planificación de acciones a emprender
Romelia Zamora informó que “la situación es preocupante, aun no sabemos cuándo se va a hacer el juicio, para que se pueda hacer justicia”. Comentó que “ante el cartel que prohíbe el ingreso al lugar, nosotras las mujeres indígenas tenemos planeado ir a retirarlo para que respete nuestra tierra”. Y agregó que esa acción la llevarán a cabo “para que este terrateniente se vaya y deje este territorio en paz” resaltó.
Propuestas para el destino del predio.
La referente indígena finalizó explicando que “nosotros estamos luchando para que aquí se constituya una reserva nativa para el sustento de los jóvenes”. Esta propuesta surge de los representantes de las comunidades indígenas “porque nosotros sabemos las necesidades que atravesamos, tenemos que pensar en el futuro. Los jóvenes forman sus familias y necesitan el territorio para poder subsistir y desarrollarse”, remarcó.